¿Por qué nos gusta cantar en la ducha?

• El comportamiento de las ondas en la ducha hace que tengamos la sensación de cantar mejor
• La reverberación hace que las notas se estabilicen en la ducha, reduciendo la voz temblorosa
• Este martes, Órbita Laika viaja a la ciencia del sonido en La 2 de TVE

¿Por qué nos gusta tanto cantar en la ducha?

Vas por tu casa tarareando una canción. No acaba de sonar del todo bien. Entras en la ducha. Suena muchísimo mejor. ¿Qué ha pasado? Tenemos una mala noticia: la ducha no da superpoderes para cantar.  Hay una explicación científica.

En la ducha, el comportamiento de las ondas sonoras varía en función de su frecuencia: las más agudas tienen suficiente energía como para ser absorbidas y “atravesar” las paredes del baño, mientras que las más graves rebotan, haciendo que regresen a nuestro oído y dándonos la sensación de tener una voz más potente. Las personas tendemos a desafinar más en las notas agudas, por lo que la balanza se inclina hacia aquellas partes de la canción donde “damos más la nota” (literalmente), haciéndonos creer que estamos siguiendo la melodía sin incorporar notas que poco tienen que ver con ella. Por esta misma razón, las personas con voces más graves notan en mayor medida su "superpoder" musical cuando se lanzan a cantar en la ducha.

Las paredes de la ducha, además de tener un comportamiento diferente para las notas graves y agudas, cumplen otra función: generar reverberación. Cuando este efecto opera sobre nuestra voz,  las notas más temblorosas se estabilizan, de manera similar a lo que sucede con los micrófonos de los karaokes. Pero en la realidad, las notas temblorosas no desaparecen.

Órbita Laika: la ciencia del sonido

¿Cómo cambia la percepción auditiva con la edad? ¿Qué órganos utilizan los animales para escuchar? ¿Cómo funciona el oído humano? El martes 16 de noviembre, Edu Sáenz de Cabezón y el equipo de colaboradoras y colaboradores viaja a la ciencia del sonido para encontrar respuestas. ¡A las 22h en La 2 de TVE!