Enlaces accesibilidad

¿Hacia la modificación genética de bebés para evitar enfermedades?

  • Antonio Diéguez cree que es un debate que "conviene pensar" porque es posible que "sean reales" en un futuro
  • Recuerda los casos del genetista He Jiankui, el laboratorio de Jeff Steinbert o el niño Adam Nash
  • ¿Te apasiona la ciencia? Explora otras noticias y contenidos de la web de Ciencia y Futuro de RTVE

Por
Asistente de clínica de medicina reproductiva fecundar óvulo fuera del cuerpo de la mujer
Asistente de clínica de medicina reproductiva fecundar óvulo fuera del cuerpo de la mujer

¿Un padre está instrumentalizando a su hijo cuando quiere que “tenga mayor resistencia a las enfermedades”? Esta es una de las reflexiones que se pueden escuchar del filósofo Antonio Diéguez en La cuadratura del círculo. ¿Una mayor longevidad? o ¿Un coeficiente intelectual un poco mayor? El profesor de la Universidad de Málaga cree que se le proporcionan “cualidades para que tenga una vida más plena, más abierta y con más posibilidades”.

“¿Ese padre está cometiendo una inmoralidad con su futuro hijo? ¿Su futuro hijo podrá decirle algún día tuviste la oportunidad de darme más inteligencia, más estatura, no me la diste y por lo tanto no eres un buen padre?” Dieguez hace estas otras preguntas y señala que “son dilemas muy serios y es posible que algún día sean reales”. Concluye: “Conviene pensar sobre ellos con antelación”.

Lo que aborda Carmen Gomar en esta edición del podcast ‘La cuadratura del círculo’ es “el determinismo biológico y la posibilidad de acabar pidiendo bebés a la carta”.

“Fuera de la legislación”

En 2019 el genetista He Jiankui en China practicó una modificación genética en embriones de dos gemelas y su posterior implantación. Le llevó a la cárcel. Defendió que quería evitar que los bebés desarrollasen el virus del SIDA. Con esta técnica “ha traspasado las líneas rojas”, señala el experto en edición genética Lluís Montoliu.

“Está prohibido en la mayoría de países” y “había hecho estos experimentos fuera de la legislación sin los comités adecuados, ni los permisos adecuados, sin el conocimiento ni de la universidad ni del hospital donde supuestamente había hecho estas implantaciones, con lo cual hay que decir que hizo las cosas mal”.

“Cambiar los genes de un embrión significa alterar toda la descendencia de este ser humano”, señala el divulgador Aldo Bartra, conocido como El robot de Platón. “El Dr. He inhabilitó un gen CCR 5. Si bien las personas que nacen con ambas copias CCR 5 en activo son resistentes al VIH, son más susceptibles al virus del Nilo occidental y la encefalitis japonesa”. Advierte: “Hay formas más seguras y sencillas de prevenir la infección por el VIH que realizar este tipo de métodos tan inciertos y arriesgados”.

“Estos embriones han nacido con una modificación que es irreversible en el genoma y que se va a transmitir a sus hijos, a sus nietos, etc.”, explica Montoliu. “Estas niñas van a tener que estar monitorizadas el resto de su vida porque es imprevisible cuando pueden manifestar alguna de las consecuencias negativas que está asociada a la incertidumbre de no poder controlar el resultado de estos experimentos”.

“Sanas y sin ningún problema”

El experto en edición genética considera “una irresponsabilidad colosal” porque “implica decidir a priori cuáles son las características del niño que voy a tener”. “Ha decidido no curar embriones” y “ha decidido mejorarlos, darles una capacidad nueva”. Señala que “si no su hubiera hecho nada, hubieran nacido unos niñas totalmente sanas y sin ninguna problema”.

¿Camino hacia el futuro?

En la década de 1970 el laboratorio de Jeff Steinberg fue pionero en la aplicación de técnicas de reproducción asistida, en su clínica y en otras de Estados Unidos ofrecen un tratamiento innovador de selección de género, pero que está prohibido en muchos países.

A las críticas de si se debe ayudar a elegir si el bebé es hombre o mujer, así como el color de los ojos, es decir, destinar recursos a aspectos estéticos y no a problemas de salud serios. Steinberg responde que “no hacemos eso”. “Nos ocupamos de los que tienen problemas y atendemos situaciones cosméticas”. Concluye: “Creo que ese es el camino hacia al futuro”.

“Proteger a nuestros hijos”

Adam Nash fue un bebé de diseño que nació en el año 2000. Llegó al mundo por diagnóstico genético preimplantacional. Sus padres eran portadores no afectados de la anemia de Fanconi y que transmitieron a su hija. Ella necesitaba un trasplante de médula ósea que no llegaba.

Unos años después señalaba sobre la decisión que tomaron: “Una forma de proteger a nuestros futuros hijos y de evitarles pasar por lo que pasó”. El proceso consistió en fertilizar embriones in vitro e implantar embriones sanos en el útero para que se iniciará el embarazo.