Peter Lindbergh, el testigo 'especial' de la boda de Marta Ortega

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El reconocido artista fue el elegido para capturar los momentos más especiales y oficiales de la boda de la heredera

Ha sido uno de los fotógrafos más reconocidos en la industria de la moda, y también su cámara fue el único testigo en la boda de Marta Ortega y Carlos Torreta, debido a su gran amistad. El fotógrafo polaco inmortalizó a todas las top de los 90, y ahora sus imágenes vuelven a ser exhibidas en todo el mundo. La última parada ha sido el puerto marítimo de A Coruña por iniciativa personal de la heredera del imperio Inditex.

Peter Lindbergh: el mago de la fotografía de moda y cine

152 fotografías tomadas y comisariadas por el fotógrafo Peter Lindbergh antes de fallecer en 2019 han compuesto este proyecto, que ha regalado al público de nuestro país la narrativa real y sin artificios de este icónico fotógrafo de moda y padre de las supermodelos: “Esta exposición la hizo solo, sin la ayuda y apoyo de un comisario. Es su exposición y su obra más personal porque se tenía que enfrentar a 40 años de fotografía y sin ayuda de nadie”, afirma Benjamin Lindbergh, hijo del artista.

Una exposición que va más allá del arte de capturar momentos, sino que rinde homenaje a la gran amistad que unió a estas dos personalidades del mundo de la moda. Su hijo y director de la exposición afirma que su padre conectó con A Coruña durante su estancia en la ciudad con motivo de la boda de la empresaria, y sintió esa unión entre su propia estética y la ciudad gallega debido a sus colores grises y el trasfondo industrial: “Desde siempre mi padre y yo hemos tenío una relación muy especial con España. Es un país le gustaba mucho y yo he venido mucho desde que nací, tenemos una casa y familia en este país. Hemos venido a Coruña por invitación de Marta Ortega, muy amiga de mi padre, que vino a Düsseldorf a ver la exposición y la quiso traer a su ciudad”.

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El reconocido artista fue el elegido para capturar los momentos más especiales y oficiales de la boda de la heredera, un material gráfico en blanco y negro con el indiscutible sello del fotógrafo. Una boda de más de 20 millones de euros que impresionó a sus 400 invitados, en la que actuaron Norah Jones y Chris Martin por expreso deseo de la novia.

Una amistad que trascendió los límites profesionales para convertirse en una relación personal llena de admiración y cariño. Al fallecer el artista, la heredera se trasladó a París para darle el último adiós junto a su familia. Marta compartió un comentario en la cuenta de Instagram del también fallecido Alber Elbaz, una bonita instantánea de los tres donde se refleja su bonita amistad: “Te echaremos mucho de menos”, expresaba la empresaria.

Mítica imagen con Naomi Campbell, Linda Evangelista, Tatjana Patitz, Christy Turlington y Cindy Crawford Peter Lindbergh

Llevar la exposición hasta su ciudad, A Coruña, es una manera de acercar la cultura a su tierra, y a la vez rendir homenaje a una bonita amistad. Durante su carrera trabajó para las principales cabeceras de moda: Vogue, Vanity Fair, Elle o Marie Claire. Para su objetivo posaron las principales personalidades del mundo de la moda o el cine. Kate Moss, Naomi Campbell, Claudia Schiffer, todas las super modelos que le encumbraron como el fotógrafo de las top en los años 90 están presentes en esta muestra, donde el maquillaje, la peluquería e incluso los estilismos quedan sorprendentemente relegados a un segundo plano: “La moda fue su terreno de experimentación. El terreno en el que he podía expresarse con su fotografía. Su gran diferencia es que siempre ha puesto a las mujeres en primer plano de su fotografía y la moda como segundo. Para él lo más importante eran las personas que fotografía”, nos explica Benjamin.

La penetrante mirada de la actriz Uma Thurman inmortalizada por la cámara de Peter Lindbergh Peter Lindbergh

Destacan de él su parte más humana. Esa empatía capaz de conseguir que Rosalía se desprendiese de su manicura o que Linda Evangelista cortara su melena antes de posar frente a su cámara: “A la gente le encantaba trabajar con mi padre porque siempre estaba muy relajado y muy tranquilo sin estrés. Él trataba a toda la gente igual, desde la modelo a el asistente. A todos por igual y a la gente le encantaba trabajar de esta manera”.

Un legado que trasciende en lo material y que ayuda a entender como este polaco de origen humilde se convirtió en una leyenda de la fotografía de moda y su particular visión de la moda.