Julie Andrews tenía una voz de cristal y se rompió: esta fue la causa
- El ritmo desenfrenado de la industria terminó por destrozar sus cuerdas vocales
- "Caí en una depresión, sentí que había perdido mi identidad", confiesa la actriz
- Julie Andrews. La melodía de una vida, ya disponible en RTVE Play
Fue su talento, pero sobre todo su voz, la que embaucó a varias generaciones. El personaje de Mary Poppins parecía hecho a su medida, la de Julie Andrews. Una actriz que de la noche a la mañana alcanzó la cima de Hollywood. El hecho de que se llevara el premio Oscar por su primera película ya hacía presagiar cuál iba a ser su futuro profesional, siempre ligado a la música. Porque cuando el mundo te obsequia con un don, lo justo es sacarle provecho. Y así lo hizo Andrews durante toda su carrera, consciente de que su voz le estaba abriendo muchas puertas. La actriz utilizaba la melodía para expresarse y llegar al corazón de la gente que la escuchaba. Por esa razón se le cayó el mundo encima cuando a los 62 le dijeron que no iba a poder hacerlo más.
En 1995 se estrena en Broadway el musical Victor/Victoria, protagonizado por Julie Andrews. El ritmo frenético que exige un espectáculo como este acaba haciendo mella en la actriz. Ocho pases a la semana durante diecisiete meses que le pasaron factura a sus cuerdas vocales. La artista tuvo que dejar la obra para ponerse en manos de especialistas, quienes le diagnostican nódulos no cancerígenos en la garganta. Era necesario intervenir. Para su tranquilidad, los médicos le aseguraron que se trataba de una operación relativamente sencilla, pero algo salió mal.
Su mayor preocupación era no poder volver a cantar. Cuando se despertó descubrió que su voz ya no era la de antes, ahora es más ronca, rasgada. Ya nunca volveríamos a escuchar sus agudos más icónicos. Primero entró en la fase de negación y seguía albergando la esperanza de recuperarla. "Caí en una depresión, sentí que había perdido mi identidad. Cantar ha sido un don precioso y mi incapacidad para hacerlo ha supuesto un golpe devastador", reconocía entonces. Julie Andrews demandó a los profesionales que la atendieron en el hospital Mount Sinaí de Nueva York, con los que acabó llegando a un acuerdo multimillonario. Los diarios británicos estimaban que rondaba los 25 millones de euros.
La reinvención de Julie Andrews
Julie Andrews decide probar nuevos caminos profesionales, a través de los cuales encuentra otra forma de expresarse. Junto a su hija Emma, empieza a escribir libros infantiles, una colección que se convierte en un gran éxito. Pero a Andrews todavía le quedaban muchos papeles por intrepretar. Con su nueva voz rota se atreve a dar vida a personajes animados, como el de la madre de Gru, mi villano favorito.
Parecía que no quería volver a saber nada de la música, hasta que veinte años después de aquel trágico suceso, accede a cantar a dúo con el actor Alec Baldwin en una serie educativa para niños. Como dice la dulce María, pesonaje que Andrews interpreta en el clásico Sonrisas y lágrimas, "cuando el Señor cierra una puerta en otro sitio abre una ventana", y así es como la actriz acabó superando su trauma y reconduciendo su vida.