Las mejores canciones y los sonidos ajenos de George Harrison
- Descubrimos algunos aspectos de la vida y la obra del músico a través del Archivo de RNE
- Repasamos sus mejores canciones y la mezcla de algunos instrumentos "ajenos al rock"
George Harrison fue uno de los Beatles, pero fue “mucho más”: “Una personalidad contradictoria, un guitarrista con voz propia, un carácter extremado, un hombre entre la luz y la sombra”, destacaban en el programa especial que le dedicaron en La madeja de Radio 3 en el décimo aniversario de su muerte. Nació en Liverpool en 1943.
Su família vivió "más que modestamente en un barrio obrero. George iba a la escuela pública, la misma en la que Lennon había estudiado dos años antes. Según recordaba el propio Harrison, a los 12 años tuvo una revelación tras escuchar por la calle una canción de Elvis Presley, "Heartbreak Hotel", el rock se le metió dentro como una mala hierba, de esas que no se pueden arrancar”.
“El joven Harrison se volcó por completo en la música y las guitarras se convirtieron en una obsesión”. Se compró una por tres libras. Conoció a Paul McCartney en el instituto, este lo vio tocando con su grupo y le encantó cómo tocaba la guitarra. McCartney tenía un grupo con Lennon, les hacía falta un guitarrista y Paul propuso a George. “Lennon pensó que era demasiado joven, quince años, pero se convenció en cuanto le escuchó”. Así entró en el universo Beatle. Conocía profundamente “el rock y el country americano”y aportó un toque especial a la formación.
Mezclas ajenas
Utilizó instrumentos “ajenos al rock” en sus canciones, destacaba Luis Lapuente en Sonideros de Radio 3. Pusieron como ejemplo el ukelele que se puede escuchar en la canción de Harold Arlen "Between the devil and the deeps blue sea" del disco póstumo de Harrinson Brainwashed publicado en 2002. Destacaron la tuba de Herbie Flowers y el piano de Jools Holland. Jeff Beck fue el primer en incorporar el sitar al rock en una canción de los Yardbirds. “Muy poquitos después y con mucho más empaque”, George Harrison lo hizo en un canción de los Beatles, “Norwegian Wood”.
Sus andanzas en solitario
All things must pass fue el primer disco que publicó George Harrison tras su salida de los Beatles en 1970. Se podría traducir por “abrir una botella de champán después de agitarla durante mucho tiempo”, destacaban en otro programa especial de La madeja de Radio 3 dedicado a su etapa después de los Beatles. Este trabajo discográfico fue un triple álbum. “Llevaba guardando canciones rechazadas por los Beatles desde mediados de los 60, de manera que no andaba corto de repertorio”.
“Harrison se sentía inseguro en su toma de protagonismo, así que se brindó con un ejército de amigos. Aunque parezca un contrasentido, estando como estaba harto de su vida como Beatle, entre los músicos que colaboraron con él se encontraba casi todo del universo Beatle. No es tan fácil desprenderse de la familia como parece. Así que en aquella grabación participaron gente como Ringo Star, Billy Preston, Eric Clapton o Klaus Voorman. Incluso se dice que apareció por ahí John Lennon, aunque su colaboración no quedó grabada. El productor de este súper disco no era otro que Phil Spector, viejo conocido de los Beatles. Tardaron seis meses entre grabación y producción porque tanto Spector como Harrison eran de los que no dan puntada sin hilo”, destacaban en La madeja sobre este debut.
¿Las mejores canciones de Harrison?
El tema “My sweet lord” del disco All things must pass que “fue número uno en la listas”, “What is life” de este álbum, la canción que dio nombre a este trabajo o los temas “Something” y “Here comes the sun” del álbum Abbey Road de los Beatles fueron algunos de los elegidos en el programa 6x3 de Radio 3 como los mejores de Harrison en un especial dedicado a su figura.
También “With my guitar gently weeps” donde contó con la colaboración de Eric Clapton y “Give me love (Give me peace on earth)” del disco Living in the Material World. La canción “Got my mind set on you” con “una producción muy ochentera” fue otra de las seleccionadas. Esta forma parte del álbum Cloud Nine, el último “que publicó con vida y trae de vuelta al Harrison más fino”. Contó con la producción del guitarrista Jeff Lynne “que le dio un aura oscura y adictiva”.
Un funeral íntimo
Falleció el 29 de noviembre de 2001 como consecuencia de un cáncer. “Su muerte trajo consigo una serie de misterios que no eran tales”, contó Nieves Concostrina en su espacio Polvo eres de Radio 5. “Primero, la familia no comunicó la muerte hasta que el músico ya estaba incinerado. Segundo, en su certificado de defunción aparecía una dirección inexistente como lugar donde se había producido el deceso. Tercero, hasta tres días después de la muerte nada se supo de donde estaban sus cenizas. Con estas tres tonterías ya hubo alguno que intentó decir que George Harrison no había muerto”. “Simplemente eran decisiones de la familia para evitar una avalancha de fans que impidiera el funeral íntimo que pidió George Harrison”.