El modista Santiago Bandrés nos abre su taller de moda y arte
- Artesanía e innovación en un nuevo espacio creativo que se adapta a las necesidades actuales de la moda
- Las otras vidas del armario de tesoros de la reina Sofía
Enamorado del mundo de la moda, el arte y la alta costura española, Santiago Bandrés es diseñador de los de antaño, pero con la vista puesta en el futuro. Prueba de ello es el nuevo espacio multidisciplinar que acaba de estrenar en pleno centro de Madrid. Un lugar personal en el que conviven las nuevas exigencias de trabajo del siglo XXI con el mimo y saber hacer de la alta costura.
Un lugar donde recrea la magia de la moda y conjuga pasado, presente y futuro: “Nos hemos mudado creando un espacio en el que la moda, el arte, la pintura, incluso mi propia vivienda están en el mimo sitio. Todo es mucho más dinámico, desde la elección del tejido, o los clientes pueden ver cómo se está haciendo su propio traje”, nos explica el creador.
Descubrió el gusto por la exquisitez de mano de su madre, que le despertó el interés por el detalle exhaustivo y crear piezas únicas con sus manos y una aguja. Sastre de antaño, pero con la visión puesta en el futuro ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y necesidades: “En este último tiempo está todo muy complicado para bodas o eventos y la gente se ha decidido por el sport, por lo que hemos variado nuestra dedicación en exclusiva a trajes más de alta costura. Ya habíamos creado una colección de pret â porter que es lo que cada día se demanda más”.
Su nuevo espacio plagado de recuerdos en el que es habitual escuchar de fondo el sonido de la máquina de coser y que el maestro Valentino define como un auténtico laboratorio de creación. Su fascinación por los viajes es un valor añadido en sus colecciones para las que elije siempre una cuidada selección de telas. Su amor por arte se convierte en una seña de identidad en sus prendas: “Yo creo que al final es un todo. Siempre buscamos esa prenda que lo tiene todo. El patronaje por supuesto es importante y la elección del tejido para ese patrón. Siempre hay que tener un poco de chispa y no irte fijando en las tendencias. Yo no me fijo tanto en las tendencias sino en evolucionar mi propia línea que empecé hace casi 30 años”
Su curriculum profesional está ligado a los grandes nombres de la moda entre los que él mismo destaca a Elio Berhanyer como su maestro: “Cuando volví de América y trabajé con Elio yo le preguntaba cómo podía seguir con esa vitalidad creativa y él siempre me decía: el secreto es hacer un 70 % de lo que ya conoces y un 30% de nueva creación. Y eso es lo que hacemos”.
Su sibaritismo encuentra en el mundo del arte la inspiración, pero también una desconexión de la perfección que le impone su manera de trabajar: “Para mí la pintura es una terapia y es mi forma también de poder ofrecer otra visión que no depende de un tejido o de las manos de la persona que lo va a confeccionar y ni siquiera de mis propias manos con el patrón y el corte. Sino que es un momento entre el lienzo y yo”.
Este creador no para de innovar y dar formas a sus nuevos proyectos en los que mezcla su buen hacer artesanal con las nuevas formas que impone el sector: “En la renovación que ahora tenemos estamos sacando una nueva línea, una nueva marca que hemos creado con Maite Arias en Palma de Mallorca y con ella estamos evolucionando una colección para venta exclusivamente on line”.
Una trayectoria profesional marcada por una evolución personal de madurez que ha encontrado un nuevo oasis creativo dentro de la gran ciudad. Un lugar al que le gusta llamar “estudio de creación” repleto de tejidos, perchas, tocados y bocetos que cobran vida en prendas elegantes y exquisitas hechas puntada a puntada cuidando al máximo los detalles como mandan los cánones de la moda hecha arte.