Lina Morgan ocultó dos meses la muerte de su hermano
- Lina Morgan pasó sus últimos meses con cáncer trabajando
- Solo conocía su secreto su fiel amigo Daniel Pontes
Lazos de sangre ha recordado a Lina Morgan en una de sus últimas semanas y ha querido dejar el nombre de la actriz y vedette en lo más alto. Ha repasado la gran trayectoria profesional de María de los Ángeles López Segovia hasta convertirse en la gran Lina Morgan que todos conocemos. A pesar de todo, Lina también tuvo sombras en su vida y algunas de las más oscuras estaban relacionadas con su hermano José Luis, su gran apoyo.
Lina tenía tanatofobia
Lina siempre se apoyó en su familia, en las buenas ocasiones y en las malas, primero en sus padres y después en dos de sus hermanos, José Luis y Julia. Llegó a ser la cómica más importante de nuestro país por su trabajo, pero los duros golpes a los que le sometió la vida los afrontó rodeada de su mejor equipo. Esos reveses también forman parte de la leyenda que es en la actualidad y por eso es imprescindible contarlos, como la muerte de su padre. Su padre falleció después de meses de enfermedad y Lina no quiso suspender su actuación, un ejemplo de su profesionalidad, pero también el primer atisbo del problema que Lina tenía con la muerte y con la enfermedad. Ella nunca visitó a su padre en el hospital, y solo quiso acudir al entierro para despedirle.
Años más tarde se repetiría la misma historia con su hermano. Él lo había sido todo, era su luz, su “toma a tierra” como dice José Sacristán en el documental, y sin embargo, la actriz ocultó en todo momento que José Luis tenía SIDA, una enfermedad desconocida en aquellos años y que provocaba terror nada más mencionarla. Ella no quiso reconocer cuál era el problema de su hermano, ni siquiera cuando hizo una aparición telefónica en el programa ¡Hola Raffaella! apoyando a los enfermos de SIDA: “Creo que usó una estrategia para admitir la terrible dolencia sin reconocer que dentro de su familia había un caso grave”. Ella quería mostrar su apoyo, incluso se emocionaba al hablar de la enfermedad, pero no era capaz de reconocer que José Luis era víctima de la enfermedad.
Daniel Pontes se ocupó de todo una vez más
José Luis murió finalmente el 25 de noviembre de 1995, pero Lina Morgan decidió ocultar su muerte hasta el 8 de enero de 1996, cuando llamó a Luis María Anson para que hiciese la noticia pública. Casi dos meses pasaron hasta que Lina decidió compartir la noticia, para ella era probablemente el golpe más duro de su vida: “Ella no quería admitir al mundo que su hermano había muerto y menos de una enfermedad que ella no quería. Hoy en día no se muere de eso, antes sí se moría”, dice su amiga Norma Duval sobre su muerte.
Se guardó aquel secreto para ella durante un tiempo y Daniel Pontes una vez más protegió a su jefa y amiga: “Yo hablo con la funeraria y tengo que decir que hay un guarda de día que se va a las 21 y un guarda de noche que entra a las 21:10. Había que aprovechar esos 10 minutos para sacar el cuerpo de la casa”. Una operación difícil, pero no cómo lo que se contó en aquellos momentos: “Hay quien ha dicho que como no se hizo público le sacamos en un arcón como si fuese carne congelada”, cuenta Daniel en el documental. Fue una salida arriesgada, pero fue el deseo de Lina, ocultar su muerte y su enfermedad hasta que ella pudo afrontar su pérdida. En ese tiempo tanto Lina como Julia decidieron vivir ajenas a todo y gestionar su dolor en el interior de su casa, el lugar donde compartieron tantos momentos.