Así son los turrones de otras partes del mundo
- En Perú, Irán, Italia, Francia y muchos más países también tienen su propio turrón
- Con semillas de sésamo, pipas de girasol o almendra, así se hacen los turrones del mundo
- ¿Sabías que los árabes nos heredaron sus conocimientos para hacer turrón?
No nos imaginamos unas fiestas navideñas sin turrones. Ya sean los más clásicos, de Alicante, de Jijona, de yema, de chocolate o los más novedosos, con ingredientes y combinaciones sorprendentes, las tabletas de turrón no pueden faltar. Pero, ¿sabías que existen más turrones en el mundo? Italia, Francia, los Balcanes, Turquía, Perú, Chile, Argentina, Filipinas, Puerto Rico, Argentina, Cuba y muchos otros países tienen también sus propios turrones. De hecho, España debe su tradición turronera a los árabes, ya que nos heredaron sus conocimientos en el trabajo de la miel, el azúcar y los frutos secos.
Italia
El turrón italiano es similar a nuestro turrón de Alicante: el azúcar y las almendras son los protagonistas. Si bien el conocido como torrone di mandorle utiliza miel, dándole una consistencia más crocante y una apariencia más oscura, el torrone di Bagna Calabra, que posee una Indicación Geográfica Protegida, tiene el color blanco que ya conocemos y utiliza ingredientes locales como la miel de naranjo calabresa y las almendras sicilianas tostadas y sin pelar, así como canela y clavo de olor en polvo. Existen dos versiones: una lleva chocolate (Torrefatto glassato) y la otra azúcar glass (Martiana).
Perú
Por herencia española, Perú también llama ‘turrón’ a uno de sus dulces que, en este caso, no consume en Navidad sino en octubre, en ocasión de la procesión religiosa del Cristo de Pachacamilla o Señor de los Milagros. En concreto, a este turrón propio de Lima se le llama turrón de Doña Pepa, y se le atribuye su invención a una fabulosa cocinera, Josefa Marmanillo, una esclava afroperuana que lo habría preparado hacia finales del siglo XVIII. Una de las leyendas cuenta que tras sufrir una parálisis en los brazos que la liberó como esclava, se encomendó al Cristo, que supuestamente la curó, y por eso le dedicó este postre.
Filipinas
La colonización española también dejó el concepto de turrón en Filipinas. Allí, donde la almendra no es un fruto típico, se utiliza el más local anacardo para preparar el turón de casúy, que se envuelve en una oblea blanca similar a la de nuestro turrón de Alicante. También se emplea la nuez de pili, el fruto del árbol Canarium ovatum, para preparar un turrón muy crocante. Asimismo, los cacahuetes son los protagonistas de la llamada masareal, un turrón de Cebú al que se le añade latik, un caramelo elaborado con la reducción de leche de coco azucarada, así como un dulce de leche de coco algo más ligero. El gusto filipino por lo dulce ha llevado el turrón un paso más allá: lo han combinado con el formato lumpia –que en España recordaremos por los rollitos de primavera–, en el que se envuelve un poco de plátano dulce o macho bañado en azúcar para luego freírlo. A pesar de que su aspecto no se parezca al del turrón, también se lo conoce por el mismo nombre.
Halva
Con el nombre de halva se conoce en un buen número de países un dulce muy similar al turrón tanto en formato, como en ingredientes y preparación. En Bulgaria, Ucrania, Rusia, Turquía, Marruecos, Irán, Grecia, India, Pakistán, Israel y aún más países, se consumen distintos tipos de halva en cualquier momento del año, acompañada de café o té. Los ingredientes principales suelen ser semillas como el sésamo o las pipas de girasol, y suelen comprarse en forma de tabletas o bloques. Sin embargo, en otros países se sirve por cucharadas, ya que optan como ingrediente base por la semolina tostada, que se mezcla con otros ingredientes como, por ejemplo, los piñones y la mantequilla, en el irmik helvasi turco. En otros casos, la halva no contiene ni granos ni semillas, como en la famosa y deliciosa gajar halwa de Pakistán, elaborada con zanahoria, cardamomo, pistachos, leche y mantequilla clarificada, entre otros.
Nougat y gaz
Aunque la palabra ‘nougat’ es la forma genérica de llamar al turrón en los países anglosajones, Francia tiene tradición en la confección de ese turrón blando a base de frutos secos, azúcar y clara de huevo que recibe el mismo nombre. Muy similar a él y a varios miles de kilómetros de distancia, se encuentra el gaz o nougat persa, típico de Irán, que posee una particular historia. Supuestamente, en la edad media se elaboraba este turrón a partir de la savia del árbol Taray (Tamarix gallica), que se mezclaba con harina, pan, pistachos y almendras. Esa savia, de color dorado, todavía hoy es reconocida como el manná de los dioses que señala la tradición bíblica. A día de hoy, se sabe que en realidad no es savia fabricada por el propio árbol, sino de una sustancia exudada por el ano, llamada rocío de miel, de algunos insectos que viven en él. Las versiones modernas de gaz lo sustituyen por sirope de maíz o azúcar, que mezclan con pistachos, almendras, agua de rosas y claras de huevo.