Venecia solo hay una
- El Gran Canal, la plaza de San Marcos, el campanile o el Palacio Ducal son imprescindibles, pero hay seis sestieri llenos de lugares interesantes
- Murano por el cristal, Burano con sus casas de colores y la pequeña Torcello son las tres islas imprescindibles de la laguna de Venecia
- En los bacari, los bares típicos de la ciudad, se pueden probar los cicheti, tapas venecianas
Todo el mundo quiere parecerse a Venecia y para muestra todas las Venecias autoproclamadas del mundo (la Venecia del norte, la del Báltico, la portuguesa, la del Pacífico...), pero Venecia solo hay una: la auténtica, la capital del Véneto, la italiana.
En El gallo que no cesa nos hemos acercado hasta allí para recorrer sus canales, cruzar sus puentes, caminar por la piazza de San Marco, acercarnos al palacio Ducal, montar en vaporetto y recorrer sus islas más famosas. Más allá de las visitas típicas, hemos sacado tiempo para adentrarnos en la Venecia de los venecianos.
Una ciudad sobre el mar
“Un lugar único” es una expresión manida salvo si hablamos de Venecia. Su singularidad se percibe nada más poner un pie en ella. Ubicada en el mar Adriático no tiene calles, sino canales. “Está formada por 118 islas, unidas todas ellas por 400 puentes que se reagrupan en seis barrios o, como dicen los venecianos, sestieri”, explica Veronica Molinari, directora de ENIT en España, la agencia nacional italiana para el turismo.
Por su fisonomía, recorrer Venecia es diferente a caminar por cualquier otro lugar, aunque no para sus habitantes “Para mí eso es la normalidad” cuenta el veneciano Stefano Scarpa, que se dio cuenta de lo especial que es su ciudad natal cuando se fue a vivir a Milán. “Pasear por esta ciudad es algo raro que a mí me da una sensación de libertad y una sensación de que el tiempo de nuestra vida tiene que cambiar, el ritmo, porque en Venecia el ritmo es bajo”.
Un ritmo pausado que sobre todo se debe a que “no existen los coches, vas por una ciudad en la que no hay coches, hay barcos”, cuenta Sara Amata, la italiana que está detrás del blog de Salta Conmigo. “Lo de único, es de verdad”, sentencia.
Por la estructura de la ciudad y por la numeración de los canales, perderse es inevitable, aunque siempre es un placer vagar por Venecia.
Entre canales, monumentos, puentes e islas
Empezamos el recorrido visitando los lugares imprescindibles. Sitios que aparecen en todas las guías como el Gran Canal, que con cuatro kilómetros es el mayor de la ciudad. Está rodeado de palacios renacentistas y góticos y atravesado por varios puentes, algunos muy monumentales como el Rialto. Para descubrirlo, Molinari recomienda subirse a uno de esos autobuses acuáticos, “el vaporetto número 1 que recorre todo alrededor de él y vas disfrutando de estos palacios”.
Otro de los imprescindibles es la piazza San Marco, la única de Venecia, “el resto son piazzale o campos”. En ella, están los cafés con más solera de la ciudad y edificios históricos como la basílica de San Marcos o el Campanille.
En un extremo, se levanta el Palacio Ducal, “una obra maestra del arte gótico” que servía como sede del duque y de la magistratura veneciana. Por fuera es tan espectacular como por dentro ya que “los mejores pintores desde Tintoretto a Veronese contribuyeron con sus obras a embellecer las paredes y los techos de este palacio”.
Muchos turistas se quedan en el centro de la ciudad, pero la vida se extiende por todos los sestieri . “Yo, por ejemplo, estoy enamorado de la parte de Venecia que se va hacia el lido, hacia la playa”. Scarpa también recomienda el barrio de Castello con su arsenal y algunas experiencias que solo se pueden vivir en Venecia como “aprender a remar a la veneta, que es una manera totalmente independiente del resto del mundo”.
No remando, pero sí en vaporetto, podemos llegar a las islas de la laguna y visitar las tres que selecciona Sara Amata: Murano, “sobre todo por el cristal”, Burano, “famosa por dos cosas, por el encaje y por sus casitas de colores”, y Torcello, “una isla muy pequeñita, con menos de 30 habitantes y con una iglesia bizantina, la de Santa María Assunta, que os va a encantar”.
Gastronomía: de tapas por Venecia
Entre visita y visita hay que parar a comer, por necesidad y, evidentemente, por placer, para descubrir las particularidades de la gastronomía del Véneto y de Venecia.
Se come mucho pescado y marisco y Stefano nos aconseja la polenta con schie. “Schie son estas gambas muy, muy pequeñas típicas de la laguna”. También el arroz con guisantes risi e bisi y sepia a la veneciana.
Sara opta por los bigoli alla scogliera: “Los bigoli es una pasta típica del véneto, son parecidos a los espaguetis, un poco más gorditos, hechos a mano y estos en particular son con marisco”.
Y para que llenar la panza no vacíe nuestros bolsillos, lo mejor es dejarse guiar por las recomendaciones de los locales y por ejemplo, entrar en un bacaro, un bar veneciano para tomar unos cicheti, “son tapas típicas de Venecia”. Buon appetito.