Parchís estuvo a punto de morir en un avión
- Las travesuras de Tino evitaron el desgraciado final
- Parchís nos cuenta qué pasó con el dinero que ganaron y quién lo tiene
Esta semana se han reunido los integrantes de Parchís en el documental de Lazos de sangre para devolvernos a nuestra infancia por unas horas. Una infancia llena de recuerdos alegres cantando "Cumpleaños feliz", "Comando G" o "Ganador", soñando con ser Tino, Yolanda, Gemma, Frank o David. En esta reunión no han tenido problemas al hablar de los engaños que sufrieron y que les ha costado parte de su fortuna, pero también de sus anécdotas más desconocidas en los aviones como cuando estuvieron a punto de morir.
La loura de los fans
Tino ha dado el pistoletazo de salida con la primera anécdota al contar como en una ocasión cuando viajaban a Perú, el piloto del avión tuvo que avisar por megafonía y pedir a las azafatas colaboración para localizar quién iba en el avión. Por lo visto el piloto había recibido un aviso desde la torre de control del aropuerto para avisar de que la terminal estaba repleta de fans. Habían tenido que llamar a la policía que había acordonado toda la zona y a los bomberos, que acudieron con sus camiones a la llamada. "Era una locura", dice Yolanda. Un recibimiento que sorprendió a todos los miembros del grupo, que no terminaban de acostumbrarse a esas muestras de cariño de sus seguidores.
Las travesuras de Tino les salvaron la vida
Sin embargo, esa no es la historia más sorprendente. Gemma ha querido compartir con todos los espectadores de Lazos de sangre que tienen un ángel de la guarda. Quizás sorprenda esta afirmación, pero Frank ha continuado la historia y después de eso no hay dudas de que todo es posible: "El único avión que perdimos se estrelló en México". ¿Qué probabilidades había de que esto pasara? Por increíble que parezca asi fue.
Parchís tenía un vuelo regular hacia México a una hora, pero lo perdieron porque Tino se había ido a dar una vuelta con un amigo por Ciudad de México. Algo que suponemos tampoco pasaba todos los días, pero aquel día una suma de pequeñas acciones lo cambió todo, porque a pesar de que Tino se llevó un gran bronca eso les hizo perder el avión y les obligó a usar un jet privado. La noticia saltó poco después, el primer avión se estrelló en el mar y todos los pasajeros fallecieron en el accidente. "Tuvimos que llamar corriendo a las familias para decir que no éramos nosotros", dice Gemma Prat. Un susto difícil de olvidar para los padres, que habían comprobado en su plan de gira el número de vuelo de sus hijos y habían pensado que eran parte del terrible final.
Por suerte todo quedó en un susto y en una curiosa anécdota que contar, y aunque a Tino le regañaron por su pequeña locura, estamos convencidos de que se lo han agradecido muchas veces en silencio desde entonces.