'O que arde', de Oliver Laxe: la impactante película que logra prender fuego en el alma
- La película, dirigida por Oliver Laxe, ganó dos premios Goya
- En este enlace puedes ver O que arde, ya disponible en RTVE Play
Oliver Laxe es uno de los directores más fascinantes de nuestro cine. Eligió el camino difícil, el que captura las escenas interiores, íntimas y personales a través de algo mucho más amplio. Laxe evoca y desgrana la psique y las emociones a través de paisaje, naturaleza o fuego. Así ocurre en O que arde, una historia sobre las llamas que arrasan con todo lo que somos, por dentro y por fuera.
O que arde es toda una experiencia sensorial que hipnotiza con el poder de la imagen para contarnos una historia de amor, la de una madre y su hijo. Depurando al máximo el lenguaje cinematográfico, Laxe cuenta mucho a través de los silencios, la observación, la calma que produce su filme. "El espectador está demasiado acostumbrado a querer entender y buscar sentido, yo me identifico con ese tipo de espectador, también soy muy cartesiano, pero hay veces que ante una obra de arte, ante una película simplemente hay que dejarse llevar para que esas imágenes entren en nosotros", explica Laxe en Días de cine.
Las vidas de Amador y Benedicta
La película cuenta la historia de Amador, un pirómano que regresa a una pequeña aldea lucense tras salir de prisión. Allí volverá a convivir, al ritmo sosegado de la naturaleza, con su madre, Benedicta, su perra Luna y sus tres vacas. O que arde se plantea como una inmersión casi antropológica que nos muestra esa vida rural hecha de pequeños gestos y largos silencios.
"Queríamos hacer una película sobre la soberana sumisión de estos dos personajes que resisten en la montaña, que aceptan lo que la vida y la montaña les da, con resignación y con aceptación, con felicidad, se sienten pequeños, pero están cómodos sintiéndose así ante esa naturaleza que les trasciende", cuenta el director.
La esencia del campo
El deambular de sus personajes, Amador y Benedicta, que dicen tantas cosas sin palabras, va llevando al espectador en un camino apacible que parte del horror del fuego, para después dejarlo flotando en medio de la naturaleza, sin juicios, sin prisas. Actores no profesionales que confieren realismo y verdad al relato. "He trabajado con dos personas que están muy conectadas con su esencia, ambos han vivido en el campo y ya tienen los rostros esculpidos por el campo y ese tiempo que nos serena a todos", contaba el director en el programa De película de RNE.
Tercer largometraje de Laxe, tras Todos vosotros sois capitanes (2010), rodada en el Magreb, y Mimosas (2016), una suerte de western contemplativo en el corazón del Atlas, todas sus tres cintas fueron premiadas en Cannes y en múltiples festivales internacionales. Ganador de dos premios Goya por O que arde, Laxe se ha convertido en el símbolo patrio de un cine de autor personalísimo a caballo entre la realidad y la ficción.
Fuego, belleza y crueldad
Para Laxe el fuego y el ser humano son muy parecidos. Ambos son belleza y crueldad al mismo tiempo. Esa era la idea que atravesó al director y la que quiso plasmar en los primeros minutos de la película. De la mano de director de fotografía Mauro Herce, Laxe retrató las llamas como jamás habían sido mostradas en el cine. Un fuego real, como sus personajes, como la naturaleza que lo rodeaba. "Para filmar el fuego hay que hacerlo con un gesto muy dionisiaco y excesivo", cuenta el realizador.
El equipo de rodaje tuvo que recibir entrenamiento físico y teórico por bomberos profesionales para rodar cerca del fuego. Acompañaron a los bomberos en las tareas de extinción de incendios, formando una pequeña unidad bajo la responsabilidad del jefe de brigada. El realismo era tal que, el equipo tuvo que dejar de rodar en algunas ocasiones para ayudar a extinguir el fuego que estaban grabando.
Benedicta, un talento imparable
Aquella mujer de 84 años, Benedicta Sánchez, sorprendió y enterneció a todos al recibir el Goya a Mejor Actriz Revelación por la película de Oliver Laxe. En su discurso para recoger el cabezón no bailó una muñeira, como había prometido, pero conquisto el corazón de todos los espectadores.
"Me faltan palabras, familiares… Ayúdenme, díganme cosas para que yo pueda decirlas, porque sino me quedo enmudecida", rogó desde el escenario en un discurso destartalado y emocionante. "Soy gallega y quiero también el Goya para Galicia, la miña terra meiga. Y quiero decir también que estoy enamorada de España y me siento muy perita", prosiguió. Sus últimas dedicatorias fueron para sus nietos, "que no se olviden de la yaya, que les quiere mucho", antes de preguntar: "¿Me puedo ir ya?".
Una película rural y real
O que arde fue rodada íntegramente en Os Ancares, en las inmediaciones de Vilela, la casa de Laxe, el lugar que no deja de inspirarle. La Galicia rural, que tan bien conoce Laxe, se erige en el filme como un microcosmos apasionante donde la naturaleza aún despliega sus mágicas tonalidades. “Siempre he escrito mis guiones aquí y son proyectos que están muy vinculados con este valle. Creo que soy de este valle, que pertenezco a este valle y mis próximas películas van a tener lugar aquí", contaba.
Lo cierto es que su próxima película está centrada en una inmersiva investigación que el director ha realizado, desde Os Ancares sobre pastoreo rotacional, pastoreo intensivo, tipos de cierres, tipos de cabras, tipos de semillas. "Yo creo que nunca he sido más cineasta que aquí. Porque esto es un proceso creativo constante. La relación con el territorio, con el paisaje, es muy estimulante. Una persona que se considere sensible no puede permitirse no vivir en el rural, no vivir esto”, concluye. O que arde (2019), una cinta que ya puede verse de forma gratuita en RTVE Play y en la colección de Somos Cine. Otras de las películas que acaban de llegar son Match Point, Mamma Mia!, Todos a la cárcel, Mi querida España, El rey Peret...