Este es el mejor consejo para combatir virus y enfermedades
- El secreto para unas defensas fuertes está en una alimentación saludable
- Ni vitamina C, ni equinácea, ni miel, ni yogures bebiles, ni suplementos refuerzan tu sistema inmune
- La nutricionista Lucía Martínez derriba los mitos sobre los "productos milagro" que ayudan a tus defensas
Desde que estamos inmersos en una pandemia, el sistema inmune ha saltado a la palestra y se habla de él más que nunca. No en vano es el encargado de protegernos y defendernos de los patógenos que entren en nuestro cuerpo. Y de su estado y eficiencia puede depender que contraigamos o no una determinada enfermedad, o que los síntomas de esta sean leves, moderados o graves.
Este es un escenario perfecto para que todo aquello que suene a que “refuerza el sistema inmune” o “ayuda a tus defensas” haga negocio. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos son promesas falsas. Esto pasa todos los años con el inicio del invierno, cuando sufrimos más enfermedades leves como el resfriado común o el dolor de garganta. La pandemia ha agudizado este márketing falto de fundamento.
Mitos del sistema inmune
En realidad, si hablamos de alimentación que es lo que a mi me toca, no hay ningún consejo específico que darle a la población general para mantener en forma su sistema inmune. Los consejos de alimentación saludable son suficientes en ese sentido, ya que una buena alimentación nos proveerá de todos los nutrientes necesarios en cantidades suficientes para que se realicen las funciones corporales, incluida la inmunológica.
Y cuando exista algún problema de salud que comprometa el estado nutricional y por tanto pueda afectar entre otras cosas al sistema inmune, esa persona deberá recibir consejo específico para su caso, así como suplementación si procede, de la mano de una profesional sanitaria. Por contra, ignoremos la publicidad y los consejos de las redes sociales, ya que en muchas ocasiones carecen de base científica y puede que no sean los más adecuados para nuestro caso en particular.
A continuación, damos un repaso a algunos mitos muy comunes sobre la alimentación y el sistema inmune o la protección de algunas patologías, para que tomemos decisiones informadas.
FALSO: Yogures que ayudan a tus defensas
Nos estamos refiriendo a esos yogures bebibles que vienen en botecitos blancos que todos conocemos gracias a la gran campaña publicitaria de esa conocidísima marca de lácteos. En ella, aludían a la capacidad del producto para reforzaban el sistema inmune, y eso caló hondo en la población sin tener ninguna base científica en la que apoyarse.
En realidad recurrieron a una triquiñuela de marketing: añadieron al producto vitamina B6 para poder ponerle el reclamo saludable de que “contribuye al normal funcionamiento del sistema inmune” (ojo, “normal funcionamiento”, ni refuerzo, ni aumento, ni nada). Siendo el déficit de vitamina B6 (piridoxina) muy poco común salvo en personas con ciertas patologías, tomar o no ese yogur en concreto no supondrá ninguna diferencia. Y, en cualquier caso, la B6 es una vitamina que se encuentra en multitud de alimentos: plátanos y otras frutas, legumbres, cereales integrales, patatas, etc. ¡No caigáis en la trampa!
FALSO: Vitamina C para evitar resfriados
¿Quién no ha escuchado eso de que en invierno hay que tomar más vitamina C para prevenir los resfriados? Incluso se venden suplementos de esta vitamina con leyendas que aluden a esa protección. No los compréis, es un mito.
Nos lo confirma una revisión Cochrane de 2013, que dice que no hay ninguna justificación para atribuir a la vitamina C efecto alguno sobre la frecuencia con la que sufre el resfriado común la población general. Es decir, que la vitamina C no previene el resfriado.
Ahora bien: es cierto que podría tener algún efecto en la duración del resfriado una vez que se ha contraído, aunque los resultados no son demasiado concluyentes ni claros. Así que, si estás resfriado y quieres aumentar el consumo de frutas y verduras crudas para ir bien servido de vitamina C, quizá no haga que este sea más corto, pero desde luego no te va a perjudicar. Lo que no vale la pena es que inviertas en suplementos.
FALSO:La equinácea, otra “antiresfriados”
Esta planta es otra de las habituales en los suplementos para evitar el resfriado o mejorar las defensas. Para ver si realmente cumple lo que promete volvemos a Cochrane y vemos que en comparación con placebo la equinácea tiene efectos débiles en el tratamiento del resfriado: “En general, los ensayos que investigaron la Echinacea para prevenir los resfriados no mostraron reducciones estadísticamente significativas en la aparición de enfermedades. Sin embargo, casi todos los ensayos de prevención apuntaron en la dirección de efectos preventivos pequeños”
Es decir, que la equinácea algo hace, pero poco y débil. Tan débil que en la conclusión los autores dicen textualmente que sus efectos en la profilaxis no son significativos. Aquí ya queda a criterio de cada cuál decidir si le merece la pena invertir o no en tomársela, pero sin esperar milagros ni efectos notables.
VERDADERO: El mejor consejo para unas defensas fuertes
No sé como me las apaño, pero siempre os acabo aconsejando lo mismo: ¡que os preocupéis de llevar una alimentación saludable! Y para ese virus que nos tiene en pandemia, además: vacunación, ventilación, mascarillas y lavado de manos. Ningún suplemento va a mejorar lo que consigáis con esas cinco cosas.
FALSO: La miel refuerza tu sistema inmune
Sobre la miel y otros productos derivados del trabajo de las abejas pesan también multitud de creencias relacionadas con una mayor inmunidad o protección frente a algunas dolencias principalmente respiratorias.
De nuevo, esas atribuciones no están científicamente demostradas. La EFSA considera que no hay suficiente evidencia para asegurar que la miel estimule el sistema inmune ni que mejore la salud respiratoria, por ejemplo. Por lo que carece de sentido consumirla esperando esos efectos. El documento completo se puede consultar aquí.
Por cierto, estas afirmaciones tampoco las reconoce la EFSA para el própolis, otro producto fabricado por las abejas que se vende muy a menudo con leyendas referentes a sus beneficios para el sistema inmune.
No está de más apuntar que la miel es un azúcar añadido, de esos que deberíamos reducir en nuestra alimentación. Y también me gustaría recordar que deberíamos dejar a las abejas en paz y no robarles su comida.