Feministas católicas: contra la invisibilidad de las mujeres en la Iglesia
- Religiosas y laicas luchan a través de la “revuelta de mujeres” contra la discriminación en el seno de la Iglesia Católica
- El sacerdocio de las mujeres es un icono de la igualdad, en opinión de las teólogas feministas
- Puedes ver Objetivo Igualdad este sábado a las 16:30 en el Canal 24 horas y RTVE Play
“Limpiar y poner flores, que lo hagan los señores” o “Una iglesia clerical no se puede soportar” fueron frases que se oyeron con contundencia el 1 de marzo de 2019 frente a la Catedral de la Almudena en Madrid y a las puertas de otros muchos templos del país. Eslóganes coreados por un grupo de mujeres creyentes de distintas edades organizadas en torno a la “revuelta de mujeres”.
"Un movimiento espontáneo nacido de la rebeldía y de la indignación", dice Pepa Torres, religiosa de la Congregación Apostólicas del Corazón de Jesús, filóloga, teóloga, educadora social y feminista. “Tras el sínodo de la Amazonia, y a pesar de lo prometido, a las mujeres se nos sigue negando el voto, se nos sigue invisibilizando; pero nos organizamos. Nos sumanos a las huelgas feministas, a las Voices of Faith y ahí estamos, dos años después preparando un gran Catholic Consilium Woman”, nos anuncia.
Considerado "los movimientos eclesiales más importantes de los últimos años en España" por la revista Alandar que les ha concedido el premio de este año 2021.
Para Marifé Ramos, doctora en Teología con 42 años de experiencia en la docencia, madre de dos hijos y divorciada, esta revuelta de mujeres creyentes busca un cambio en profundidad en la Iglesia: “No es solo que tengamos voz, pedimos también voto en muchísimas decisiones, corresponsabilidad, igualdad, fin de los malos tratos dentro también en la Iglesia y acabar con pederastia, por supuesto. Tenemos que reconstruir la comunidad eclesial desde otros parámetros de igualdad, participación, espíritu crítico, diálogo“. Además, subraya: “A lo largo de la historia se ha cubierto con un velo el trabajo de las mujeres, ya es hora de que se haga visible".
Teología feminista
Para muchos fue una sorpresa ver a mujeres laicas y religiosas alzar la voz contra la jerarquía aunque, según explica Pepa Torres: "En la iglesia cristiana y católica siempre ha habido mujeres que han desobedecido al patriarcado". Y nos cita los ejemplos de las Beguinas, mujeres cristianas que, en el siglo XII, decidieron agruparse para vivir juntas su deseo de entrega a Dios y a los más necesitados, pero haciéndolo al margen de las estructuras de la Iglesia católica. Reformadoras como Mery Word, condenada por hereje por aspirar a crear una institución similar a la Compañía de Jesús, pero para mujeres, o Teresa de Jésus: "Hay algunos textos de ella que han estado invisibilizados, recuperados ahora con las investigaciones, en los que habla del hostigamiento de los varones de la Iglesia hacia sí misma", asegura esta teóloga.
Así como surgió en su día la Teología de la liberación, la Teología feminista, pretende una liberación del patriarcado. Lee la tradición bíblica cuestionándola, recupera nuevas imágenes como el dios madre, utiliza un lenguaje más inclusivo, cuestiona una moral pensada, dice Pepa Torres, desde los intereses de los varones y fuertemente sancionadora con los cuerpos de las mujeres. También persigue recuperar la memoria de las mujeres marginadas, invisibilizadas, expulsadas también de la historia de la Iglesia.
El sacerdocio es el icono de la desigualdad
"El sacerdocio de las mujeres rompería uno de los grandes muros de la Iglesia contra la desigualdad", afirma Marifé Ramos. "No es solo una imagen. Ver a las mujeres en el altar traería otra liturgia, otro lenguaje, otra pastoral, otra catequesis, porque las mujeres tendríamos otra forma de estar en ese puesto. Sería una conmoción, por eso entiendo que quieran poner tantas barreras", dice con ironía. “Sigue habiendo mucho feudalismo en la iglesia” concluye esta laica.
“No es lo que más nos importa a las mujeres católicas, pero el sacerdocio es un icono de la desigualdad, que una mujer por el hecho de ser mujer no pueda representar a Cristo. Nosotras no estamos de acuerdo con que sólo los varones representan a Cristo, ni solo los sacerdotes, creemos que a Cristo lo representa el pueblo de Dios, también los laicos. Creemos en una Iglesia más ministerial que clerical. En eso estamos con el Papa Francisco que está en contra del clericalismo”, subraya la teóloga Pepa Roma
“Creemos en una iglesia más ministerial que clerical“
“Lo que buscamos las mujeres como los laicos en la iglesia es poder tener una corresponsabilidad, en el ser y en el actuar de la Iglesia, lo que implica poder tener puestos de responsabilidad como los varones“, dice Raquel Peréz San Juan, Directora del Secretariado de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal Española. Desde su puesto detecta cómo en la Iglesia y en la sociedad en general las mujeres al servicio de la vocación y de la misión de la Iglesia son mayoría, aunque su trabajo no siempre sea visible: en los puestos de responsabilidad escasean las mujeres.
Para esta laica, perteneciente a la Institución Teresiana, la presencia de las mujeres es imparable en las catequesis, entre las docentes y en las facultades eclesiásticas. Y nos recuerda como al frente de la Universidad Pontificia de Salamanca, está como Rectora Mirian Cortés, canonista y Catedrática de Derecho Eclesiástico del Estado.
Ser feminista y católica
Teresa Gutiérrez, secretaria general de la JEC (Juventud Estudiante Católica) es violonchelista, profesora de música, ronda los treinta y todavía se sorprende de las veces que le han preguntado cómo se puede ser feminista y católica. Como si fuesen dos términos incompatibles.
“No te sabría decir si me he sentido más discriminada por algunos colectivos de la Iglesia por ser feminista o en algunos colectivos feministas por ser católica”, nos explica. "A mí es el Evangelio el que me da ese mensaje de tolerancia, de amor, de sensibilidad social”, confiesa esta joven. “Lo que pasa es que ser católica está asociado a votar a un determinado partido, a tener unos discursos muy marcados sobre el aborto, la eutanasia, la moral sexual pero la Iglesia tiene también otros discursos“, se lamenta.
“Ser católico no implica ser de VOX , ni implica votar a PP“
Una opinión que comparte la teóloga Pepa Torres: ”Ser católico no implica ser de VOX, ni implica votar al PP, a algunos nos parece incluso una contradicción. No podemos olvidar que existe una tradición de católicas y católicos de izquierdas en nuestro país, especialmente en la transición. Muchos cristianos y cristianas militamos en el activismo de los barrios, en la sociedad civil, en el feminismo", concluye esta monja activista como se define a sí misma.
Servidoras sí, sirvientas no
Según los últimos datos publicados por la Conferencia Episcopal Española en nuestro país hay 70 diócesis con 22.997 parroquias en las que ejercen 17.337 sacerdotes. Entre las comunidades religiosas, las mujeres son mayoría: 29 mil religiosas frente a 9 mil religiosos. En las misiones también ganan las mujeres con un 54% frente al 45% y también hay más laicas que laicos. A pesar de los aires de cambio que ha traído el Papa Francisco la Iglesia sigue proyectando al mundo una imagen de mujeres sometidas a los varones y sobre todos a los clérigos.
“No es lo mismo ser servidoras que sirvientas”, dice la teóloga Marifé Ramos en relación con las denuncias de las monjas utilizadas como sirvientas en el entorno de la Curia Vaticana. "Hace falta un cambio radical", insiste: “Me parece un abuso que el prototipo sea la mujer callada y sirviendo, porque así se parece más a la Virgen María. Mientras se les lance a las mujeres la idea de que esa es la mejor forma de estar en la Iglesia tendrán sirvientas gratis y calladas sin límite y convencidas además de que es lo mejor que pueden hacer. Pues no, la Iglesia necesita mujeres con voz y voto, responsables, dispuestas a empujar el cambio", concluye esta teóloga.
“la Iglesia necesita mujeres con voz y voto“
Camino Sinodal
Para Raquel Pérez San Juan, el camino sinodal abierto por el Papa Francisco con la vista puesta en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se celebrará en octubre de 2022, puede ser una oportunidad para reconocer que todos pueden hablar y ser escuchados: "Ojalá la jerarquía perciba este impulso de las bases de la Iglesia y no deje pasar la ocasión", afirma Marifé Ramos. Una opinión que corrobora Pepa Torres: "La esperanza que tenemos no es tanto en la Iglesia, sino en las mujeres de la Iglesia, que en estos últimos años 20 estamos cambiando mucho. Hay que pasar de los discursos a las decisiones. La iglesia no es una democracia, pero no puede ser menos que una democracia. La voz del pueblo de Dios, debe escucharse", afirma y sentencia: "Creemos en la ecclesia de los iguales entre los que deben estar las mujeres".