El crimen de Urquijo: cuatro décadas de incógnitas sobre este truculento asesinato
- 'Rafi' Escobedo, único condenado por el asesinato de los marqueses de Urquijo, apareció ahorcado en su celda
- El abogado Marcos García Montes pone en duda que se tratase de un suicidio y que fuese el autor único de los hechos
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Los marqueses de Urquijo aparecieron asesinados a tiros el 1 de agosto de 1980 en su chalet de Somosaguas, Madrid. Un crimen que se convirtió en uno de los más misteriosos y famosos de la época y que, más de cuatro décadas después, sigue dejando incógnitas.
Rafael 'Rafi' Escobedo, yerno de los marqueses de Urquijo, fue el único condenado como autor material por el asesinato. Pese a haberse declarado inocente, poco antes del juicio cambió su versión para confesarse culpable del crimen. Una declaración que le valió una condena de 53 años de cárcel y que le habría llevado, según la versión oficial, a suicidarse en su propia celda después de cinco años encerrado. El abogado Marcos García Montes, que presentó un recurso de revisión sobre el caso, ha asegurado en Mejor Contigo que la confesión de 'Rafi' estuvo forzada por presiones policiales y que su muerte no fue por suicidio, sino que fue envenenado.
García Montes: "Se declaró culpable presionado por la Policía"
El abogado García Montes defiende que, si bien Escobedo podría haber sido condenado como coautor o encubridor, su declaración de culpabilidad no se correspondería con los hechos esclarecidos por la investigación. "Los médicos forenses dijeron que las personas que mataron a los marqueses tenían ánimo frío, calculador y profesionalizado, y eso no se correspondía con la personalidad de Escobedo", detalla el abogado. Una confesión que, según afirmaba el propio Escobedo y defiende García Montes, se habría producido bajo presión policial. "Escobedo dijo que disparó a la marquesa a metro y medio de los pies de la cama. Es mentira. El primer disparo fue a bocajarro y el segundo a quemarropa".
Los informes de balística forense y los casquillos que aparecieron a posteriori no pudieron ser contrastados con el arma, debido a que ésta no apareció. Además, García Montes considera que "el ánimo económico del caso está claro. El administrador ordenó lavar los cadáveres, quemar los documentos de la caja fuerte, y no pasó nada. Había un proceso de fusión del banco Urquijo, unos estaban a favor y otros en contra, y ahí fue donde surgieron los problemas", apunta el abogado.
Unas incógnitas que podrían estar más cerca de resolverse si llegan a publicarse las memorias de Escobedo, custodiadas por García Montes y René Reinoso, amigo personal tanto de 'Rafi' como del abogado. "Rafael condicionó que no se publicasen hasta que muriera su padre. Una vez fallecido su padre, si René me dice que sí, las publico. En esas memorias cuenta toda la verdad, aquello era una romería criminal".
"No había signos de suicidio"
Cinco años después de entrar en prisión, 'Rafi' Escobedo seguía siendo un personaje público de enorme relevancia en el país. En una entrevista con el periodista Jesús Quintero, el yerno de los marqueses de Urquijo aseguraba que "ni se ha investigado, ni se va a investigar" lo ocurrido, porque "no interesa la verdad".
En la misma entrevista, aseguraba que "policías, fiscal y jueces" le habían obligado "a falsear la verdad", y hablaba abiertamente de la posibilidad de suicidarse. "Me cuesta suicidarme, es mejor la pena de muerte. Si pudiese ir a la enfermería y decir que me apliquen una inyección, habría ido ya", afirmaba Escobedo en la famosa charla con el periodista. Apenas dos semanas después, aparecería ahorcado en su celda. Pero el abogado García Montes está seguro de que no se trató de un suicidio. "Yo pedí que le extrajeran muestras corporales porque no me cuadraba, no había signos de suicidio", explica García Montes. "Tenía los pies encima del colchón y no tenía marcas en el cuello. A los 15 días el informe de toxicología diciendo que tenía 14 miligramos de cianuro por kilo de pulmón. Los médicos forenses dijeron que, con esa cantidad, "como mínimo, le dejaban inconsciente y, como máximo, le habían matado".