Daniel Brühl, el actor que triunfa con Tarantino, Marvel y en el cine independiente
- Repasamos la trayectoría de un actor que brilla en el cine independiente y en grandes taquillazos
- Acaba de presentar su debut como director en el Festival de Cine de Sevilla
- Su paso por Hollywood le ha llevado a convertirse en el nuevo villano de Marvel, Helmut Zemo
La palabra inclasificable se creó para tipos como Daniel Brülh. Un actor de rostro sobrio, mirada enigmática y aire de lord europeo con la que ha recreado a los personajes más dispares del cine. Niño pródigo del cine europeo, tras conquistar las pantallas con Goodbye, Lenin! (2003), Brülh ha estado a las órdenes de grandes directores como Quentin Tarantino o Ron Howard y hace poco entró a formar parte del universo Marvel, enfundado en la piel del villano Helmut Zemo.
Su nombre completo le delata: Daniel César Martín Brühl González. De padre alemán y madre catalana, Brülh nació en Colonia (Alemania), pero una parte de su vida la ha pasado en Barcelona. En una de sus estancias allí, en el barrio de Gràcia donde el actor aún mantiene una de sus residencias, surgió la idea de la que hoy se ha convertido en su primera película, Next Door (2021), presentada esta semana en el Festival de Cine de Sevilla.
Next door, su debut como director
El actor ha decido traspasar una línea más en su trayectoria cinematográfica para ponerse detrás de las cámaras en esta historia que ahonda la problemática de la gentrificación y que se basa en algunas experiencias que el actor ha vivido en primera persona. El protagonista, de hecho, comparte muchas similitudes con Brühl, al que el mismo interpreta. Un actor, afincado en un moderno barrio de Berlín que se acaba topando en un bar con un vecino que quiere cantarle las cuarenta.
Tanto en Berlín como en Barcelona, Brühl que posee una mezcla de rasgos muy particular que le hacen de aquí y de allá y al mismo tiempo de ninguna parte, ha sentido siempre que para los demás él no encaja del todo. Algo así como un foráneo eterno, que como cuenta en una entrevista a El País, le ha valido más de un comentario. Y ese es precisamente el punto de partida da la película.
Un hombre de mundo que habla con total fluidez inglés, alemán, francés, castellano y catalán y cuya poliglotía le ha abierto muchas puertas para conseguir papeles de diferentes nacionalidades. Su primera aparición en pantalla fue en la televisión, en una serie alemana llamada Amor prohibido, estrenada en 1989. Antes de darse a conocer en medio mundo con Goodbye Lenin! (2003), participó en una película canadiense llamada La fuerza del pasado (2000) en la que compartía guion con una, entonces desconocida, Kirsten Dunst.
El salto a Hollywood y su incursión en España
Su primer contacto con el cine español llega de la mano de Luis Tosar, con quien compartió protagonismo en la película Cargo (2005), pero sería unos años más tarde cuando consigue meterse en la taquilla nacional con Salvador (2006), de Manuel Huerga. Un retrato de los últimos días de Salvador Puig Antich, por la que consigue su primera nominación al Goya a mejor actor. Su saltó a Hollywood lo da con El ultimátum de Bourne (2007), la tercera entrega de la saga de Jason Bourne. Una trayectoria internacional que le llevará años después a mirarse frente a frente con Quentin Tarantino, que lo recluta para interpretar a un héroe nazi en Malditos bastardos (2009). En 2013, gracias a Ron Howard logra su primera nominación en los Oscar como Mejor Actor de Reparto, por su interpretación de la leyenda de la Fórmula 1 Niki Lauda en Rush.
Más allá del cine, el actor también ha probado suerte en el mundo literario, publicando su primera novela en 2012, titulada Un día en Barcelona. Toda una carta de amor a su ciudad natal, en la que Brühl charla con jugadores de petanca y ruidosos verduleros, mientras va acordándose de su abuelo, un austero andaluz que había sido cronista taurino, y también de Marie, su primer amor, a quien quiso impresionar saltando desde una torre de diez metros de altura.
Una vida personal discreta
No sabemos si su actual pareja, la psicóloga alemana, Felicitas Rombold, le ha hecho saltar desde alguna torre en Berlín, pero ambos llevan juntos desde hace más de 10 años, casados en 2017 y padres de dos hijos. Ellos son su universo, más allá del mundo Marvel con el que desde este año ha ampliado su contrato gracias a la serie Falcon y el Soldado de Invierno, en la que el actor vuelve a meterse en la piel de Zemo, personaje que ya interpretó en Capitán América: Civil War (2016), una explosiva serie que realiza para Disney+.
Por si faltase algo más, el actor hispano-alemán también ha decidido sumarse al mundo de la producción en su próximo proyecto. La adaptación de la novela de Erich Maria Remarque sobre la I Guerra Mundial, Sin novedad en el frente (2022) un clásico del antibelicista que ya ha sido adaptado a la pantalla y de la que Brülh será protagonista y productor.