Antonio Banderas: "A pesar de estar divorciado de Melanie, sigo manteniendo mi familia americana"
- Se arrepiente de no haber pasado más tiempo con su hija Stella cuando esta era una niña
- "Hollywood ya no es un lugar, es una marca", dice sobre la meca del cine
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Antonio Banderas es el primero en cruzar ‘Las tres Puertas’, el programa de La1 que presenta y dirige María Casado y que cada miércoles sentará a diversos rostros de todos los ámbitos para tener unas charlas que van más allá que una simple entrevista. Conversaciones cercanas, de tú a tú, donde se tocan aspectos tanto de la vida profesional como personal de los invitados, siempre con el respeto como base. Antonio Banderas se ha sincerado sobre la etapa en la que estuvo viviendo en Hollywood, una fase de su vida en la que la fama y el glamour eran su pan de cada día pero que, contrariamente a lo que muchos pudieran pensar, también tenía su parte negativa.
Acoso de los paparazzi
Recordando la época en la que vivió en Marbella, el actor malagueño ha rememorado una de las peores vivencias en relación a la prensa del corazón. “Yo tenía entonces a un jardinero que se llamaba Quino que vio como rompían botellas y las tiraban al jardín, si alguien se cortaba un pie al entrar por la mañana, salíamos al hospital y ellos tenían una noticia. Pero eso no es la prensa, eso es otra cosa. Yo a la prensa la respeto mucho”, explica.
Su familia americana
Cuando María Casado pregunta a Antonio Banderas sobre si ha sido feliz en la meca del cine, el actor no duda en responder: “Claro que lo he sido. Yo allí formé a mi familia. Y a pesar de estar divorciado de Melanie, todavía la sigo manteniendo. Yo reconozco en Stella, en Melanie, en mi hija Dakota, mi hijo Alexander, Jesi, mi familia americana”. El artista afirma que con todos ellos “mantenemos un contacto periódico y regular” y que “a veces siento añoranza” de aquella vida.
Antonio Banderas lamenta que su carrera le haya llevado a “haberme perdido muchos momentos de la vida de mi hija por haber estado enganchado a mi profesión”. También explica que “mi profesión, la gente la ve desde fuera probablemente de una manera distinta como realmente es. Es dura, requiere de mucho tiempo y de mucha soledad. Yo me he tirado muchas horas, días, meses, en habitaciones de hotel, muy bonitas pero impersonales”.
El infarto que le cambió la vida
En ese sentido, su trabajo también fue su refugio en uno de los momentos más crudos de su vida: su divorcio de Melanie Griffith. “Yo estaba metido en un bucle que se inicia con el divorcio, yo e refugié en el trabajo de manera exagerada, me hice 7 películas en un año, no quería salir del trabajo, ahí me refugiaba. Hubo un momento en que vivía montado en un caballo que se llama adrenalina. Y cuando paré es cuando llegó el bofetón”, añade refiriéndose al infarto que tuvo en 2017 y que le hizo replantearse el ritmo de vida que llevaba.
Y una de las decisiones que tomó fue la de volver de forma definitiva a España. “Volví la vista a Málaga y volví la vista al teatro con un proyecto que yo había acariciado durante muchos años, y simplifiqué mi vida lo más que pude”, reflexiona.