El peor día de Estefanía de Mónaco: una infidelidad, una orgía y una stripper
- El programa 'Lazos de sangre' de RTVE bucea en la historia de la familia Grimaldi
- El escándalo de Daniel Ducruet, esposo de Estefanía, teniendo sexo con una stripper
- Estefanía, la princesa rebelde, ha tenido 12 amantes, 2 maridos y tres hijos
"Nací princesa, siempre seré una princesa", se oye decir a Estefanía de Mónaco en el especial que 'Lazos de Sangre' hace sobre la familia Grimaldi. Son de 1986, cuando promocionaba su primer single 'Ouragan' ( 'Irresistible' en la versión en inglés). Fue un éxito internacional, a pesar de las críticas negativas y los comentarios de la prensa que decían que era otro capricho de la hija de Rainiero. A Estefanía nunca le gustó la prensa, pero a la prensa le encantaba Estefanía: era la princesa rebelde, el renglón torcido, el verso suelto..., en definitiva, la que daba los mejores titulares. Y los escándalos. Creció en un palacio, pero ella prefería otro tipo de ambientes, y algunos eran poco adecuados para una aristócrata. Siempre fue el ojito derecho de Rainiero y, a pesar de los disgustos que le dio, él siempre la perdonó. En 1982 su vida dio un vuelco: su madre, Grace de Mónaco, moría en un accidente de tráfico y se llegó a decir que era Estefanía quien llevaba el coche. Aquella fatalidad provocó una inestabilidad en la joven princesa.
La princesa rebelde
Hay princesa que enseguida encuentran a su príncipe azul, pero Estefanía estuvo mucho tiempo buscando y tuvo que besar muchos sapos. Jaime Peñafiel dice en el documental que tuvo 12 amantes y solo dos de maridos. En las entrevistas se muestra tímida y recatada, con la mirada huidiza, pero cuando no había cámaras se transformaba. En su lista de conquistas figuran hombres tan conocidos como Paul Belmondo, Anthony Delon, el piloto de Fórmula 1 Stefan Johansson, el fotógrafo François Darmigny, los actores Christopher Lambert y Rob Lowe, John Kennedy Jr., Mario Oliver, Jean -Yves Lefur. Ron Bloom,, Jérôme Lausseure. "Le gusta vivir la vida, yo desde luego no pude mantenerme a su altura", decía Rob Lowe.
La traición
. En 1991 la prensa se frotaba las manos al conocerse que mantenía una relación con su guardaespaldas, Daniel Ducruet. Tuvieron dos hijos, Louis y Paulina, y terminaron casándose: la paciencia de Rainiero era ilimitada. En 1995, tan solo 12 meses después de su boda y con dos hijos pequeños, Estefanía volvió a ocupar los titulares de toda la prensa. El mundo entero vio las imágenes del mayo escándalo del principado de Mónaco: Daniel Ducruet 'pillado' teniendo sexo con Fili Houteman, de profesión estríper, en las tumbonas de una piscina. Se publicaron 60 fotos y hubo hasta vídeo. "Yo vi esa cinta y parecía que era una película porno", dice la periodista Consuelo Font. "Esas imágenes fueron casi 'impubicables' y Ducruet se defendió diciendo que era una trampa del principado para quitarle de la vida de Estefanía", recuerda Antonio Montero.
Humillación, traición, ofensa, bochorno, vergüenza... La prensa no encontraba sinónimos suficientes para narrar lo que se veía en las imágenes. En España las publicó la revista Interviú, y se llegó a vender el vídeo del adulterio. Incluso el programa Informe Semanal, de RTVE, hizo un amplio reportaje sobre este tema. Estefanía vio su nombre impreso en la prensa de todos los colores, desde la rosa a la amarilla. Fue la protagonista de una orgía en la que no participó. El escándalo fue mayúsculo y Estefanía se separó del padre de sus hijos en 1996, aunque siguió manteniendo el contacto pensando en sus hijos.
Paquita de Mónaco
El disgusto de Ducruet no le duró mucho: volvió a enamorarse y volvió a ser madre. En 1998 tuvo a su tercera hija, Camille, fruto de una relación con otro guardaespaldas, Jean Raymond Gottlieb. Durante un tiempo mantuvo un perfil bajo perro volvió a ser noticia, y de nuevo la prensa se frotó las manos. Sobre todo la prensa española. El nuevo amor de la princesa era Adans López Peres, un acróbata portugués que tenía 10 años menos que ella y con quien se casó en secreto. Su madre, Beatriz, era española, y su tía Paquita, llegó a ser muy popular en la televisión de aquellos años. Pero el matrimonio no duró y Estefanía siguió probando suerte, esta vez con el domador de elefantes Franco Knie. "Yo creo que cuando conoces al hombre perfecto es tu príncipe, venga de donde venga", decía en una entrevista, siempre bajando la mirada, siempre escondiéndose. Hoy se deja ver en contadas ocasiones, y lo hace sobre todo para apoyar a sus hijos. Pauline busca un hueco en la moda, lo mismo que hizo Estefanía en los años 80. Pero esa es otra historia.