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Virginia Barber, psicóloga forense: "Nunca imagine que acabaría trabajando en una cárcel"

  • Virginia Barber es la responsable de la salud mental de los presos de la cárcel de Nueva York, la 2ª más grande de EE.UU.
  • Cada martes Cerebros sin fronteras descubre a las jóvenes promesas españolas de la ciencia y su trabajo desde el extranjero
  • Cada martes un nuevo capítulo en RTVE Play, RTVE Play Radio y plataformas de streaming

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Cerebros sin fronteras - Virginia Barber y las raíces de la violencia

Dentro del creciente interés en la psicología, un tema que siempre ha sido central en esta ciencia es el estudio de la violencia. En el segundo capítulo de Cerebros sin fronteras, el videopodcast de El Cazador de Cerebros, el divulgador científico Pere Estupinyà habla con Virginia Barber, codirectora del departamento de salud mental de la cárcel de Nueva York (una de las tres más grandes del país con actualmente unos 6.000 internos).

Nacida en Madrid y criada en Lanzarote, Virgina es una psicóloga con un doctorado en Psicología Clínica y Forense (City University of New York), nos habla de su trayectoria profesional vinculada al sistema penitenciario y la comprensión de los comportamientos violentos, desde los delitos comunes a los casos más impactantes que son analizados por la psicología forense.

Virginia, tu profesión parece ser muy vocacional, ¿ya desde joven te interesaba la psicología?

No tengo muy claro cual fue el momento exacto en el que comencé a interesarme por la psicología. Recuerdo debatirme entre el derecho y la psicología. Al final, en cierta manera conseguí combinarlo al estudiar psicología forense. Mi madre cuenta que cuando era niña y me llevaba al colegio en Arrecife, me causaba una enorme curiosidad el comportamiento de un grupo de hombres que se reunían a usar heroína en una esquina por la que pasábamos de camino al colegio. Creo que ese fue el origen de mi interés por el comportamiento humano.

La psicóloga forense Virgina Barber - Cerebros sin fronteras

La psicóloga forense Virgina Barber - Cerebros sin fronteras RTVE

¿Y cómo evolucionó ese interés a hacia una carrera profesional?

Estudie la licenciatura de psicología en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid. Después hice un Máster de dos años en Psicología Forense en John Jay College of Criminal Justice (City University of New York). Al terminar trabaje unos años y luego volví a la misma universidad a hacer un Doctorado (Ph.D) de cinco años en Psicología Clínica y Forense. Como explique en la pregunta anterior, no recuerdo empezar la carrera de Psicología con gran vocación. Sin embargo, ya parece que desde pequeña tuve interés por el comportamiento humano y en particular por los trastornos del uso de sustancias.

...tenemos técnicas empíricas que nos permiten hacer predicciones mucho más fiables que hace 30 años.

Cuando estaba estudiando en Madrid hice unas practicas en un centro de drogadicción en Vallecas y un voluntariado con enfermos terminales de SIDA. En los dos sitios observe que muchas de las personas con las que trabajaba tenían trastornos mentales graves, y habían estado alguna vez en un centro penitenciario. En ese momento empecé a tener curiosidad por la relación entre la enfermedad mental, el abuso de sustancias y el comportamiento criminal.

Al terminar la carrera decidí ir a Nueva York a estudiar ingles. No quería volver a Lanzarote ni quedarme en Madrid, y Nueva York era una ciudad que siempre me había causado curiosidad. Además, un primo de mi padre, mi tío Alberto, había vivido en California unos años y me ayudo a buscar una residencia y una academia. Una vez en Nueva York, decidí ir de oyente a una clase de psicología forense en el Máster de la Universidad de Nueva York (NYU), universidad en la que ahora soy profesora. En ese momento me di cuenta de que eso era realmente a lo que me quería dedicar, a aplicar la ciencia de la psicología al ámbito legal y penitenciario.

Una vez terminados tus estudios, ¿cómo se ha desarrollado tu trabajo?

En mi trabajo actual empecé como directora clínica del departamento de salud mental de las cárceles de Nueva York, que pertenece a los servicios de salud penitenciaria de la ciudad y proveen todos los servicios sanitarios en las cárceles de Nueva York. Luego me ascendieron a co-directora del departamento de salud mental, que es mi puesto actual. Cuando estudie psicología forense mi objetivo era trabajar en el ámbito de la evaluación y tratamiento en contextos legales (haciendo evaluaciones psicológico forenses, o peritajes) y en contextos psiquiátrico-forenses. En concreto quería utilizar la ciencia de la psicología para mejorar el sistema jurídico-penal. Esto fue lo que hice nada más terminar el doctorado.

La carrera profesiona de Virginia la ha llevado a tener presencia en diversos medios

La carrera profesiona de Virginia la ha llevado a tener presencia en diversos medios RTVE

Trabajé en programas de alternativa a la encarcelación y reinserción para personas con trastorno mental grave, en juzgados especializados en salud mental, y en hospitales forenses. También realice muchos peritajes. Sin embargo, nunca imagine que acabaría trabajando en una cárcel, y menos en un puesto directivo en una cárcel como la de Nueva York.

Pero en 2016, cuando los servicios sanitarios de las cárceles fueron traspasados a los servicios de salud pública de la ciudad (New York City Health + Hospitals), los recursos para mejorar el departamento de salud mental en la cárcel aumentaron y esto me pareció una oportunidad: formar parte de un equipo que intentaba mejorar las posibilidades de rehabilitación en una cárcel tan complicada y con tantos internos con enfermedades mentales. Junto con las cárceles de los Ángeles y Chicago, la cárcel de Nueva York es de las tres más grandes del país, y casi la mitad de los internos recibe tratamiento psiquiátrico. Cuando empecé a trabajar en esa cárcel había 10.000 internos, ahora hay 6.000.

Además de este trabajo, sigo haciendo evaluaciones forenses en juzgados penales federales y de inmigración. También soy profesora en la Universidad de Nueva York.

Virginia Barber y las raíces de la violencia - Cerebros sin fronteras

Virginia Barber y las raíces de la violencia - Cerebros sin fronteras RTVE

A nivel personal, ¿qué opina tu entorno de tu trabajo?

Todas las personas en mi entorno cercano se han esforzado lo suficiente para entender mi trabajo. Además, les gusta que me dedique a esto y respetan la cantidad de tiempo que le he dedicado a lo largo de mi vida. En ocasiones les ha parecido que mi profesión me estaba causando un estrés excesivo o que no tenía tiempo suficiente para otras cosas. Yo he tratado de escuchados y de hacer cambios y encontrar más equilibrio, aunque no siempre lo he conseguido.

Si pudieras elegir, ¿volverías a estudiar y trabajar de lo mismo?

Creo que volvería a estudiar y a trabajar en lo mismo.

¿Cómo llevas la distancia?, ¿ves posibilidades de volver a España?,

Nueva York es una ciudad que me gusta mucho y donde tengo buenísimos amigos. Además, mi hermana también vive allí y en general me encuentro muy integrada. Aun así, echo mucho de menos España, pero trato de venir muy a menudo. Lo que peor llevo es estar lejos de mis padres. A medida que ellos se van haciendo mayores y vienen menos a verme, me esta costando mas no tener un contacto diario con ellos, aunque hablamos por teléfono muy a menudo.

Me interesaría mucho volver a España siempre y cuando tuviera un proyecto profesional interesante.

Y para finalizar, ¿hay algo en tu campo de trabajo que haya ido cambiando con el paso de los años o con el avance de nuevo conocimiento científico-técnico?

He aprendido que para ser un buen profesional en este ámbito, y quizá en todos los ámbitos aplicados, hay que combinar la experiencia clínica y conocimiento académico-científico. Desde el ámbito académico es muy difícil entender los desafíos de la práctica clínica en ámbitos forenses y penitenciarios, y a menudo la investigación no tiene una aplicación práctica real. Por otro lado, para avanzar la práctica clínico-forense, es imprescindible utilizar prácticas basadas en la evidencia empírica.

En algunos ámbitos, el conocimiento científico ha avanzado mucho. Por ejemplo, en el ámbito de la valoración de riesgo de violencia hoy en día tenemos técnicas empíricas que nos permiten hacer predicciones mucho más fiables que hace 30 años. Sin embargo, en otros ámbitos ha habido muy poco avance del conocimiento científico, como por ejemplo en la rehabilitación y tratamiento de personas con rasgos psicopáticos. Hacen falta muchos más recursos para la investigación en este ámbito.

Todos los martes se estrena un nuevo capítulo de Cerebros sin fronteras, -El podcast de El cazador de cerebros-. Un proyecto que busca investigadores jóvenes españoles que trabajan en la vanguardia de la ciencia a nivel mundial. Puedes ver la entrevista completa en RTVE Play o escuchar el podcast en RTVE Play RadioTambién disponible cada semana en las principales plataformas de streaming: SpotifyiVoox y Apple Podcasts.