Salvador Sobral y la mujer que está detrás de su éxito, ¿quién es y cómo lo encumbró?
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Cuando Luísa Sobral compuso 'Amar pelos dois', el tema con la que su hermano conquistó Eurovisión en 2017, la artista portuguesa ya tenía la voz de Salvador sonando en su cabeza. Nadie mejor que él podía interpretar sus palabras. Ambos habían aprendieron a cantar juntos, inspirados por unos padres amantes de la música. Su talento creció reflejándose el uno en el otro y, de alguna manera, su actuación en Kiev se convirtió en el símbolo de un poderoso vínculo artístico y fraternal.
Desde muy pequeños, Salvador Sobral y su hermana Luísa, con la que tan solo se lleva dos años, vivían rodeados de música y compartieron gustos similares. En su casa se escuchaba desde los Rolling Stones hasta Mozart, desde Ella Fitzgerald hasta Bob Dylan. Siempre había acordes sonando en cada rincón y ambos acabaron siendo inoculados con aquella alquimia poderosa, la única con la que sus padres lograban que los hermanos dejaran de pelearse.
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Así, del roce y de la música surgió el cariño. Sus primeros duetos surgieron en los largos viajes en coche, cantando a dos voces en la parte de atrás, mientras su padre conducía hacia el Algarve. Su padre, que tocaba la batería, solía acompañarlos en sus actuaciones improvisadas en el salón de su casa. Así es como Luísa empezó a componer sus propias canciones a los 12 años, y poco después grabó su primer disco casero con su hermano.
Los talent shows y su huida de la fama
Ambos participaron el en programa portugués Pop Idol en diferentes ediciones, y adquirieron cierta popularidad en su país, pero aquellas atenciones mediáticas no parecían ir con ninguno de los dos. Salvador Sobral ha confesado en más de una ocasión que vivió aquella experiencia como algo un tanto traumático. Con tan solo 18 años, decía no estar preparado para participar en un show de ese tipo y para hacerse famoso sin ni siquiera tener claro quién era él.
Algo parecido sintió su hermana que, tras su paso por el concurso, decidió probar suerte en los Estados Unidos, para seguir formándose en la música y buscar su propia identidad artística. Salvador se mudó algo más cerca y aprovechó una beca Erasmus para huir y cambiar de aires en Mallorca.
Es allí donde Sobral comenzó a realizar sus primeras actuaciones en pequeñas salas y bares, esos lugares en los que el artista luso siempre ha creído que deben fraguarse las carreras musicales. Al acabar su beca, Sobral decidió dejar su carrera en Psicología y en 2010 se trasladó a Barcelona para formarse en el Taller de Músic de Barcelona, donde compartió clases con Rosalía.
Aquel mismo año, su hermana decidió regresar de Estados Unidos, tras recibir una oferta de Universal para lanzar su álbum debut, The Cherry on My Cake (2011), con el que llegó a la tercera posición en las listas de Portugal y comenzó una trayectoria imparable que le ha llevado a firmar ya cinco discos de estudios.
El primer disco de Sobral tardaría un poco más en llegar. Dos años después de sorprender al público español con su actuación en el Sónar, como voz de la banda barcelonesa Noko Woi, el cantante lanzó su primer disco en solitario, Excuse Me (2016). Sin embargo, la ópera prima de Salvador no gozó de la misma acogida que el de su hermana.
Fue, entonces, cuando su hermana recibía la llamada de la RTP (televisión pública portuguesa) y la propuesta de componer la próxima canción de Portugal para Eurovisión. Dispuesta a demostrar el potencial de su hermano en toda Europa, Luísa compuso 'Amar pelos dois', el tema con el que su hermano sería reconocido como el gran cantante que es.
Durante todo el camino hasta llegar a Eurovisión, el apoyo de su hermana fue imprescindible para Salvador. El delicado estado de salud en el que se encontraba el portugués, que acudió al certamen pendiente de un trasplante de corazón, hizo que el sostén de su hermana, que no se separó de él en ningún momento, fuese clave.
La aparición sorpresa de la hermana, en la actuación final de la gala de Eurovisión de 2017, con el micrófono de cristal en la mano, no hacía más que confirmar que el talento del uno no hubiera llegado tan alto sin el otro. Dos hermanos unidos por la música que han sabido trazar un camino paralelo, construido en equipo, y al mismo tiempo con espacio suficiente para que cada uno defienda su particularidad artística.
Armonía perfecta la que suena cuando sus dos voces se juntan en temas como 'Amar pelos dois' o 'Só un beijo', un dueto con Salvador, que Luísa incluyó en su último disco, Luz de gas (2019), inspirada en una composición de Chico Buarque en la que dos melodías distintas sobreviven solas pero se juntan creando una armonía. Metáfora absoluta de lo que los hermanos Sobral consiguen unidos.