Quién es Santo Tomás de Aquino, patrón de los estudiantes
- El italiano Santo Tomás de Aquino dedicó su vida al estudio de la religión y la filosofía
- Tienes disponible en RTVE Play el programa de 'This is Philosophy'
Seguramente te suena el nombre de Santo Tomás de Aquino por ser el patrón de los estudiantes. El filósofo y teólogo es considerado patrono de las universidades y escuelas católicas y hoy, 28 de enero, se celebra su santo. Pero ¿quién fue Santo Tomás de Aquino? El programa ‘This is philosophy’, disponible en RTVE Play, hace una breve síntesis de su biografía.
Entre los estudios religiosos y la filosofía
Tomás de Aquino nació en 1225 en Roccasecca, cerca de Nápoles, en el seno de una familia noble. Vivió en sus propias carnes la lucha entre fe y razón. Sus padres, más racionales, querían que aprovechara sus orígenes nobles para hacer carrera eclesiástica. Pero él tenía otros planes… Lleno de fe, Tomás prefería dedicar su vida a cultivar su espíritu y no la cuenta corriente.
Tras pasar la infancia en la Abadía Benedictina de Montecasino, de donde su tío era el Abad, estudió en la Universidad de Nápoles. Allí descubrió la filosofía aristotélica.
Presión familiar
Después de conocer el pensamiento de Aristóteles, decidió ingresar en la orden benedictina para proseguir sus estudios pero en su familia querían que sucediese a su tío como Abad de Montecasino. En 1244, aprovechando un viaje hacia Bolonia, sus hermanos le secuestraron y le encerraron en el castillo de Roccasecca durante un año. Finalmente, la familia desistió en convencerle y Tomás fue a París donde conoció a Alberto Magno, uno de los mayores teólogos de su época.
La docencia: su pasión
Convertido ya en magister, durante el resto de su vida Tomás de Aquino dio clases en las principales ciudades de Europa: Colonia, París, Roma y Nápoles. Fue tal su pasión por la educación que llegó a rechazar el Arzobispado de Nápoles, para desesperación de su madre. Murió el 7 de marzo de 1274 en la Abadía de Fossanova, en la localidad de Priverno (Italia).
El italiano Santo Tomás de Aquino, convertido en patrón de los estudiantes, dedicó su vida a demostrar que la religión y la filosofía no eran incompatibles. De hecho, quiso probar la existencia de Dios a través de cinco argumentos racionales. Todo siempre con un objetivo: conciliar fe y razón.