Goierri, tierras altas en el corazón de Euskadi
- El queso idiazábal da sabor a este territorio marcado por colinas y prados verdes donde pastan las ovejas latxas
- Los centros históricos de las villas mediavales de Segura y Ordizia añaden otro atractivo a la comarca
En el centro del País Vasco, en Guipuzkoa, se encuentra Goierri, una comarca verde, de colinas y valles, salpicada por caseríos y con pueblos llenos de historia como Ordizia, con su mercado tradicional de los miércoles, o la villa medieval de Segura.
Con dos parques naturales, Aizkorri-Aratz y la sierra de Aralar, en Goierri se encuentra la cima del País Vasco y, por eso mismo, a la comarca se la conoce con el sobrenombre de Tierras Altas de Euskadi.
En El gallo que no cesa nos hemos acercado a visitar sus pueblos, a recorrer su senderos y a probar su gastronomía, marcada por el sabor del queso idiazábal.
Cimas calizas, hayedos y robledales
Llegar hasta Goierri es muy fácil. Está a poca distancia de las principales ciudades del País Vasco y atravesada por la A1. La sorpresa viene en cuanto nos adentramos en cualquiera de las carreteras panorámicas que vertebran el territorio. A la izquierda y a la derecha aparecen los paisajes de los parques naturales de Aizkorri-Aratz, con sus cimas calizas, sus hayedos y sus robledales y de la sierra de Aralar, con la omnipresente presencia del Larrunari o Txindoki, el monte más popular de la zona.
Según la época del año, veremos los rebaños de ovejas latxas. “Unos puntos blancos sobre la alfombra verde de pasto” evoca Niko Osinalde, director de Goitur. “Es una foto pintoresca, pero la realidad de esta comarca también que es lo que da nombre también al Goierri como territorio Idiazábal”.
Con la leche de estas ovejas se elabora el producto más conocido de la comarca: el queso idiazábal. Alrededor de él hay una cultura de siglos que se puede descubrir visitando sus queserías o recorriendo un sendero que lleva su nombre: el GR-283 o ruta del queso idiazábal.
Ya sea a pie, en coche o pedaleando por la red de bidegorris (carriles bici), hay que detenerse en los pueblos. Hay 18 municipios, muy diferentes entre sí pero todos con algo singular: Zerain ha puesto en valor su patrimonio industrial, Ataun es cuna de Joxemiel Barandiaran, el patriarca de la cultura vasca, y Segura y Ordizia son las villas medievales.
Un mercado con más de medio siglo
En Ordizia, cada miércoles se celebra un mercado que tiene más de 500 años de historia y que se ha convertido en un escaparate de los productos locales y de temporada. Sirve además para marcar los precios de los alimentos de todo Euskadi. “Es un mercado referente en ese sentido” explica Leire Arandia, responsable del Centro D’Elikatuz, “los precios que se establecen en Ordizia, todos los miércoles, son tenidos en cuenta a la hora de establecer los precios en el resto de mercados o tiendas”.
Con la bolsa llena, podemos recorrer el los alrededores de la plaza y detenernos frente a algunos edificios como el ayuntamiento y los palacios Barrena y Zabala que reflejan la historia de Ordizia, “una villa de origen medieval que se fundó en el siglo XIII con el objetivo de preservar la seguridad del Camino Real que atravesaba todos estos municipios”.
A tan solo 10 kilómetros de Ordizia, se halla Segura, la otra villa medieval de la comarca. “Su casco histórico apenas ha cambiado en los últimos 300 años”, explica Pía Alkain, coordinadora del centro de interpretación de Segura. En él encontramos palacios barrocos y una iglesia monumental que sorprende en una localidad de 1500 habitantes. “En Segura estuvo la aduana, eso le dio muchísimo poder y también gestionó la industria del hierro de todo su entorno y también le dan muchísimo dinero y eso atrae al final a gente con poder”.