Ángel Martín: "Tras el brote psicótico me construí de nuevo y soy un ser humano diferente"
- El humorista narra sin tapujos en Por si las voces vuelven su propia locura, por la que ingresó en el hospital
- "Iba en una nave a otro planeta y charlaba con mi yo del futuro", ha contado en De pe a pa
Ángel Martín se consiera un "exloco o un nuevo cuerdo", así lo ha dicho en la entrevista que ha mantenido con Pepa Fernández en De pe pa en la que ha presentado su primer libro, Por si las voces vuelven.
El humorista y guionista se estrena como escritor contando cómo vivió el brote psicótico que sufrió en 2017 y que le obligó a estar ingresado en un hospital. El libro ha generado mucha sorpresa porque narra sin tapujos cómo experimentó su propia locura. "Yo iba en una nave y a otro planeta", cuenta, incluso confiesa que charlaba con su yo del futuro "me contaba acciones concretas que estaban sucediendo allí", ha explicado el también actor en los micrófonos de RNE.
Vivía en un mundo paralelo con la cabeza llena de voces
No sabe cómo ni cuando empezó a ocurrirle esto "en mi caso no hay ningún evento en el que yo diga: fue a partir de aquí". Pero lo que dio la voz de alarma en su entorno fue la felicitación pública que hizo a su chica por Instagram por la película Wonder Woman, en la que ella no participaba. Algunas personas lo tomaron como una broma más del cómico pero su chica, a la que también agasajó con regalos y notas por este papel de la mujer maravilla, vio que algo raro estaba ocurriendo.
Cuando llegó al Hospital Puerta de Hierro de Madrid y según el parte médico "exprasaba ideas extrañas". Su cabeza estaba llena de voces que nada tienen que ver con esas conversaciones que mantenemos con nosostros mismos porque esto es algo consciente, explica, "sin embargo con las otras voces de repente te ves charlando y vas teniendo respuestas inesperadas y no pudes dirigir la conversación, es como si hablaras con otra persona".
Además, no creaba una única historia, creaba muchas tramas. "Es como si le hubiera quitado la careta al mundo, y como si hubiera descifrado el universo y cuando esto sucede cada cosa tiene un significado nuevo", incluso el aceite de olvia le dejaba mensajes.
Camufló esa locura con su rutina y siguió actuando en el teatro. "Pero yo me subía al escenario con una intención distinta al que la gente cree. En mi última actuación antes de ser ingresado estoy teniendo una actuación ya en el planeta nuevo al que íbamos, entonces para mí ya el público no era público".
Y cuando se supone que todo había pasado y pudo salir del hospital fue el momento en el que peor se encontraba. "Porque no eres nada y no has estado peor en tu vida, la gente cree que estás bien porque estás saliendo del sitio en el que estabas mal pero tú no sabes quien eres, qué ha pasado, de qué va el mundo y no tienes ningún catálogo de emociones y encima tienes que fingir porque todo el mundo te da la enhorabuena".
Ángel Martín reconoce que antes de todo esto consumía drogas y que las drogas muy probablemente aceleraron el proceso, aunque recalca: "es importante que la gente entienda que aunque no tomes drogas te podría pasar igual".
Su locura le obligó a reconstruirse
Le costó volver a hablar sin tener miedo por si alguien interpretaba algo como no era. Es una de las muchas cosas malas que le ha dejado esta vivencia, que han sido muchas, aunque no sabe decir qué ha sido lo peor de todo. Considera terrible para quien está acompañando porque no entiende lo que está vivienda esa persona"."Me parece terrible el desconcierto en los demás y el no poder rebajar el miedo en los demás por si esto vuelve a pasar pero no sé qué es lo peor".
Pero también ha destacadao otras cosas buenas y que incluso echa de menos "algunos momentos de paz que llegas a sentir". Y ha perdido el miedo a la muerte. Nunca había sido muy temeroso en esto pero además durante este proceso "morí para cambiar de plano y llegué a conversar con la muerte entonces como mi cerebro cree que ya hemos pasado por esto está tranquilo".
Por dentro, asegura que ya no tiene nada que ver con el Ángel anterior a lo ocurrido "empiezas a construirte desde cero y pequeños cambios en la personalidad te convierten en un ser humano completamente distinto", destaca, por ejemplo, que ha descubierto el valor de escuchar "que no lo conocía, era de los que cuando alguien habla ya estaba pensando en la respuesta que iba a dar".
Con este libro, Ángel Martín ayuda a visibilizar la salud mental a la que en tantas ocasiones no se le presta la atención que merece y de la que cuesta hablar en primera persona.
Dice que escribir todo lo que vivió durante y después de ese brote psicótico era algo que siempre había querido hacer y "era indispensable que fuera un libro para mí, al ser así no tenía sentido ocultar nada y pensé: escribe como si solo fueras a leerlo tú sin ningún tipo de apuro ni vergüenza".
Por ello Martín asegura que se ha mantenido lejos de la corrección política porque "para hablar de mí puedo hacerlo en los términos que quiera" aunque no ha sido fácil escribirlo "porque tienes que meterte en ese mundo de forma consciente".