Groucho Marx y Margarett Dumont, ¿hubo pasión fuera del plató?
- Groucho y Dumont interpretaron el rol de viuda y vividor en siete películas de los Hermanos Marx
- Su vínculo fue muy especial y muchos pensaron que la pareja estaba casada en la vida real
- No te pierdas Una noche en la ópera (1935), este lunes en Días de Cine Clásico de La 2
Groucho Marx encontró en la comicidad y la sátira la herramienta perfecta para poner en evidencia los dislates del mundo moderno. A través del humor se le podía dar la vuelta a todo, incluso al amor. En concreto, a esa imagen edulcorada y empalagosa con la que Hollywood solía impregnar la mayoría de sus producciones de la época. Groucho lo detestaba a rabiar y se empeñó en desmontarlo como mejor sabía, a través de sus hilarantes personajes.
En The coconauts (1929) , la primera película que llevó a los Hermanos Marx a la gran pantalla, aparece ya la pareja con la que Groucho echará a bajo aquellos tópicos. La forman, el mismo genio de la comedia y la actriz Juliette Baker, más conocida como Margaret Dumont, que en esta cinta despliega ya los rasgos que la caracterizarán en las siguientes apariciones con los Marx, los de la ingenua viuda millonaria, de porte distinguido, que soporta con estoicidad la charlatanería del descarado bigotudo (Groucho) que trata de conquistarla para sacar los cuartos de su fortuna.
Juliette Baker es Margaret Dumont
Así es como Dumont se convirtió en Mrs. Rittenhouse en El conflicto de los Marx (1930), Mrs. Claypool en Una noche en la ópera (1935), Mrs. Susan Dewkesbury en Una tarde en el circo (1939) y Emily Upjohn en Un día en las carreras (1939). Siete películas en los que ambos interpretaban papeles similares y en los que ambos crearon un vínculo muy especial. El mismo Groucho se refirió a ella como “el quinto hermano Marx”.
Junto a ella, en esa pareja imposible y encantadora, Groucho hizo saltar por los aires el tradicional estereotipo del romanticismo del Hollywood de la época. Fue su manera de acatar, a medias, la imposición que los productores le exigían de introducir una historia de amor a su personaje.
Lo hizo, pero a su manera. Cambiando a la típica joven atractiva y dulce de las películas clásicas, por una dama madura, mientras que, a su lado, el galán se convertía en un impostor con frac negro un poco sucio que caminaba medio doblado. Sus diálogos tampoco eran las candorosas peroratas de amor romántico, sino juegos de palabras, enredos y sátira. Todo eso, sin embargo, no impedía que la química entre ambos fuera realmente explosiva.
En Una noche en la ópera (1935), cinta que se emite este lunes en Días de Cine Clásico de La 2, la pareja despliega alguno de los diálogos más memorables de los personajes:
— Otis B. Driftwood: A mí no me importa su pasado. Para mí siempre será mi buena mujer, porque la amo. Ya ve, no quería decírselo, pero me lo ha sacado. La amo.
— Mrs. Claypool: Es difícil de creer cuando le encuentro cenando con otra mujer.
— Otis B. Driftwood: ¿Esa mujer? ¿Sabe por qué me senté con ella? Porque me recordaba a usted.
— Mrs. Claypool: ¿De veras?
— Otis B. Driftwood: Por supuesto. Por eso estoy aquí con usted, porque usted me recuerda a usted. Sus ojos, su cuello, sus labios… Toda usted me recuerda a usted, excepto usted.
Un baúl de recuerdos y una dedicatoria muy especial
Tras siete películas junto y el éxito imparable de los Hermanos Marx, muchos dieron por hecho que Groucho y Dumont eran pareja en la vida real. Celosos de su vida privada no trascendió demasiado en vida y siempre se dijo que no era cierto. Pero en 1992, la sobrina de la actriz encontró un viejo baúl repleto de apasionada correspondencia entre Dumont y Groucho y un exquisito debate intelectual que duró hasta la muerte de ella en 1965.
Años más tarde, en 1974, cuando Groucho recibió el Oscar honorífico a toda una carrera, el actor trajó de nuevo a su memoria a Dumont. “Era una dama excepcional, a pesar de que nunca entendía mis chistes, era toda una dama y yo la quería”. Esta noche, Días de Cine Clásico brinda una oportunidad perfecta para disfrutar de su química desternillante en Una noche en la ópera (1935), una cinta llena de frases memorables, que podrá verse a partir de las 22.00h en La 2.