Imelda Marcos: 5 claves de la mayor dictadora y tirana del mundo
- Descubre la historia de la ex primera dama de Filipinas, reina de la tiranía y la corrupción
- Conocida como la "mariposa de acero", el documental desvela excesos y extravagancias increíbles
- The Kingmaker (2019), ¡ya disponible en RTVE Play!
Monstruosa, tirana, descarada y asquerosamente rica. Son los primeros adjetivos que vendrán a la mente de todo aquel que trate de explicar quién es Imelda Marcos tras ver el documental The Kingmaker (Imelda Marcos. El poder en la sombra) que estrena RTVE Play. Una película dirigida por Lauren Greenfield, el gran documentalista de la riqueza global, que retrata con furia y fascinación el perfil de la mujer que durante más de dos décadas llevó a cabo una de las más terribles dictaduras en Filipinas.
El documental repasa la vida despótica y excesiva de la conocida como mariposa de acero mostrando una personalidad que (en más de una ocasión) revolverá la conciencia y el estómago de los espectadores. A través de imágenes de archivos y entrevistas, Greenfield se cuela hasta en su vestidor -famoso por contar con más de 3000 pares de zapatos- para dar cuenta de una vida cimentada en una corrupción sin complejos.
Imelda Marcos. El poder de la sombra recoge desgarradoras entrevistas con quienes fueron detenidos y torturados como consecuencia de la cruenta ley marcial que puso en marcha el régimen Marcos durante nueve años y por la que se encarceló a 70.000 personas y se asesinó a 3.240, según Amnistía Internacional.
Junto a su marido, Ferdinad Marcos, uno de los líderes más corruptos del mundo, Imelda hundió al pueblo filipino en la más dura pobreza al tiempo que se lucraban de un saqueo desmedido, valorado en más de 10.000 millones de dolares, según la ONG Transparencia Internacional. Un atraco que llegó a entrar en el Libro Guinness de los Récords como el mayor robo jamás ocurrido dentro de un Gobierno.
Coincidiendo con el estreno de The Kingmaker, repasamos la figura de Imelda Marcos en cinco claves que repasamos a continuación:
Su descarada opulencia: el Imelda shopping
"Acumular cosas bellas no es un crimen. Nací ostentosa. Algún día mi nombre saldrá en el diccionario: imeldífico significará la ostentación y la extravagancia”, afirmó con descaro la primera dama de Filipinas en una entrevista realizada en 1998 en Associated Press. Mientras su pueblo vivía en la miseria, desnutrido y abandonado por todas sus instituciones, Imelda Marcos llevaba una vida de lujo y despilfarro descarada.
Entre sus tesoros, destacan las colecciones pictóricas, entre las que se encontraban más de 150 cuadros adquiridos con fondos malversados del Estado (algunos de Picasso, Goya, Van Gogh o Monet). También adquirió varias residencias y edificios. Uno de ellos fue el edificio Crown, en la exclusiva Quinta Avenida de Nueva York, por 39 millones de euros, y el centro comercial Herald por 46 millones.
Una vida a todo tren, en la que Imelda recorría el mundo para satisfacer sus caprichos, todo pagado con fondos públicos. Como sus los más de 3000 pares de zapatos que almacenaba en el palacio de Malacañang.
La mariposa de acero de raíces españolas
Hija de Remedios Trinidad y Vicente Romualdez. Los antepasados paternos de Imelda Marcos provenían de una familia terrateniente en Tolosa y Granada. Unas raíces que mantuvo vivas a lo largo de su vida con visitas frecuentes a España (pasó aquí su luna de miel), y no solo por las relaciones comerciales que Filipinas mantenía con España, sino también por relaciones de alto nivel.
De hecho, Imelda mantenía una amistad con los reyes de España a quienes acogió en Manila cuando pasaron por el archipiélago durante su viaje de novios y, cuentan sus biografos, tenía una estrecha relación con Franco, a quien reconocía admirar.
Orígenes falseados y concursos de belleza
En su extravagancia, el origen de Imelda Marcos también tiene genealogías diversas. Está la versión trágica, pero efectista, de una infancia de hambre y penurias de la que salió gracias a su belleza y un golpe de suerte. Una dama surgida de las cenizas. Un relato épico que sin embargo dejó de cobrar sentido hace tiempo.
Actualmente los biógrafos creen más acertado hablar de un origen más próspero que le permitió a Imelda cursar su educación primaria en uno de los mejores colegios del país, tomar lecciones de canto y aprender varios idiomas. En lo que coinciden todos es en contar su participación en el concurso de belleza de Miss Manila y, más tarde, su corta carrera como modelo en revistas y periódicos locales.
Siestas con perlas y animales éxoticos
Además de los zapatos y las compras excesivas, esta María Antonieta del Trópico cuenta con otras ocurrencias, como las camas de perlas que se preparaba para dormir cuando se alojaba en el Waldorf Astoria de Nueva York. Allí, dormía rodeada de largos hilos de perlas “porque le daban suerte”.
Aunque una de sus grandes muestras de lujo y poder fue la creación de su "paraíso africano". Una extraña reserva de animales salvajes que Imelda creó en la isla Calauit, un proyecto de absoluta vanidad que implicó expulsar del lugar a 250 familias de la tierra. En su lugar, llenó la isla con más de 60 jirafas, cebras e impalas importados de Kenia que, actualmente, tal y como muestra el documental de Lauren Greenfield no reciben el cuidado adecuado y se encuentran en una situación indigna.
La condena y la libertad
El 23 de marzo de 1990 tuvo lugar el primer juicio contra Imelda Marcos por corrupción y blanqueo de capitales. Un proceso que se alargó en le tiempo y la involucró en hasta 400 investigaciones judiciales. En 2018, la mariposa de acero vio como su castillo de poder y excesos se caía a sus pies.
El Tribunal Especial Anticorrupción emitió una orden de arresto contra Marcos, de 89 años, tras emitir la sentencia condenatoria por haber desviado 200 millones de dólares del erario público a sus cuentas privadas en entidades suizas mediante siete transferencias. Una cantidad que, según las estimaciones oficiales, no es ni la mitad del patrimonio que la pareja amasó de forma fraudulenta. La condena por delitos fiscales se elevó hasta los 42 años, sin embargo sus abogados apelaron y el proceso sigue abierto. Ahora, tal como desvela el documental que llega a RTVE Play en abierto, Imelda está trazando un plan para reconquistar la Presidencia de Filipinas para su hijo y restituir la reputación de su familia.