Violeta Parra, la voz chilena que creció en la calle

• Repasamos algunos de los hitos más importantes de la cantautora chilena
• Diferentes programas de RNE han realizado especiales dedicados a ella
• Recordamos diferentes versiones que se han hecho de composiciones suyas

Violeta Parra, cantautora

A los pies de la cordillera andina nació Violeta Parra el 4 de octubre de 1917 en San Carlos, la provincia de Ñuble. “La casita en que ella nació era de las más pobres. Casi en las afueras de Chillán, cerca del cementerio y del matadero. Hija de una campesina analfabeta, se llamaba Clarisa, y de un padre profesor primario, [Nicanor], pero muy músico”, explicaba la investigadora de la vida de la cantautora Mónica Echeverría en Documentos RNE.

Algunos de los hijos e hijas de la familia Parra se pusieron a cantar en los trenes para poder ganarse el pan desde jovencitos. Cuando ella se va a Santiago de Chile, canta por las noches con su guitarra en un bar llamado El tordo Azul junto a una de sus hermanas. Allí conocerá a su primer marido, Luis Cereceda, compagina la maternidad con la música y participa en concursos de radio. Se separaron y poco tiempo después se casó con Luis Arce.

Su hermano Nicanor es el que le anima a dar un cambio en su carrera musical para que recoja el folklore popular chileno. “Ahí comienza su recorrido por las distintas regiones de Chile. Iba con una grabadora de esas antiguas para lograr grabar algo de lo que los otros estaban tocando. De lugar en lugar, de región en región, rescatando. Siempre le invitaban empanada a la cazuela”, destacaba Mónica Echeverría.

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La primera en Louvre en solitario

“En 1953 y después de un recital en casa de Pablo Neruda, Violeta da su salto a la fama. Sus primeros discos los graba en Francia, donde vive durante dos años. Después recorre los países del este de Europa. En 1961 viaja nuevamente al viejo continente, esta vez junto a sus hijos. Permanece en París durante tres años dando recitales, actuando en locales y en programas de la radio y la televisión francesa. En 1964 expone con gran éxito sus arpilleras, óleos y esculturas de alambre en el Louvre, convirtiéndose en la primera artista latinoamericana que exhibe individualmente en ese museo”, contaban en el espacio Mujeres malditas de Radio 5.

Cerca de la meta

“Irónicamente, la única vez que Violeta Parra aparecía en la portada de un periódico fue cuando se quitó la vida de un tiro en la cabeza el 5 de febrero de 1967. Tenía 49 años. No era la primera vez que se planteaba el suicidio. En 1966 lo había intentado tomando 17 pastillas para dormir. Estoy aburrida de batallar, dijo entonces”, explicaba Lara López en Músicas posibles.

“Se atribuye a su atormentada relación con Gilbert Favre, 20 años más joven que el artista y a quien dedicó una de sus grandes canciones, “Run run se fue para el norte''. Probablemente sólo fue parte del abatimiento que le producía no poder levantar el proyecto que le llevó a instalar una carpa en Santiago. Un local con capacidad para albergar a un millar de personas a quienes presentar junto a sus hijos su arte a su pueblo. Tras una estancia de cuatro años en Europa, un mes antes, le confesaba al locutor de radio René Largo Farías en el programa ‘Chile ríe y canta’”: “Sentirse cerca de una meta”.

Destellos musicales de sus canciones

De las composiciones de Violeta Parra se han hecho muchísimas versiones y en Sonideros de Radio 3 se acercaron a algunas que se habían hecho en clave de rock con grupos como Los Miserables, Pettinellis o Los Bunkers.

La cantante Sole Giménez repasó la vida de Violeta Parra en su sección “Mujeres de música” en De pe a pa. Compartió versiones de los temas “Qué he sacado con quererte” por Natalia Lafourcade, “Volver a los 17” por Joan Manuel Serrat y “La carta” por La Mari de Chambao.

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