¿Por qué criticaron La Pedrera de Gaudí cuando se construyó?
La Casa Milà es un edificio modernista que parece una cantera a cielo abierto. Es una de las obras más reconocidas del arquitecto Antoni Gaudí que construyó en 1912. Los barceloneses de la época empezaron a llamarla La Pedrera, que en catalán significa La Cantera con un tono despectivo. Miraban la fachada de piedra caliza con textura y el símil era evidente. Era como un trozo de montaña rocosa en medio de la ciudad.
El arquitecto y profesor de Escola Tècnica Superior d'Arquitectura de Barcelona (ETSAB), Julio Garnica, explica en ‘Escala Humana’, el programa de arquitectura de La 2 presentado por Núria Moliner, que este edificio fue incomprendido en aquel momento porque sorprendió su tamaño y porque está hecho todo de piedra. Además, “cuando se adornan las barandillas se utilizan unas rejas metálicas como nunca se han utilizado”, comenta Garnica.
“Los contemporáneos de Gaudí criticaban el edificio porque parecía surgido de un terremoto“
Cuando se construyó La Pedrera surgieron caricaturas, chistes e ironías. Por ejemplo, decían que era como una cueva de gusanos o un aparcamiento de zepelines. Sin embargo, esta visión despectiva del edificio cambió más adelante. “Si los contemporáneos de Gaudí criticaban el edificio porque parecía surgido de un terremoto, esa idea de lava solidificada, de volcán en erupción que se ha convertido en edificio, es precisamente lo que va a interesar a los artistas a lo largo del siglo XX.”, apunta el arquitecto.
La piedra como símbolo de distinción
El elemento más noble de la arquitectura es la piedra. Ha sido utilizada en templos griegos, catedrales góticas, etc. Los burgueses que vivían en ‘El Eixample’ querían tener casas con este material como signo de distinción. Por eso, Pere Milà hizo a Gaudí el encargo de La Pedrera, la última obra civil del genio catalán.
La piedra caliza conforma la fachada curva de la Casa Milà con más de 150 ventanas diferentes entre ellas. Aunque parezca pesada y monumental, es una fachada que cuelga. Antoni Gaudí probó un nuevo sistema constructivo. De cada forjado cuelgan unos tirantes metálicos que aguantan la piedra. La fachada no sostiene peso, sino que es sostenida, lo que hoy llamamos “muro cortina”, pero de piedra. ¿Todavía no has visitado esta obra maestra?