La mujer que traicionó a Isabel II mucho antes que Meghan Markle
- Documaster nos cuenta la infancia de Isabel II y cómo vivió la familia Windsor durante la II Guerra Mundial
- Una mujer fue clave en la educación y el día a día de las jóvenes princesas Isabel y Margarita: Marion Crowford
- Ya puedes ver La reina en época de guerra y Monarquías en guerra, en RTVE Play
Conocemos en Documaster aspectos menos conocidos de Isabel II, la monarca que más años ha reinado en el mundo. Su vida durante infancia, en el capítulo La reina en época de guerra, nos descubre a una persona muy cercana a ella, tanto como para ser su institutriz desde pequeña hasta su adolescencia. Alguien que la disgustó profundamente, como ha sido el caso de Meghan Markle.
Isabel II conoció a Markle ya mayor, puesto que su nieto Harry tardó años en sentar cabeza. Desde que la norteamericana fue acogida en la familia, son muy conocidas la imágenes en las que participa junto a la reina en sus compromisos, en las que ambas se muestran alegres y sonrientes. En esos momentos, casi nadie intuyó el desastre, como tampoco fue el caso que vemos en Documaster.
Marion Crawford quería ser maestra. Nacida el 5 de junio 1909 en Gatehead, Escocia, se preparó en diversos centros de enseñanza: su ilusión era ayudar como psicóloga infantil a los niños más pobres. El destino quiso que hiciera todo lo contrario. Fue quien educó a las princesas Isabel y Margarita de Inglaterra durante sus primeros años.
La vida junto a dos pequeñas princesas
Mientras estudiaba, Crawford pasó un verano trabajando al cuidado de los niños de la mansión de Lord Elgin, amigo y pariente de los Duques de York, padres de las princesas Isabel y Margarita, y que posteriormente se convertirían en el rey Jorge VI y su esposa la reina Elisabeth, más conocida como la Reina Madre.
Mientras sus padres se ausentaban unos días, Lord Elgin permitió a la cuidadora de sus hijos atender a las princesas. Así fue como se conocieron la futura Isabel II y Marion Crawford. Cuando las presentaron, la niña estaba jugando en su habitación a gobernar un barco. Según parece, el incio de una relación de muchos años empezó bien.
Tras un año de relación, Crawford fue admitida por la casa real como institutriz de Isabel y Margarita. Cuando su tío el rey Eduardo VIII abdicó para casarse con Wallis Simpson, Marion Crawford permaneció en la casa al cuidado de la que se había convertido en la heredera real y futura reina de Inglaterra.
Además de trabajar junto a los profesores de las niñas y cuidar de ellas a cualquier hora del día en sus aposentos, Crawford las acompañaba cuando realizaban alguna actividad fuera de las residencias reales, como los viajes en el yate real que tanto gustaban a la princesa Isabel.
Fue en uno de los viajes en ese barco, tan amado por Isabel II durante toda su vida, cuando vio por primera vez al que sería su marido, un joven alto y rubio, perteneciente a las casas reales danesa y griega: se traba del futuro príncipe Felipe, el Duque de Edimburgo. Incluso en ese breve encuentro, en el que los dos jóvenes charlaton a solas algunos minutos en el jardín, Marion Crawford estaba presente.
Cuando la princesa Isabel se casó en 1947, hacía ya 16 años que Crawford estaba posponiendo su propio matrimonio. Lo celebró por fin unos meses antes de la boda real y abandonó el trabajo. Como gesto de gratitud, le obsequiaron con una villa en los terrenos de la casa real, en Escocia. Pero pronto debería abandonarla.
1950, el año en que Crowford traicionó a las niñas
Sin obligaciones laborales, una bonita casa y tiempo, los siguientes tres años Marion Crawford decidió no echar a perder los momentos vividos junto a la famillia real. Puso negro sobre blanco aspectos sobre Isabel y Margarita, sus padres o familiares. Escribió anécdotas, situaciones agradables, momentos de tristeza durante la guerra, cómo se desarrollaba el dia a día de las niñas, la relación con sus padres, las excursiones, viajes...
Y lo publicó. El libro se tituló Las princesas. Salió en 1950 y naturalmente fue un gran éxito en ventas, pero la familia real le retiró la palabra y, como hemos avanzado, debió abandonar su hogar.
En las casas reales se considera alta traición hablar de lo que se ha visto, oido o vivido en un puesto de trabajo en las propiedades reales. Pero, ¿qué escándalos rebeló Crowford sobre los Windsor? En realidad, ninguno. Se limitó a expresar cómo se había sentido y a qué se dedicó durante los años en que fue institutriz de los Windsor.
Fue la primer persona que habría las puertas a determinadas formas de comportamiento en una familia que guardaba con gran recelo su intimidad y la de sus hijas. Los 17 años que ella ejerció como compañera de juegos, lecturas e inicio al mundo de la adolescencia y el amor para Isabel y Margarita, quedaron borrados de un plumazo del corazón de la familia real.
Una de las páginas del libro dice: 'Un día me enteré de que el rey Jorge V y la reina María', abuelos de las princesas, 'venían a tomar el té. Era un hecho muy inusual. La família real se visita muy pocas veces y si lo hacen es en grupo y porque hay una coronación, un bautizo, una boda o un funeral. Eso sí, se mandan un montón de notas por escrito'.
También desvelaba que Isabel era más limpia y ordenada, incluso algo obsesionada con su aspecto. Llegaba a levantarse de noche para cerciorarse de que su atuendo para el día siguente estaba listo.
Como igualmente marginaron a la antigua institutriz la nobleza y la alta sociedad, no podría volver a ejercer su trabajo. Empezó a escribir en prensa, pero sus crónicas tampoco le granjearon el afecto que buscaba. Un golpe muy duro para ella y para lo que le quedaba de reputación profesional fue la publicación de dos columnas que redactó sobre las jornadas de carreras de caballos en Ascot y el Trooping The Colour. ¡Salieron cuando estos actos se habían cancelado por una huelga de trenes!
Quién fue muy dura con Marion Crowford fue la madre de las niñas, futura Reina Madre. Cuando publicó el libro la calificó de loca. En secreto, le mandó unas cartas en las que le hablaba de lo sucedido: 'Has sido maravillosamente discreta todos los años que estuviste con nosotros'. Decía que debía rechazar el dinero que le ofrecían a cambio de sus articulos sobre la casa real: 'Debes resistir el atractivo del dinero estadounidense y de los editores que insiten y decir no, no, no, a las ofertas para escribir artículos sobre algo tan privado y precioso como nuestra familia'.
Parece ser que algunas propuestas sí llegaban de Estados Unidos. Había quien culpaba al marido de Marion, George Buthlay. No se equivocaban: Buthlay consideraba que todo lo que sabía su esposa les daría un buen rédito. Gracias un contrado firmado por él, la pareja se embolsó 85.000 dólares.
Buthlay y Crawford se retiraron a Aberdeen. La familia real pasaba por su puerta camino a Balmoral. Jamás se detuvieron.
Crowford murió en un asilo cerca de Aberdeen tras quedar viuda, sufrir depresión e intentar suicidarse. La casa real no envió flores a su funeral. Isabel II se ha negado a referirse a ella en público durante décadas.
Rupturas abruptas
Fue tan duro el trato que se le dio a Crowford que nadie más osaría escribir o publicar algo sobre los Windsor. Pasarían años hasta que otra mujer abriera los ojos a muchos monárquicos ante el comportamiento que pueden llegar a tener personas que son consideradas distintas. Con Meghan Markle también se establece una ruptura tan abrupta como solo puede ocurrir en las familias o con las personas que durante mucho tiempo han sido consideradas parte de ellas.
Completa la información sobre la infancia de Isabel II y cómo las casas reales europeas vivieron durante la II Guerra Mundial con el documental Monarquías en guerra en Documaster.
También puedes aprender la historia de la monarquía inglesa, o simplemente disfrutar de una serie excelente en RTVE Play con Victoria.