Trujillo, la riqueza viene del Nuevo Mundo
- Cuna de exploradores como Pizarro u Orellana, las calles de Trujillo están llenas de palacios, casonas e iglesias
- Por la variedad de paisajes, la comarca Miajadas-Cáceres es un buen destino para observar aves
La zona en la que se asienta Trujillo lleva habitada miles de años. Por aquí pasaron celtas, romanos, visigodos, musulmanes y cristianos y todos dejaron su huella, aunque la riqueza que vemos hoy en día en casonas, palacios e iglesias proviene de las conquistas del Nuevo Mundo.
Trujillo es la cuna de algunos grandes aventureros como Francisco Pizarro, conquistador del imperio Inca, el actual Perú, o Francisco de Orellana, que llegó hasta el río Amazonas.
En El gallo que no cesa hemos paseado por las calles de Trujillo y después, hemos cogido los prismáticos para recorrer la comarca de Miajadas-Trujillo, un destino ornitológico de primera.
Desde la plaza Mayor al castillo
El recorrido empieza en la plaza Mayor, una plaza renacentista con cinco siglos de historia, rodeada de palacetes y casas blasonadas con soportales y donde se encuentra una de las iglesias más bonitas de Trujillo: la de San Martín de Tours.
Aquí también está la oficina de turismo y en ella María José Mateos: “Es una plaza que fue mercado en el siglo XVI y cada soportal tiene los diferentes productos que se vendían en la plaza: el lienzo, el pan, la carne, la verdura...”.
La estatua ecuestre de Pizarro preside la plaza, aunque si queremos descubrir su legado hay que acercarse a su casa-museo. En la planta de abajo, se recrea su vivienda y se exponen objetos traídos de América, mientras que la de arriba está dedicada a la vida y a la obra del personaje.
Además de Pizarro, también son de aquí otros conquistadores como Francisco de Orellana o Diego García Paredes, hijo del Sansón Extremeño, un militar famoso por su fuerza.
¿Por qué en Trujillo y en esta zona en general nacieron tantos aventureros que partieron hacia el Nuevo Mundo? Más allá del romanticismo y el amor patrio, les motivaba llenar la panza: “La mayoría de ellos se enrolaron simplemente para ganar un poquito más de dinero. Nunca se imaginaron que muchos de ellos iban a tener la fama que después recibieron. Incluso a muchos de ellos les daba igual morir de la pobreza que tenían”.
Seguimos caminando por las calles empedradas y empinadas de Trujillo, descubriendo en cada rincón una casona o un palacio, algunos muy curiosos por sus ventanas esquineras que permitían observar dos calles al mismo tiempo. Y llegamos, de esta manera, a la iglesia de Santa María la Mayor, una mezquita en tiempos de los musulmanes.
Precisamente de esta época es el castillo, una alcazaba árabe conocida en todo el mundo porque ha aparecido en varias películas y en la serie Juego de tronos. Desde lo alto las vistas se extienden por toda la comarca, con las llanuras en primer plano y las montañas a lo lejos.
Prismáticos y a observar aves
El crotoreo de las cigüeñas, el gruir de las grullas o el trisar de las golondrinas marcan las distintas épocas del año en la comarca de Miajadas-Trujillo. La diversidad de paisajes provoca una enorme variedad de fauna, sobre todo de aves. Se han identificado 275 especies diferentes.
“Tenemos en zonas de llanos las aves esteparias, avutardas, sisones y demás; en las zonas de dehesas, las aves más típicas de ese ecosistema; hay algunos humedales que son espectaculares para ir a ver aves; el que quiera aves de zonas de montaña, tenemos Madroñera y Garciaz y luego están las Vegas del Guadiana, esos arrozales que son espectaculares en invierno para las grullas”, cuenta Fernando Yuste, biólogo y técnico de turismo del grupo de acción local Miajadas-Trujillo.
Para saber cómo identificarlas e informarse sobre las mejores épocas y lugares para verlas y acerca de los puntos de observación existe la página iberoaves.com.
Y entre ave y ave, siempre podemos visitar los pueblos. En este caso, la variedad es marca de la casa. Los hay con siglos de historia como Trujillo o la Aldea del Obispo; otros donde el paso del tiempo ha dejado huellas profundas, es el caso de Miajadas, y también algunos de reciente creación, como los que se levantaron con el Plan Badajoz.
Más allá de paisajes y fauna, Trujillo se lleve la fama, en la comarca hay 18 municipios más. Y lo primero vamos a fijarnos en los paisajes porque hay un poco de todo.
Lo que comparten es una gastronomía donde destacan productos como el queso, el vino, el aceite o el cerdo ibérico con el que se elaboran todo tipo de platos y embutidos para chuparse los dedos.