Jorge Pla-García: "Ir a Marte es muy difícil, pero es el destino más fácil y económico de todo el Sistema Solar"
- Javier Santaolalla charla con Jorge Pla-García, doctor en Astrofísica, y candidato a astronauta en la convocatoria de la ESA
- Como científico planetario analizada cada día la meteorología de Marte en su trabajo en el Centro de Astrobiología (CISC-INTA)
- La última frontera, un documental sobre el presente y futuro del universo disponible en RTVE Play
Jorge Pla-García, doctor en Astrofísica y trabaja en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA Se dedica al estudio de la atmósfera de Marte como científico planetario. En el año 2021 ha decidido, por segunda vez en su vida, presentarse al proceso de selección de astronautas que ha convocado la Agencia espacial Europea (ESA
“He decidido presentarme porque es un sueño que tengo desde pequeño. Siempre me he sentido muy atraído por el espacio. Ahora me siento un privilegiado por poder trabajar en tres misiones espaciales de NASA a Marte”, explica, siendo muy consciente de que es extraordinariamente difícil llegar a ser astronauta.
Comparte objetivo con Javier Santaolalla, físico y también aspirante a conseguir una plaza en el cuerpo de élite más exclusivo del planeta. Juntos charlan en el episodio 3 de la serie documental La última frontera -disponible gratis y online en RTVE Play- sobre viajes viajes espaciales y los requisitos necesarios para que un ser humano pueda visitar Marte.
¿Qué cualidades se necesitan para ser astronauta?
Creo que hay que ser explorador, hay que estar muy motivado y sobre todo tener habilidades, como por ejemplo ser capaz de resolver problemas complejos, teniendo muy poca información en situaciones de estrés. Hay que mantener la calma, saber enfocar la atención en lo que se puede controlar y aceptar lo que lo que no se puede, sin que ello te desborde emocionalmente.
Es decir, hay que tener mucha inteligencia emocional. También hay que tener capacidad de gestionar la crítica, sin tomártelo como algo personal. Capacidad para seguir protocolos establecidos, obedecer órdenes, equipo, humildad para realizar tareas que a lo mejor no pensabas hacerlas. Sabe reconocer errores. Y sobre todo, una cosa muy importante y que poco se comenta: Hay que tener habilidades de comunicación y de trabajo en equipo con personas muy diferentes, de culturas diferentes que hablan idiomas diferentes. Un poco un astronauta es un embajador de su país.
También hay que saber gestionar la distancia con la familia, sin perder la identidad propia y también sin dejar de sentirte querido por ellos.
¿Qué peso han tenido las películas de ciencia ficción para que tomaras la decisión de presentarte a astronauta?
Sin lugar a dudas, en esa transición entre niño y adulto las películas de ciencia ficción tienen un peso fundamental a la hora de tomar la decisión de ser científico o de ser astronauta. Quien diga que las películas de ciencia ficción no son necesarias, miente. Yo creo que son imprescindibles, son el caldo de cultivo perfecto, son la gasolina que se necesita para verdaderamente empezar esta carrera tan bonita de ser científico o ser astronauta.
En mi caso, hay películas que me han marcado como La guerra de las galaxias cuando era pequeño, la película de Contact - adaptación cinematográfica de la novela del mismo nombre, escrita por Carl Sagan en 1985-, o más recientemente la película de The Martian, que es una película formidable y impecable desde el punto de vista técnico.
Sabes que es una carrera de fondo, y a lo mejor el resultado no es el deseado, ¿cómo lidias con esto?
Yo tengo absolutamente asumido que es casi imposible conseguirlo. Mi sueño es pasar la primera de las seis fases. Para mí eso sería un logro increíble. En la última convocatoria (2008/2009) se presentaron casi ocho mil personas en todo el continente, que es un número enorme. Pasar la primera fase, el primer cribado, sería increíble. Pero vamos, yo tengo los pies en la tierra. Espero que no por mucho tiempo, pero tengo los pies en la tierra.
Jorge cuéntanos, ¿en qué consiste tu trabajo dentro del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA)?
Me he especializado en atmósferas extraterrestres y en estos momentos estudio la de Marte a través del análisis de los datos de nuestras estaciones meteorológicas que tenemos en Marte y también a través de modelos. Tenemos simuladores informáticos del tiempo meteorológico, como los que tenemos aquí en la Tierra, que hemos adaptado a Marte.
Mi tarea es estudiar cuál es el comportamiento de la meteorología marciana, a partir de los datos reales que tenemos con las observaciones hoy en el suelo y también desde órbita y de los resultados de nuestros modelos de predicción.
Además, estoy involucrado en las tres misiones de NASA que están trabajando en la actualidad en suelo marciano: la estación meteorológica española MEDA en el rover Perseverance, REMS en el año 2012 en el Curiosity, y Twins en InSight en el 2018.
España es la primera nación de la historia que consigue medir el tiempo meteorológico en un cuerpo extraterrestre de forma simultánea con tres estaciones.
Mi tarea con las tres misiones, pues además de ser operador, programo las estaciones meteorológicas para sus tareas. En Marte se hace todo en diferido. Son 225 millones de kilómetros de media, por lo que no tenemos la capacidad de teledirigir las estaciones en tiempo real. Los cacharros hay que programarlos para que hagan las tareas al día siguiente. Como científico, descargo los datos a tierra, e interpreto que está pasando allí. Es decir, cómo se producen las tormentas, los vientos, los cambios de temperatura, las estaciones.
¿Cuál es la cualidad más importante que necesita un astronauta para llegar a Marte?
El espacio es un entorno muy, muy hostil, incluso más hostil que el que hay en Marte. El problema que tiene un viaje a Marte, sobre todo, es la duración. Tenemos que hacer muchos ensayos, muchos experimentos en tierra, simulando una misión prolongada, como mínimo una misión al planeta rojo puede durar unos dos años. El viaje de ida dura entre 7 y 9 meses, más el viaje de vuelta, más unos días o semanas de exploración en superficie. En mi humilde opinión, a día de hoy, veo muy improbable una base permanente en Marte. Lo de ‘ir a vivir a Marte’, yo no lo veo ni a corto, ni a medio plazo; lo veo para los siguientes siglos, quizás para el siglo XXII.
Lo que sí que veo, y creo que vamos a poder disfrutar todos es de ver a un ser humano caminando por la superficie de Marte. Quizá no para las fechas tan optimistas que ha puesto NASA y SpaceX del año 2038. Yo creo que va a ser más para la década de los 40. Es complicado, pero lo vamos a ver. Solo ir, tocar y volver, es decir, explorar allí unos días o semanas y volver.
¿Cuál es la mayor dificultad de vivir en Marte?
Lo que más nos preocupa es la radiación, porque en el espacio la radiación es muy dañina. Aquí en la Tierra tenemos la suerte de contar con la atmósfera terrestre. La solución es acortar el tiempo de las misiones. Además, en Marte las temperaturas son desagradables; la temperatura media del planeta son -65ºC. Podemos tener temperaturas máximas, en la zona más caliente del planeta que es el Ecuador y en el día más caliente del año, de unos 6-7ºC. Pero por la noche, las temperaturas pueden descender muy fácilmente hasta los -80ºC, -90ºC, -100ºC. Es decir, hay mucha diferencia de temperatura entre el día y la noche, y esto hay que tenerlo en cuenta.
“el primer peligro de Marte es la radiación y el segundo es el polvo atmosférico“
Además, hay muchísimo polvo en suspensión en la atmósfera marciana. También hay muchas tormentas de polvo estacionales o incluso tormentas globales que cubren todo el planeta. Son muy peligrosas porque aumentan los vientos, disminuye la visibilidad. Es un polvo muy fino que se mete por todos lados y puede dañar la instrumentación.
Es por esto, que para mí el primer peligro de Marte es la radiación y el segundo es el polvo atmosférico. Sin olvidarnos de los otros factores como el aislamiento, la distancia y el periodo tan prolongado de tiempo que dura la misión, mínimo dos años.
¿Puede ser un problema la falta de oxígeno?
Sabemos que aunque en Marte no hay oxígeno o hay muy poquito, tenemos la capacidad de fabricarlo en la atmósfera de Marte. La mayor parte de la atmósfera es de CO2, dióxido de carbono un 96% y sabemos que podemos romper la molécula de CO2 para generar oxígeno y también monóxido de carbono. Esto lo sabíamos, lo decía la teoría, pero además lo hemos demostrado gracias a un instrumento que tenemos a bordo del rover Perseverance, que se llama Moxie (Mars Oxigen In situ Experiment).
Es un prototipo, sólo es un demostrador. Queríamos demostrar que el ser humano es capaz de generar oxígeno en Marte con la mente puesta en las futuras misiones tripuladas que vamos a enviar al planeta rojo.
Moxie está generando a día de hoy una cantidad de oxígeno de 6 gramos por hora, que es lo que necesitaría un astronauta, sólo un astronauta para respirar durante 10 minutos. Es muy poquito, pero la idea es que sea un instrumento escalable, es decir, que produzca muchísima más cantidad de oxígeno e incluso toneladas para no solo que los astronautas puedan respirar, sino también para utilizar ese oxígeno como combustible para los cohetes que nos tienen que traer de vuelta desde Marte la Tierra.
“MOXIE produce oxígeno como lo hace un árbol. Inhala dióxido de carbono y exhala oxígeno“
Los planes que tenemos en las agencias espaciales para una exploración humana de Marte pasan por generar el combustible en destino. No lo podemos sacar de la Tierra. Hay que recordar que cada kilo que se lanza al espacio cuesta aproximadamente un millón de euros. Por eso, todo lo que podamos utilizar en destino, bienvenido sea.
Marte pierde cada minuto toneladas de su atmósfera, ¿cómo conseguimos que tenga un campo magnético que nos proteja de la radiación solar?
Marte pierde toneladas de atmósfera al espacio al día y no tenemos forma de evitarlo. Cuando el planeta era más joven, al ser más pequeño, su núcleo de hierro fundido se enfrió más rápidamente que la Tierra y perdió el campo magnético, el escudo que protegía a la atmósfera del planeta de ser barrida por el viento solar.
Al bajar tantísimo la presión atmosférica, el agua líquida en superficie se evaporó, se evaporan los ríos, los océanos, los lagos. Mucho de ese vapor se perdió, pero otra parte, otra gran cantidad de agua se filtró al interior del planeta.
Hoy sabemos que quedan todavía muchas reservas de agua en el subsuelo y en los casquetes polares. Es decir, los astronautas que mandamos a Marte van a tener allí agua en forma de hielo, porque en Marte no hay agua en estado líquido. Hay tanto hielo de agua que si se derrite todo el hielo de agua que hay en el subsuelo del planeta, se formaría un océano global de unos 35 metros de profundidad.
En el Perseverance, además de MOXIE -el generador de oxígeno-, tenemos a RIMFAX, un instrumento que utiliza ondas de radar para sondear el suelo en busca de agua. Puede penetrar hasta 10 metros en el suelo marciano. Ambos son instrumentos pensados para la explotación humana del futuro.
¿Hay alguna opción de que alguno de los cuatro nuevos astronautas seleccionados por la ESA llegue a Marte?
Absolutamente no. Es mi opinión personal. La exploración humana de Marte es una tarea a largo plazo. Creo que estos astronautas que sean elegidos ahora, sobre realizarán tareas en el espacio cercano a la Tierra, en la Estación Espacial Internacional, a lo mejor es posible que una exploración de la superficie lunar. Pero Marte, seguro que no.
¿Qué te apasiona o sorprende más de Marte?
Llevamos enviando sondas a Marte desde los años 60, pero este periodo de tiempo, este medio siglo es muy pequeño en comparación con toda la historia del ser humano en la Tierra. Somos de los primeros que podemos explorar otro planeta con un nivel de detalle tan grande.
También tengo que decir igual que digo, la parte fascinante, también hay que decir que Marte es un es un planeta vulgar, no es el sitio más interesante del sistema solar. Ir a Marte es muy difícil, pero es el destino más fácil y económico de todo el sistema solar. Por eso vamos tanto a Marte, porque con la tecnología que tenemos y los recursos tecnológicos y económicos que tenemos es lo más factible, aún siendo muy difícil.
A mí lo que realmente me pone los pelos de punta, por ejemplo, son las lunas heladas de Júpiter o las lunas heladas de Saturno, mundos helados con la atmósfera, con océanos interiores, con muchísima más chicha, más química, más probabilidades de encontrar supuesta actividad biológica presente o pasada. Martes es más estéril, más yermo, más desierto, es una roca flotando en el espacio que está en el mismo estado desde hace millones de años y tiene poca actividad. No digo que no sea interesante, digo que hay otros cuerpos en el sistema solar que son igual o más interesantes, que no son explorados porque están muy lejos.
¿Cuándo crees que conseguiremos terraformar Marte?
En nuestra vida vamos a ver a un humano caminando por Marte, pero no viviendo en Marte. Terraformarlo, lo veo altamente complicado.
A mi la idea que más me gusta es la de vivir en cuevas, volver a ser cavernícolas, volver a nuestros orígenes. Las cuevas apantallan muy bien frente a la radiación solar y relativamente bien frente a la radiación cósmica. Cuevas que por cierto, ya hemos descubierto en Marte. Hay algunas en las regiones de Tarsis. Yo creo que es el sitio ideal para poner los primeros asentamientos. Así estamos protegidos de la radiación.
¿Qué vendrá después de Marte? ¿Qué hito aeroespacial debería plantearse el ser humano en tu opinión?
Por ahora Marte es el único planeta que está habitado exclusivamente por robots.
El siguiente paso va a ser antes de la exploración humana de Marte, la exploración humana de la Luna. Vamos a volver a la Luna con el programa Artemis. Seguramente no para el año 2024, como ha dicho la NASA, que quiere poner dos astronautas en suelo lunar y que como mínimo uno de los dos sea una mujer. Yo lo veo para para antes del 2030.
Después de que exploremos con seres humanos Marte y la Luna de nuevo, después vamos a seguir explorando todo nuestro Sistema Solar. Yo creo que lo de ir a otras estrellas todavía es muy pronto. Yo lo veo para otros siglos, pero después de Marte, el estudio del Sistema Solar en profundidad es algo real, fundamental y una prioridad.