La fruta que sabe a chocolate: zapote negro
- El zapote negro tiene un sabor a chocolate sorprendente y una textura muy parecida
- Esta fruta tropical aporta más vitamina C que la naranja y menos calorías que el chocolate
- Con el zapote negro se elaboran helados, tartas, puddings y muchos más dulces
Nos encanta el chocolate, pero sabemos que debemos consumirlo con cierta moderación por su gran aporte calórico. Pero, ¿cómo te quedas si te decimos que hay una fruta con sabor a chocolate que podrías comer a diario?
Se llama zapote negro, una fruta tropical con forma de caqui, aunque es verde por fuera y de color chocolate por dentro. Además, ¡tiene una textura parecida al chocolate fundido!
Esta fruta de chocolate proviene de un árbol llamado Diospyros nigra, emparentado con el ébano, del que se extrae una valiosa madera oscura como el tizón. Puede encontrarse en estado salvaje desde México hasta Ecuador, donde se la come cruda o en distintas elaboraciones dulces, como helados, tartas, flanes, puddings y panes. De forma más reciente, también ha empezado a cultivarse en otros climas cálidos: Florida, Australia, Filipinas, República Dominicana, Cuba y Hawaii son algunos de los territorios donde ya es posible comer zapote negro.
Al ser una fruta, el zapote negro tiene un perfil nutricional muy distinto al del chocolate: tiene menos calorías, unas 45 frente a las 500 que aportan unos 100 gramos de chocolate, y también contiene más vitamina C que una naranja una buena dosis de vitamina A. En los países de los que es oriundo, se usa en la medicina popular para combatir el insomnio, curar trastornos respiratorios y problemas cutáneos, así como para reforzar la vista, mejorar la energía y laxante.
Es importante consumirla cuando está madura, ya que de lo contrario puede ser algo irritante para el estómago. Lo sabremos porque su textura es más blanda y el color verde brillante se va tornando más amarillento.
No debemos confundir el zapote negro con los otros muchos zapotes que abundan en Centroamérica, como el zapote verde, el chicozapote o el mamey, que realmente provienen de la familia de las zapotáceas.