El álbum de nuestro pasado, foto a foto, en la exposición 'Alfonso. Cuidado con la memoria'
- La exposición puede verse hasta el 23 de enero en la Sala Canal Isabel II
- Recorremos las secciones junto a Chema Conesa, comisario de la muestra
Atención Obras visita una de las exposiciones que más éxito están teniendo en Madrid, 'Alfonso. Cuidado con la memoria', en el Canal Isabel II. Una selección de más de 150 fotografías que reflejan fielmente cómo eran la vida, la sociedad y la política españolas en la primera mitad del siglo XX.
Detrás de la firma Alfonso se encuentra una saga familiar iniciada por Alfonso Sánchez García y seguida muy de cerca por su primogénito Alfonso Sánchez Portela.
Estaban creando memoria colectiva y no lo sabían
Tal y como nos cuenta Chema Conesa, comisario de esta exposición, “los Alfonso recorrieron esa primera mitad del siglo XX estando en primera fila de todos los acontecimientos, y lo hicieron con una mirada absolutamente lúcida, absolutamente periodística y tremendamente bella en la factura de sus imágenes”.
Fueron pioneros del periodismo gráfico, en un momento en el que había gran demanda de imágenes, pues un alto porcentaje de la población no sabía leer ni escribir. De hecho, Alfonso Sánchez García fue el primero en crear una agencia de comunicación en 1915. Así lograba que sus imágenes llegaran a todos los periódicos. “La empatía que ellos tenían provocó que hubiese un acercamiento a las personas que aparecían y de hecho propugnaron esa primera forma de extensión de la noticia, que era acercarse a la gente popular.”
En la exposición contemplamos un recorrido por los años más convulsos de España, marcados por la política y los cambios de gobierno. Pero Alfonso Padre y “Alfonsito” también hacen una importante cobertura de los acontecimientos sociales de Madrid: sus gentes, sus personajes famosos, sus tradiciones... etc.
Se reinventaron profesionalmente, siempre con éxito
Tras la Guerra Civil, Franco prohibió a los Alfonso seguir trabajando reporteros gráficos, porque entre otras cosas, habían sido los fotógrafos oficiales de la República. Sin embargo, no dudó en recurrir a ellos para hacerse varios retratos en el Pardo, igual que otros generales como Millán Astray o José Moscardó.
La familia de fotógrafos se refugió en su estudio de Gran Vía para seguir haciendo retratos y por allí pasó todo el que quería ser alguien importante en la sociedad. Un década más tarde, estas imágenes aparecerán en todos los libros de texto.
Hoy en día el legado de los Alfonso se conserva en el Archivo General de la Administración.