El futuro de los viajes espaciales: ¿Podemos usar un agujero negro para movernos por el Universo?
- Javier Santaolalla entrevista al astrofísico Miguel Alcubierre para saber el futuro de los viajes espaciales
- ¿Podrán nuestros nietos atravesar la Vía Láctea? El astrofísico mexicano Miguel Alcubierre responde
- Todo sobre el Universo en ‘La última frontera’, la serie documental disponible gratis en RTVE Play
La última frontera es una producción original documental de RTVE Play, dirigida por Beatriz Pérez de Vargas, con realización de Ignacio Navarro y Santiago Gómez.
Miguel Alcubierre se define en su biografía de Twitter como “teórico, físico computacional y astrofísico. Amante del espacio, de la ciencia ficción, de un buen libro y mexicano orgulloso”. Es conocido por ser uno de los mayores expertos mundiales en relatividad general, agujeros negros y haber desarrollado el motor de curvatura.
Javier Santaolalla, aspirante a formar parte de la Agencia Espacial Europea, quiere indagar sobre el futuro de los viajes espaciales. Para obtener respuestas, el presentador de la serie documental original de RTVE Play La última frontera, ha charlado con Alcubierre. ¿Podremos atravesar nuestra Galaxia usando los agujeros negros? Estas y más cuestiones puedes resolverlas también viendo el segundo capítulo, gratis y online, en nuestra plataforma.
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¿Por qué no podemos viajar más rápido que la velocidad de luz?
Según la teoría de la relatividad, existen dos motivos por los que no se puede viajar más rápido que la luz. Uno es muy fácil, y es que se requeriría energía infinita. Cualquier objeto con masa, ya sea una persona, una nave espacial, o un electrón, a la hora de acelerar requiere más energía, lo que viene siendo la energía cinética. Pero resulta que para alcanzar la velocidad de la luz se requiere una energía infinita y las energías infinitas no existen.
La segunda razón es un poco más filosófica, porque lo que ocurre es que el tiempo no es absoluto, sino relativo. Y también la simultaneidad es relativa, el hecho de que dos cosas ocurran en lugares distintos exactamente al mismo tiempo. El problema es que, si te mueves más rápido que la luz, habrá observadores perfectamente razonables que te verán llegar a tu destino antes de haber salido, y eso no tiene ningún sentido físico. Todo esto impide, pues, viajar más rápido que la luz.
A lo largo de los último cien años, no ha habido ningún experimento donde se vea que se viaje más rápido que la luz, por lo que parece que esta ley de la naturaleza funciona.
Entonces, conociendo las distancias estelares, ¿significa que nuestros nietos, no van a poder nunca atravesar la Vía Láctea?
La Vía Láctea tiene aproximadamente cien mil años luz de diámetro. Entonces, si existiese la opción de viajar a la velocidad de la luz, necesitaríamos cien mil años para cruzarla.
Las tecnologías que tenemos hoy no alcanzan ni siquiera el uno por ciento de la velocidad de la luz. Sin embargo, llegar a las estrellas cercanas también sería complicado, pero no imposible. Por ejemplo, la estrella que le queda más cerca al Sol, que es Alfa Centauri, está a 4 años luz de distancia. Entonces, si pudiéramos alcanzar la velocidad de la luz, o estar cerca de esa velocidad, tardaríamos unos 4 años en llegar, lo que en principio es posible.
¿Qué posibilidades hay de que, en un futuro, se pueda usar para viajar un agujero gusano, un agujero negro, o el motor de curvatura mismo?
Hasta ahora son ideas especulativas basadas en la física, en concreto, basada en soluciones reales de las ecuaciones de la relatividad de Einstein. Hay varias que se han propuesto, pero, por ejemplo, el agujero negro no funciona. Si uno cae dentro de un agujero negro, acaba destrozado y, además, no se puede salir de él.
A su vez, están los agujero gusanos, túneles que nos llevan de una región del espacio a otra región del espacio. Esos tipos de agujeros son soluciones de las ecuaciones de la relatividad, pero no sabemos si existen en la naturaleza, ni tampoco sabemos cómo crearlos. Además requieren tipos de energías exóticas, es decir, tipos de energías que no conocemos que sean reales.
La otra propuesta es la que yo hice hace ya más de 25 años, que es el motor de curvatura. La idea es deformar el espacio de manera que se expanda detrás de una nave espacial y se contraiga al frente de la nave espacial. Esto crea una especie de burbuja de distorsión en donde la expansión de atrás me aleja a los objetos que quedan atrás, y la contracción de frente me acerca lo que me queda enfrente.
Se puede hacer más rápido que la luz también sin mayor problema, aunque requiere, primero, de cantidades de energía gigantescas. No solo eso, sino que necesita energías exóticas que no coexisten en la naturaleza. Entonces también será difícil. Pero bueno, existe esta posibilidad.
¿Te imaginas que en un futuro pueda haber alguna forma de lograrlo?
De momento lo veo muy complicado, pero quién sabe, en algún siglo tal vez la gente descubra que este tipo de energías exóticas sí existen y aprendan a manipularlas. Aún así, requeriría una cantidad de energía del orden de 20 o 30 por ciento de la masa completa del Sol convertida en energía para este tipo de cosas. Entonces, incluso en el futuro, se ve muy difícil poder controlar esas cantidades tan enormes.