Veintidós, veintidós. ¿Recuerdas el chiste del Dúo Sacapuntas? Así se viralizó
- Manolo Sarria confiesa qué hacían cuando el chiste no conectaba con el público
- ¿Cuántos chistes puede tener apuntados un cómico? Santi Rodríguez lo confiesa
- Ya puedes ver el primer programa el año de La noche D en RTVE Play
La noche D ha contado en su programa "Risas" con Manolo Sarria y Santi Rodríguez. Los cómicos han hecho un repaso de su trayectoria profesional y han compartido anécdotas de sus mejores momentos. El exintegrante del Dúo Sacapuntas ha tenido que explicar cómo consiguió que el número 'veintidós' se convierta en un auténtico fenómeno viral de los 90 que se ha quedado ya para siempre en la cultura contemporánea de nuestro país. No te pierdas el primer programa el año, en el que también ha estado como invitado Jordi Sánchez.
La duración del chiste dependía del público
Antes de contar el chiste del "Ventidós" en el plató de Dani Rovira, el integrante del Dúo Sacapuntas explica lo importante que era entonces la reacción del público para que el chiste continuara.
“Es un chiste muy malo… lo que pasa es que nosotros lo cantábamos”, ha confesado. “¿Qué hacíamos nosotros en la gala? Empezamos a cantar el chiste del "Veintidós", y si el público respondía, nosotros seguíamos más… Hasta que el publico se venía arriba y estaba todo el rato cantándolo”.
“Es un chiste muy malo… lo que pasa es que nosotros lo cantábamos“
Pero… ¿Qué pasaba si el público no respondía como ellos esperaban? “Al primer veintidós cortábamos y fuera”, confiesa Manolo en ‘La Noche D’.
El comienzo de Manolo Sarria en el ‘Un, dos, tres’
Este chiste ha despertado los recuerdos de Manolo, que ha contado cómo fueron sus comienzos en el emblemático programa Un, dos, tres: “Aterrizamos en el casino del Puerto de Santa María, y allí estaba Chicho [Ibáñez Serrador] montando una fiesta de las que él montaba, de improvisar, y nos vio y le gustamos”.
Poco tiempo después, ya estaban preparando un número para Chicho: “Mi compañero y yo teníamos un sketch de toreros cuando no nos conocía nadie de esa forma. El otro era un torero muy malo, yo el que sabía. Se lo hicimos a Chicho recortadito porque nos pidió sobre dos minutos, le encantó, y nos llevó al ‘Un, dos, tres’”. “Así de fácil”, recuerda emocionado el humorista malagueño.