El 'efecto Mandela': ¿qué es y qué tiene que ver con su muerte?
- Cuando Nelson Mandela murió, en 2013, muchos recordaban haber recibido esa noticia tres décadas antes
- Hoy, toda una teoría paracientífica de los falsos recuerdos lleva su nombre: te lo explicamos
Nelson Mandela murió en 2013. Abogado, activista contra el Apartheid, filántropo y político sudafricano, fue presidente de su país entre 1994 y 1999. Fue el primer gobernante elegido democráticamente por la República de Sudáfrica, y dedicó su vida a combatir el racismo institucionalizado, la pobreza y la desigualdad social, y a reconciliar a un país dividido por las tensiones raciales. Sin embargo, y pese a haber realizado tan importante trabajo en los años 90, cuando murió, un pequeño sector de la población se reunió para proclamar que compartían un recuerdo compartido: el anuncio de su muerte ya había sucedido en los años 80.
Parece una afirmación ignorante y excéntrica, y tal vez lo sea, pero lo que pronto pasó a denominarse 'efecto Mandela' tiene otras iteraciones: muchas personas recuerdan el muñeco del logo del Monopoly portando un monóculo, pero no lo lleva. En España centenares de personas recuerdan haber seguido en sus televisores el golpe de estado del 23 de febrero de 1981 en Televisión Española, aunque solo se retransmitió en directo por radio. En la película Casablanca nadie pronuncia la frase "tócala otra vez, Sam" ni Darth Vader le dice a Luke Skywalker "Luke, yo soy tu padre" en la segunda entrega de La guerra de las galaxias. ¿Cuál es el origen de estos falsos recuerdos compartidos?
Otros ejemplos notables de efecto Mandela
Muchos de los acontecimientos que vinculamos al 'efecto Mandela' tienen origen en la niñez, o en recuerdos lejanos de alguna clase de fenómeno televisivo o cobertura mediática. En 1989, durante las protestas en la plaza Tinanmén en China, un hombre se paró frente a los tanques para evitar su avance y muchas personas tienen grabada a fuego la imagen de los vehículos arrollándole... salvo porque esto nunca sucedió. En nuestro país, hay quien recuerda a Ricky Martin saliendo del armario en el programa ¡Sorpresa, sorpresa!... ¡pero tampoco!
Otra forma muy común de 'efecto Mandela', especialmente comentada en Estados Unidos, tiene que ver con las marcas y los logotipos, y con detalles de ortografía que han pasado desapercibidos durante mucho tiempo. Por ejemplo, cuesta percatarse de que Skechers, la marca de zapatos, se escribe sin T (cuando la mayoría de personas escriben "Sketchers"). O que los dibujos animados sobre la pandilla de Bugs Bunny se llaman Looney Tunes, y no Looney Toons. Igual que los detalles visuales: errores en la reproducción de algunos personajes muy famosos han llevado a que olvidemos cómo eran en realidad... y que imaginemos, por ejemplo, la cola de Pikachu moteada, cuando es completamente amarilla, u olvidemos que C3PO no era completamente dorado: tenía una pierna plateada.
Las explicaciones del efecto Mandela
Como es de imaginar, existe todo un abanico de teorías seudocientíficas que tratan de ofrecer respuesta a este fenómeno, llegando incluso a hablar de universos paralelos o una gran conspiración. En realidad, la ciencia nos dice que nuestros recuerdos no son tan fiables como normalmente pensamos.
Todos los recuerdos se van reconstruyendo a lo largo de nuestra vida y se mezclan con diferentes estímulos y experiencias que, sin darnos cuenta, asociamos a esa imagen primigenia. Sea porque hemos visto las imágenes una y otra vez, como en el caso del 23-F, después de esa fecha; o porque alguien cita erróneamente un acontecimiento o las líneas de una película, nuestros recuerdos originales pueden llegar a moldearse y reconfigurarse sin dejarnos señales para que los reconozcamos como falsos.
Eso, sumado a los sesgos de confirmación (nuestra tendencia a favorecer la información que refuerza nuestras creencias y a recordar los hechos que las confirmarían) y nuestra capacidad para albergar disonancias cognitivas (y sostener varios recuerdos o pensamientos que están en conflicto) hacen posibles fenómenos como el efecto mandela. El orígen mediático de muchas de estas experiencias y su reproducción en la conversación social hacen que, en ocasiones, sean compartidas de forma masiva.