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Danza

Joaquín de Luz recuerda uno de sus momentos más duros: "O te derrumbas o creces"

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El bailarín Joaquín de Luz
El bailarín Joaquín de Luz

Él, como muchos otros deportistas y bailarines, tuvieron que dejar atrás su país para luchar por su sueño. Precisamente sobre este asunto trata el último programa de 'Un país en danza', donde los protagonistas son dos artistas que se fueron cuando sus carreras todavía estaban por despegar: el patinador Javier Fernández y el bailarín Joaquín de Luz. Ahora, después de tanto esfuerzo y sacrificio, pueden presumir de trayectoria.

Joaquín de Luz es ahora el director de la Compañía Nacional de Danza. Él ha sido el encargado de representar a nuestro país por todo el mundo. "El amor por la danza me lo inculcó mi madre, que literalmente me empujó a patadas a un estudio de ballet", confiesa. Cuando entrño por primera vez a un estudio de danza, lo suyo fue amor a primera vista. El bullying no le hizo alejarse de su pasión, aunque él mismo reconoce que la carrera de un bailarín está llena de incertidumbre. "Superar los baches e slo que te hace mejor", asegura.

El bailarín Joaquín de Luz

El bailarín Joaquín de Luz

Mijaíl Barýshnikov fue su primer referente. "Mi sueño era llegar a Nueva York y bailar en el American Ballet. Yo quería llegar allí y trabajar con los maestros de los grandes, estar en ese mundo maravilloso del Ballet en Nueva York".

"O te derrumbas o creces"

Joaquín de Luz no tenía dinero para cumplir su sueño, así que optó por presentarse a un concurso de ballet en Hungría. "Fue una experiencia bastante dura, sin hablar el idioma, de repente en un país extranjero, con nieve hasta la rodilla", recuerda. "Fue una de esas veces en la vida que o te derrumbas o creces un poco. Fue uno de esos baches bastante grande". Finalmente pudo hacerse con el primer premio y consiguió el dinero que necesitaba para viajar a América y seguir formándose.

A los 19 años, le ofrecen su primer contrato en el extranjero como solista en el Pennsylvania Ballet: "Allí empezó mi aventura americana. Fue una gran experiencia, no solo personal, sino profesional. Fue mi primera toma de contacto con el mundo de la danza fuera de España".

Su lesión de espalda y su regreso a los escenarios

Hace doce años tuvo una lesión de espalda que le apartó de los escenarios durante ocho meses. Algunos médicos le aseguraron por aquel entonces que no volvería a bailar. Fue un curandero el que le ayudó a conseguirlo. "Al mes y medio me dijo que volvería al escenario", cuenta, y así fue. "Para mí fue volver a nacer". Desde entonces, ya no da nada por sentado.