El viñedo en un cráter volcánico, destino canario de uva y vino blanco

• En el Parque Nacional de Timanfaya, Lanzarote, se encuentra el cultivo de uva malvasía volcánica
• Un viaje hacia la plantación que da el vino blanco canario más peculiar
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Aquí la Tierra - Un viñedo en un cráter volcánico

Hay destinos que son populares por la frecuencia de turistas que reciben al año. Otros son menos conocidos, pero van cobrando la importancia que merecen. Luego están esos que pocas personas conocen porque son difíciles de imaginar, rincones especiales que parecen inverosímiles. ¿Te imaginas un lugar donde se pueda cultivar uva volcánica? Pues sí, existe, y está en La Geria, Lanzarote. Aquí la Tierra no se ha querido perder este espacio tan singular y se ha desplazado hasta allí para descubrir los secretos mejor guardados. ¿Te lo vas a perder?

El viñero en el cráter

Si eres fan de las uvas, o de los vinos, o de las dos cosas a la vez, tu billete de avión tiene que ser con destino Lanzarote. Resulta que en el Parque Nacional de Timanfaya hay un escondite único en el mundo donde se cultiva la uva de tipo malvasía volcánica, de la cual se extrae el vino blanco canario más peculiar.

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Así que, si quieres conocer este terreno, lo primero que hay que hacer es ponerse un calzado cómodo, porque a la cima del cráter se llega caminando. Agua, paciencia y buenos pulmones, la última subida es costosa, pero el paisaje es inédito y merece mucho la pena. Rodeados de ceniza y muchos minerales, desde lo alto podremos contemplar el Timamfaya, que explotó en 1730. Diez volcanes y seis años de fusión volcánica que sepultó todas las aldeas y pueblos que trabajan el cereal.

El inicio de la agricultura en el lugar

Después de la tragedia vivida hace tres siglos, los viticultores empezaron a crear agujeros profundos, con los que llegaron a la arcilla y descubrieron que la ceniza volcánica era capaz de mantener la humedad hasta un año y medio. Visto esta capacidad, se comenzó a coger la ceniza, se enviaba en dromedarios a los pueblos y se vendía. Entonces, en las aldeas se cultivaba la cebolla o el tomate, y en el volcán la malvasía, esa uva tan especial.

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Un cultivo bien protegido

Estas viñas canarias tienen más de 200 años y se conservan gracias a la orografía del lugar. Resulta que el cráter cuenta de dos partes, el hoyo, que es la profundida que se queda, y el zoco, que es el muro de piedra para proteger del viento y de la ceniza, para que así no se dañe la hoja, ni se tape. Una técnica de cultivo sorprendente que debes conocer viendo el reportaje de Aquí la Tierra al completo y luego viajando hasta el Parque Nacional de Timanfaya.

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