Columbretes: treinta años de protección en pro de la conservación
- Situado a 30 millas de la costa, Columbretes es un laboratorio para los científicos y un reflejo del cambio climático
- Por su carácter insular, Columbretes se ha convertido en uno de los espacios protegidos más especiales del territorio nacional
- Desde 1855 el archipiélago es protagonista de múltiples historias, desde piratas y contrabandistas hasta fareros y científicos
- El escarabajo verde, viernes a La 2 a las 18:30h | Disponible en RTVE Play y en la web de Ciencia y futuro
Hace más de treinta años que el archipiélago de Islas Columbretes se constituyó como Reserva Natural y Marina, con las restricciones de actividad y uso que ello conllevó. Tras tres décadas de protección la flora y la fauna de la parte emergida y también de la parte sumergida han crecido exponencialmente tanto en número de ejemplares como en tamaño.
El archipiélago, de origen volcánico y situado a cincuenta kilómetros de la costa de Castellón, lo componen cuatro conjuntos de Islas: La Illa Grossa, La Ferrera, La Foradada y el Carallot, y se caracteriza por una orografía de numerosas chimeneas volcánicas y una flora y fauna de lo más rica.
En la parte terrestre proliferan los escarabajos, lagartijas y escorpiones mientras en las más de 5.500 hectáreas de espacio marino protegido son frecuentes los meros y diferentes especies de coral. Sorprende al sumergirse en el fondo marino la variedad, el colorido y el tamaño de los animales y plantas que lo componen, fruto de la prohibición hace más de treinta años de cualquier actividad para el medio.
La Illa Grosa destaca por un característico faro que desde 1855 sirvió de punto de referencia para navegantes. Hoy, reformado y autoabastecido por placas solares, es alojamiento para científicos e investigadores de todo el territorio. Columbretes, según citan los expertos, se ha convertido en un laboratorio al aire libre donde analizar diferentes agentes como el cambio climático o el calentamiento global.