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Mariza celebra 20 años de carrera con un disco homenaje a Amália Rodrigues

  • Mariza canta a Amália es el trabajo que la cantante presentará el 14 de diciembre en el Teatro Real de Madrid
  • "Pero yo no quiero ser Amália, yo quiero ser yo", ha dicho en RNE

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Las mañanas de RNE con Pepa Fernández - Mariza celebra sus 20 años en la música

Amália Rodrigues es una leyenda del fado y Mariza, la cantante portuguesa más internacional de estos tiempos, le rinde homenaje en su último disco, Mariza canta Amália, con el que la artista celebra 20 años de carrera. Aunque ya había cantado temas de la mítica cantante, es la primera vez que Mariza publica un trabajo con un repertorio compuesto íntegramente por temas de Amália Rodrigues.

"Cuando canto a Amália estoy pasando un testigo a las nuevas generaciones de nuestra historia, que es muy rica", ha asegurado la cantante lusa en De pe a pa. "Pero yo no quiero ser Amália, yo quiero ser yo", ha dejado claro. Y ella es todo un icono de la música portuguesa en el mundo. "No me siento una fadista, me siento una cantante porque dentro de mi repertorio hay fados y otras canciones".

Para grabar este álbum Mariza, Premio Luso-Español de Arte y Cultura 2018, viajó a Río de Janerio y contó con arreglos y dirección de orquesta de Jaques Morelenbaum, con el que han trabajado entre otros Caetano Veloso. Así, a la guitarra y a la viola, propias del fado, sumó también la orquesta. El disco se terminó de grabar unos días antes del confinamiento.

"Yo estaba en Brasil grabando con orquesta y el maestro Morelenbaum y decían que Europa iba a cerrar y yo no lo creía. Llegué a Portugal y 15 días depués nos cerraron". Así que, dice, "el disco no respiró", hasta ahora.

La artista va a actuar próximamente en Alemana y después vendrá a España. Se la podrá ver en concierto en el Teatro de la Ópera de La Coruña (26 de noviembre), en el Kursaal de San Sebastián (30 de noviembre) y en el Teatro Real de Madrid, (14 de diciembre), lo que siente como una grandísima responsabilidad".

La cantante ha confesado en RNE que cada vez que sube al escenario se queda "aterrada". "Entro en pánico por tener la capacidad de estar a la altura de lo que la gente espera de mí, me entran ganas de llorar y es porque yo quiero dar mucho, que las personas tengan una experiencia inolvidable y sientan que ha merecido la pena".

Empezó a cantar antes de leer

"Cuanto más vida vivo más experiencia tengo para cantar", dice Mariz, quien empezó a cantar fados cuando era una niña en la taberna de su padre.

De padre portugués y madre mozambiqueña, creció en el barrio lisboeta de la Morería, cuna del fado, donde sus padres montaron una pequeña casa de fado y ella se empapó de la música tradicional portuguesa.

"Veníamos de Mozambique y para integrarnos mi padre dedició que teníamos que hacer tardes de fado en su tabernita. Yo le pedí si podía cantar", ha explicado, "no sabía leer y mi padre me hacía dibujos y aprendí los poemas con los dibujos y las melodías porque mi padre mes las grababa en un casete y yo me dormía escuchándolo".

Con 16 años alguien le dijo en su barrio que cantaba "diferente" y ella lo interpretó como algo negativo, entonces dejó de cantar fados. Volvió a interpretarlos a partir de los 23 años. Asegura que quien más le ha enseñado ha sido su madre Isabel. "Ella fue quien me enseñó a leer" y quien le abrió el mundo a la música. "Me enseó la música de Nina Simone, Michael Jackson, música de mozambique, grandes cantantes brasileñas, Frank Sinatra... tenía una cultura musical muy fuerte".

Ella piensa en la música como un tipo de religión. "Cuántas veces me están escuchando en otras partes el mundo, gente que no habla mi idioma, que no tiene mi ideología política o religiosa y estamos unidos por mi música".