Las maletas de la Calaf para terremotos y guerras
- ¿Cómo se preparaba el equipaje la excorresponsal más trotamundos de TVE?
- Se dejaba las maletas preparadas para aquellos lugares que requerían que saliera disparada de donde estuviera
- Rosa María Calaf ha hablado de todo y sin tabúes con Carlos del Amor en La Matemática del Espejo
Rosa María Calaf ha estado en 183 países de 196, le ha tocado informar de todo tipo de sucesos, ha tenido que salir corriendo de su casa para estar en el foco de la noticia… Pero, lo que la mayoría nos preguntamos: ¿cómo se las ingeniaba para prepararse el equipaje? Esto y más, se lo ha desvelado a Carlos del Amor, en La Matemática del Espejo: “Ya no. Pero, cuando estaba en activo, tenía mis maletas preparadas”.
““No puedes estar pensando en qué te llevas si tienes que salir corriendo porque ha sucedido algo terrible” “
Cuando uno se va de viaje, influye mucho el transporte en el que se marcha. En el caso de la Calaf, si este era un coche, en el preciso instante de subirse ya se convertía en su pequeña residencia durante el tiempo que durara la aventura: “Entonces, está todo lo que tienes en tu casa, en pequeñas cantidades, pero todo. Tienes ropa de abrigo y hasta un traje de noche, por si hay que ir a un sarao”.
“En las maletas tenía los básicos: pastillas para potabilizar agua, protectores solares, mantas térmicas…”
Con el tiempo, la corresponsal fue desarrollando ciertas destrezas a la hora de elaborar el equipaje: “No puedes estar pensando en qué te llevas si tienes que salir corriendo porque ha sucedido algo terrible”.
Cauta con lo que pudiera pasar, Rosa empezó a dejarse las maletas preparadas por si la noticia llamaba de improvisto a su puerta: “A mis sobrinos les parecía muy divertido, porque tenía mi maleta de terremoto, mi maleta de conflicto… Sobre todo, esas dos, porque eran las que requerían salir disparada de donde estuviera”. Pero, lo más importante, ¿qué había dentro? Según la Calaf, llevaba “los básicos”: “Pastillas para potabilizar agua, protectores solares, mantas térmicas… todo lo que tiene que estar listo”.
¿Cuál es su transporte favorito?
Hasta el transporte que nadie se imagina, ese lo ha cogido Rosa María Calaf. Ha viajado tanto que, si sumamos todos los kilómetros, se podría decir que ha dado la vuelta al mundo varias veces. Pero, ¿cuál es su medio de transporte preferido? Lo tiene claro: el tren: “Me resulta muy mítico y me encanta hacer trayectos en tren, los aprovecho muchísimo”.
Pese a eso, para ella, lo más práctico es viajar en coche: “Porque es la libertad. Sobre todo, si tienes un todoterreno, que te permite meterte por donde quieras. Es el ideal del viaje, porque para mí, es eso, improvisar, adentrarte en lo ajeno y desconocido”.
“Mi afición de viajar viene de tradición familiar”
¿De dónde nace la afición de trota mundos de Rosa María Calaf? La verdad es que ella estudió derecho y terminó siendo periodista. Era aventurera y quería descubrir mundo, así que, encontró en la profesión el lugar ideal para llevarlo a cabo.
Lo de recorrer el mundo le viene heredado de su abuelo, un empresario que tenía que viajar para desempeñar su oficio: “A principios del siglo XX, por ejemplo, se fue a la India, por supuesto en barco, y luego, pues viajaba habitualmente por E.E. U.U., Europa…”. Lo mejor de esos viajes, para Rosa, es que su abuelo le traía cosas que, por aquel entonces, eran “totalmente desconocidas”: “Me trajo un vestido de nailon que, visto ahora, sería una cosa espantosa. Era como una lámpara, pero que, en aquel momento, era fascinante. También un bolígrafo de tirar, cajas de lápices de colores, todo eso. También me traía historias de personas… Entonces, en casa, ya había una clara voluntad de mirar hacía fuera”.