Jorge Ilegal, 'el majara' que pegó a Gabinete Caligari
- Jorge Martínez fue cabeza del 'grupo más peligroso del rock' y se construyó un personaje a la altura
- "Se le conocía por su carácter macarra, matón, pendenciero, juerguista, follador-vividor"
- Jaime Urrutia, cara a cara con él 30 años después: "Recuerdo el shock, la hostia que me pegaste"
El último Imprescindibles viene dedicado a Ilegales y a su fundador, guitarrista y vocalista, Jorge Martínez: un músico brillante que le dedicó su genio y su vida al rock, con todas las consecuencias, y que se construyó un personaje a la altura de la leyenda. Un hombre al que, primero en Gijón y después en Madrid, conocían por su carácter "macarra, matón, pendenciero, juerguista, follador-vividor" y, en definitiva, por este atrevimiento que convertió en seña muy a conciencia.
“Mi atrevimiento suple mi total falta de belleza”, dice el que se ganó el apodo de Jorge Ilegal a base de práctica. Se hizo un nombre en la Movida gracias a una fórmula innovadora de "punk bien tocado", inspirado en las grandes bandas de los años 70. Canalizó la rabia que atravesaba la sociedad española y, en particular la asturiana, en los años 80. Las drogas, la violencia, nada que sucediera quedaba fuera del alcance de Ilegales. No existía ningún tabú.
"El escándalo vende. Los Rolling Stones se han dado cuenta de eso, antes de ellos Elvis Presley, los Sex Pistols lo han entendido bien… Ilegales no nos íbamos a quedar atrás", explica en Jorge en el documental. Sin miedo al rechazo y sin miedo al ridículo, porque "todo el mundo que sale a un escenario tiene que tener consciencia de su condición de esperpento".
Todos los artistas a los que pegó Jorge Martínez
Según recuerda el periodista Jesús Ordovás, el que fuera director del mítico programa Diario Pop en Radio 3, "en el Rockola había hostias todos los días. Además había hostias dentro de los camerinos también. Y Jorge cuando llegó dijo 'aquí tengo que hacer algo para que la gente hable de mí'".
Cuando Jorge Martínez llevó a Ilegales a Madrid, sabía que tenía que hacerse notar. "Jorge, como asturiano que es, tenía que demostrar que él era el que daba la primera hostia. Se produjo una lucha entre Jorge y Gabinete Caligari, a ver quién montaba el número".
Jaime Urutia a Jorge: "Te llamábamos 'el tío gilipollas'"
Jaime Urrutia, de Gabinete Caligari, se sienta frente a Jaime Martínez cara a cara 30 años después con motivo del documental y rememora la mítica pelea que le dejó huella. “Mi recuerdo de hace treinta años es un recuerdo de shock, la hostia que me pegaste. Eso quedó como en la memoria nuestra, ha venido un tipo aquí que sin pasar nada y sin ninguna provocación le ha pegado una hostia al bajista".
"Y después de eso el acoso siguió. Yo veía que decías por ahí que Gabinete Caligari éramos eunucos porque no te gustaba Camino Soria. Te llamábamos 'el tío gilipollas'". Ahora, Jorge se ríe de una pelea que considera tuvo un origen accidental y que, tal vez, podrían haber aprovechado mejor de haber sabido ser amigos: "Hemos gestionado muy mal este conflicto", reflexiona. "Porque habríamos llenado grandes estadios los dos grupos juntos, poniéndonos a parir en la prensa".
La violencia como seña de identidad
“Eso fue más sonado porque era Gabinete Caligari, pero de esas había todos los días", cuenta Willy Vijande, exbajista de Ilegales. Para David Alonso, exbaterisa, "Jorge fue siempre 'el majara' por sus modales y sus maneras. Nunca salía a la calle sin su stick de hockey, su arma favorita, un arma terrible". Tanto es así que le dedicó una canción, "Stick de hockey", del álbum Agotados de esperar el fin.
Una vez se peleó con su hermano, un buen músico con el que "se llevaban a matar", y en otra ocasión tuvieron un conflicto público con otra banda asturiana, los Stukas. Sus compañeros lo recuerdan así: "Nos llamaron para tocar, un grupo que tenía mucho éxito en el momento, y ellos nos putearon. Nos apagaron las luces y Jorge cogió el micrófono. '¡Queremos agradecer a los hijos de la gran puta de los Stukas estas luces tan cojonudas que nos ponen, me cago en vuestra puta madre!'. Y aparecen los miembros del grupo: 'Jorge, hijo de puta, que eres una maricona”. Jorge tira su guitarra al suelo, sale detrás de los tipos gritando ‘Dónde están que los mato a todos, que me los como’.
“Señora, si no le gusta mi careto, cambie de canal”
Este temperamento salió del ámbito del directo y marcó su aparición televisiva más notoria, que aún hoy es historia de la Televisión Española. Era 1987 y el programa ¡Qué noche la de aquel año!, dirigido y presentado por Miguel Ríos. "Lo veían a lo mejor 15 millones de personas", explica el artista, que ya sabía lo que estaba invitando a su plató. "Si una gente se hace llamar Ilegales se van a cagar en tu puta madre, eso es lo que están esperando. Epatar, pegarte un golpe en la barriga".
En directo, con su chupa de cuero, Jorge Ilegal cantaba el tema Problema Sexual (con sus "oh, ah", "oh, ah") y fijaba sus ojos, increíblemente abiertos, en la cámara: “Señora, si no le gusta mi careto, cambie de canal”. Su reto fue un éxito instantáneo.
Aunque lo imprevisible de sus formas fue un problema de cara a realizar algunas apariciones en medios de comunicación, también es una de las razones por las que nadie olvida a Ilegales. Tomás Fernando Flores, director de Radio 3, recuerda sus llegadas al estudio: "Era como un ciclón que aparecía con esa pose que tiene él, que forma parte de su personalidad, impostura o no. Es un valor añadido que tiene, es tan creativo haciendo música como respondiendo las preguntas aquí en Radio 3".
Honestidad y esperpento
El documental nos muestra algunos destellos de ese "otro" Jorge Ilegal que sus compañeros aseguran que existe. Un hombre que lucha contra sus sombras y que tiene un lado más suave, diferente. Con el tiempo, su forma de vida no ha cambiado mucho: sigue siendo "el único bastión que queda por ahí de rock and roll puro y duro", algo que considera sigue siendo necesario.
“Se ha conseguido la mansedumbre", lamenta. "Yo soy consciente de que en gran medida estoy aquí en calidad de esperpento. Parece ser que se ha conseguido vacunar a todo el mundo contra cualquier ansia de libertad. Nosotros vamos en contra de eso. Es imposible ser honesto sin hacerse enemigos".
Por eso, no se arrepiente de ser quien ha sido: "Me reprocho a mí mismo no haber hecho más cosas, pero he pasado demasiado tiempo divirtiéndome y buscándome líos. Tarde o temprano, la juventud empezará a faltarme y sé que se acerca la última aventura, y está ya la eterna noche solitaria. Pero quién tiene miedo a la muerte después de haber vivido".