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Turismo Rural: Agrosfera

Mucientes: el pueblo de las 200 bodegas

  • Mucientes fue galardonado como mejor destino enoturístico de España en el año 2020
  • Cuenta con un barrio histórico de bodegas donde a día de hoy se sigue elaborando vino
  • Más destinos rurales en Viajes RTVE.es

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Vista general de Mucientes,
Vista general de Mucientes,

Las orillas del rio Pisuerga desde Palencia hasta Valladolid han sido tradicionalmente tierra de vino y vides. Allá por la edad media los primeros monasterios comenzaron a realizar sus pequeñas producciones, una práctica que con el tiempo acabaron adoptando las familias nobles de la zona, que aprovechando el espacio excavado que quedaba debajo de sus casas y mansiones comenzaron a construir sus pequeños lagares.

Sin embargo, ya en el atardecer de la etapa más oscura del medievo, el comercio del vino se había convertido en uno de los más prósperos de la época, y muchas de estas mismas familias, viendo en aquel tinglado improvisado que tenían bajo su casa una oportunidad de enriquecerse, decidieron dar el salto a un negocio más serio. Al aumento de la superficie cultivada se añadieron nuevas instalaciones que, evidentemente, comenzaron a amontonarse y a precisar de un espacio más amplio.

“Las mujeres no podían bajar a las bodegas, la excusa de por aquel entonces era que la menstruación estropeaba el vino”

En Mucientes hay registros de bodegas construidas a extramuros del pueblo desde finales del siglo XIV, y se estima que se siguieron construyendo hasta bien entrado el siglo XX. El resultado de casi 6 siglos de construcción deja en Mucientes un conjunto patrimonial difícil de igualar, más de 400 bodegas repartidas en las inmediaciones del pueblo. Un espacio que, además de ser un centro productivo, era también un centro social masculino, y es que las mujeres no podían bajar a las bodegas ni pasear por sus inmediaciones. "La excusa de por aquel entonces era que la menstruación estropeaba el vino", nos explica Gloria, técnico de turismo de la localidad y encargada de las visitas turísticas.

Una iniciativa reciente hizo que el pueblo decidiese recuperar este patrimonio, restaurando las más de 200 bodegas del Cuarto de San Pedro, el barrio de bodegas más importante de la localidad. Una iniciativa que le valió al pueblo el premio a mejor destino enoturístico concedido por la Asociación de Rutas del Vino de España. Aprovechando una de estas bodegas se creó un aula-centro de interpretación para mostrar al público como se realizaba la vendimia tradicionalmente. Esta recuperación propició también que muchas de las antiguas familias pudiesen continuar su labor.

Lento pero seguro

Uno de estos bodegueros tradicionales es Andrés, la persona de mayor edad de todo Mucientes, que a día de hoy (y ayudado por su hijo) sigue dedicándose a la elaboración de vino. Aunque hace ya tiempo que modernizo su bodega con prensas verticales, que aceleran considerablemente el proceso de estrujamiento, en ella todavía puede contemplarse el antiguo método de prensa: la viga. "El sistema de viga es muy sencillo, se trata de un listón de madera muy pesado apoyado en su punto central, lo que le hace balancearse hacia ambos lados. En uno de sus extremos se coloca un tornillo sin fin que nos ayuda a elevar la viga sin hacer demasiado esfuerzo, al elevarse este extremo el opuesto cae, en ese momento aprovechamos para trabarlo, así aprovechamos la caída de la viga y su enorme peso para prensar la uva, que colocamos debajo", nos explica él.

“Con la viga tardábamos 24 horas en estrujar la uva, ahora tardamos entre 2 y 3 horas”

"Sin embargo -añade- se trata de un mecanismo que ha caído completamente en desuso, antes para estrujar la uva tardabas 24 horas con este procedimiento, con las prensas verticales tardamos entre 2 y 3 horas, la productividad aumenta considerablemente".

Enfriamiento natural

Mucha de la uva que llega a estas bodegas está recolectada en las inmediaciones de Mucientes. La gran mayoría de las parcelas son vendimiadas por la misma persona: Enrique Vaquero, que entre septiembre y octubre vendimia hasta 250 hectáreas cerca de la localidad. Además, lo hace (en ocasiones) de noche, comenzando a las 2:00 de la madrugada y finalizando cuando el sol se alza sobre los viñedos. "De este modo la uva entra fría en las bodegas, así conserva mejor los aromas y los colores, porque al no darle le sol se evita la oxidación", nos explica él mientras maneja la cosechadora.

“La uva recogida por la noche conserva mejor los aromas y los colores, porque al no darle le sol se evita la oxidación”

"No es lo mismo recoger la uva ahora que se encuentra a 6 grados que hacerlo a plena luz del día, que está a 25, además con estas máquinas podemos recogerla en un tiempo record, por lo tanto, toda la uva cuando entra en bodega se encuentra en condiciones de temperatura muy similares, así es como se consiguen vino de mejor calidad, se puede rastrear más precisamente las condiciones en las que se ha recogido la uva", nos explica.

Vides a Caballo

Mucientes solo es un pueblo más dentro de una extensa ruta de localidades en las que el vino ha trascendido de ser una simple actividad económica a un verdadero modo de entender la vida y su relación con el territorio. Toda la orilla norte del Pisuerga de Valladolid a Palencia está plagada de municipios que comparten su fervor. Teniendo como epicentro a Cigales, el pueblo que da nombre a la denominación de origen, la rede se extiende en las proximidades de Mucientes a pueblos como Fuensaldaña o Trigueros del Valle.

Para llegar a estos municipios se pueden utilizar antiguos caminos de labriegos que discurren entre viñedos, son un tanto accidentados para hacerlos en vehículo motorizado, por lo que la forma idónea de recorrerlos es a pie o a caballo. Para ello podemos acudir al centro ecuestre El Establo, regentado por Alfonso Cid, especializado en rutas enoturísticas entre los pueblos de la ruta del Cigales.

“Las praderas de Mucientes me llamaron mucho la atención ya que muchas se encuentran todavía sin roturar, lo cual beneficia a los caballos”

"Cuando acabé mi educación ecuestre me planteé la posibilidad de abrir un centro orientado a las familias, dejando un poco de lado la competición. Las praderas de Mucientes me llamaron mucho la atención ya que muchas se encuentran todavía sin roturar, lo cual beneficia a los caballos", nos explica él. "Atravesar las vides a caballo es completamente diferente a hacerlo en coche, tienen una percepción muy cercana con la naturaleza", añade.

Cantares medievales

Mucientes acoge en su seno, además, una de las colecciones más completas de instrumentos medievales de España. El encargado de haberlos recopilado, reparado y mantenido ha sido Paco Diez, músico de oficio y especializado en música sefardí. "Comencé hace años con la colección, el objetivo inicial era hacerla de instrumentos del mundo, pero viendo que se hacía un poco indigesto finalmente me decanté por hacer la colección solo de instrumentos de España y Portugal", nos cuenta. "Mi primer instrumento fue una guitarra de tómbola, pero actualmente en la colección puedes encontrar de todo tipo, cordófonos, percusión, viento madera...", añade.

“La zanfona es un instrumento que se relacionó con los ciegos en la Edad Media”

Paco realiza recitales en el pueblo. Su instrumento favorito para ello es la zanfona, un instrumento “asociado con los ciegos durante buen aparte de la edad media” tal y como nos explica él. “Consta de una rueda accionada por una manivela, esta rueda funcionará de arco frotando las cuerdas, que pueden añadirse y quitarse para conseguir varias vibraciones simultáneas. Luego cortaremos la vibración de las cuerdas gracias a una espadilla, si cerrásemos los ojos por un segundo parecería que estamos escuchando una gaita” nos cuenta mientras nos deleita con un recital.