Trucos para cocinar con miel platos dulces y salados
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- La miel ya no solo se usa en los postres, sino también sirve para carnes, salsas y ensaladas
- 'Aquí la Tierra' visita al cocinero Iván de la Cruz para descubrir los mejores secretos culinarios
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El dulce es uno de los sabores más aclamados, suele acompañarnos en nuestro día a día, en fiestas de cumpleaños y en un buen postre de restaurante. El azúcar, la panela, la estevia o la fructosa son alguno de los recursos que despiertan este sabor en nuestras papilas gustativas. La miel es otro de ellos, un manjar pegajoso que vuelve locos a grandes y pequeños gracias a su rico dulzor natural. Espesa, anaranjada y tradicionalmente utilizada para preparar postres. Un hábito, como muchos, reconvertido, porque hoy ya no solo se emplea este producto en cocinar pastelería, sino también para elaborar menús salados.
Aquí la Tierra ha querido indagar más sobre este secreto y se ha desplazado hasta el Restaurante Villa de Brihuega para hablar con el cocinero Iván de la Cruz. Resulta que gastan una media de 80 litros al mes de miel, puesto que lo utilizan tanto en vinagretas para ensalada, hasta en cocciones a baja temperatura en miles de platos. ¡Mira todo lo que ha contado!
Miel y glaseado para las carnes al horno
La primera propuesta del cocinero es utilizar este ingrediente estrella para darle sabor a las carnes al horno. En este caso, elabora un lingote de rabo de toro a baja temperatura. Primero se aliña con su salsita y su jugo y, por último, se echa una capa de azúcar y glasearlo con un poquito de miel. Para conseguir un tostado espectacular se utiliza un soplete o el método tradicional, 7 minutos al horno a 250 grados y ¡listo! Esta innovadora idea sirve para cualquier tipo de carne, ya sea cochinillo, cordero o una pechuga de pollo.
Miel, suzette y foie: un irresistible caramelo para la carne
Al Iván de la Cruz no le gusta el foie, y por eso inventó una ingeniosa manera de adaptar la receta a su paladar. Decidió optar por una suzette, una preparación antigua de origen francés que se elabora con un poquito de zumo de naranja. Este sabor cítrico, mezclado con la manteca que suelta el foie, más la miel y la propia cocción, se logra una especie de caramelo ideal para la carne.
La salsa multiusos
Esta propuesta del chef vale para cualquier cosa: hamburguesas, vinagretas, ensaladas, pollo… Todo empieza con media fruta de la pasión y el jugo de media lima. Se le mezcla un poquito de mostaza, mayonesa, aceite de oliva y, por último, la miel. Un recurso muy rico para darle sabor a nuestros platos.
En el postre no podía faltar
El clásico también tenía que estar, la miel en el postre, pero esta vez como sustituta del azúcar blanco. El truco es que, por cada cuatro cucharadas de azúcar, serían dos de miel. ¡Apunta y no lo olvides!