Ken Follett: «En mi libro no hay supervillanos, no hay ningún Donald Trump, en esta historia los políticos simplemente son imperfectos»
Noticia Página Dos
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- Nunca (Plaza y Janés) explora la posibilidad de una Tercera Guerra Mundial
- Follett ha vendido 178 millones de libros en más de 80 países
Aunque declare que «el mundo es ahora un lugar mucho más peligroso que en mi juventud», el galés Ken Follett (Cardiff, 1949) es esencialmente un hombre optimista. Cree en el poder de la comunidad, en la idea tradicional de Europa, y por eso detesta el Brexit. Nunca (Plaza y Janés / Rosa dels Vents) es su nueva novela, que combina con maestría suspense y geopolítica. «Cuando me documentaba para escribir La caída de los gigantes me impactó darme cuenta de que la Primera Guerra Mundial fue una guerra que nadie quería. Ningún líder europeo de ninguno de los dos bandos tenía intención de que sucediera. Pero los políticos tomaron decisiones que parecían lógicas y moderadas y que sin embargo causaron el conflicto más terrible que el mundo ha conocido. Parecía un trágico accidente. Y me pregunté: ¿podría volver a ocurrir?».
Nunca empieza en el desierto del Sáhara. Dos agentes de inteligencia siguen la pista a un poderoso grupo terrorista. Cuando se enamoran arriesgan sus carreras y su vida. Mientras, China y Estados Unidos se enfrentan en un diálogo hueco y cada vez más hostil. En este thriller encontraremos heroínas y villanos, falsos profetas, agentes de élite, políticos desencantados y cínicos revolucionarios. Follett envía un mensaje de advertencia sobre el cinismo de nuestros tiempos. «Me llama la atención la actitud despreocupada de la sociedad. No comprendo por qué se vota a líderes populistas y fascistas». En su nueva novela, de la que nos ruega que no hagamos ningún spoiler, el presidente de los Estados Unidos es una mujer. «Quería retratar a este dirigente como alguien razonable. Resulta más convincente si es una mujer, porque los hombres son más proclives a meterse en peleas absurdas.»
Aunque la fama de Follett llegó en 1989 por Los pilares de la tierra, acerca de la construcción de una catedral en la Inglaterra del siglo XII, los relatos de espionaje lo situaron por primera vez en el mapa literario. A principios de la década de 1970, Follett inició su carrera de escritor como reportero, primero en el South Wales Echo, y más tarde en el London's Evening News. Desencantado con el oficio, aceptó un trabajo en una pequeña editorial de Londres. Comenzó a escribir ficción en su tiempo libre. Así fue forjando la fórmula literaria secreta que tan bien le funciona: «Busco situaciones de la vida real en la que el espía pueda cambiar el curso de la historia.»
La descripción de la vida cotidiana en embajadas y gobiernos siempre ha sonado muy real en las novelas de Follett. Poca gente sabe que su esposa fue miembro del Parlamento durante trece años. «A veces estábamos en un restaurante con unos amigos y uno de ellos decía: ¿qué vais a hacer respecto a tal o cual? Al día siguiente iban a Whitehall, hablaban con los funcionarios y ratificaban esa decisión tomada en ese rápido intercambio en la cena. Ese tipo de cosas me resultan familiares.»
Óscar López le preguntó acerca de las dificultades de informarse sobre el gobierno chino, dada su opacidad: «Son herméticos. No quieren compartir nada. Pero soy persistente, e hice muchas preguntas a personas a través de las redes. Con mucha tenacidad encuentras pistas e informaciones interesantes.»