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¿Existe la Atlántida o no? Bulos y mitos sobre la ciudad perdida en el fondo del mar

  • En los diálogos de "Timeo" y "Critias", Platón desarrolló un modelo de sociedad idílica en la Atlántida
  • En sus libros, Athanasius Kircher e Ignatius Donnelly alimentaron el mito de la isla perdida en el fondo del mar
  • "El condensador de fluzo": "Agua dulce, agua salada" o "La relevancia histórica del mar" ya en RTVE Play

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El condensador de fluzo - Curiosidades históricas - La Atlántida

Las profundidades del mar esconden uno de los mayores mitos de la historia: el hundimiento de la Atlántida. Esta ciudad supuestamente perdida bajo el mar ha sido fuente de numerosas teorías, investigaciones e incluso búsquedas para tratar de resolver el gran enigma: ¿Realmente existió? En “El condensador de fluzo”, Miguel Ángel Cajigal “El barroquista” recorrió los orígenes de esta leyenda y quiénes han sido las personas que han contribuido a alimentar el mito a lo largo de la historia.

La sociedad ideal de Platón

La Atlántida se encuentra presente en los diálogos del “Timeo” y el “Critias” de Platón, aunque no existe certeza de si su referencia a la ciudad era real o metafórica, es decir, un ejemplo pedagógico para explicar su teoría filosófica y sus planteamientos sobre cómo sería una sociedad ideal. El filósofo describió la ciudad en sus obras con gran detalle, retratando una sociedad con un elevadísimo nivel de desarrollo tecnológico y organizada matemáticamente mediante la división en diferentes recintos separados entre sí por anillos de agua.

La utopía de la Atlántida sirvió a Platón para exponer sus teorías y desarrollar un modelo de sociedad justa, virtuosa y perfecta. Según el “Critias”, el hundimiento de la isla se debió a un castigo de los dioses, que enviaron un batallón de incendios y terremotos a la ciudad cuando se corrompió la naturaleza de sus habitantes. Según Platón, este antiguo continente se encontraba más allá de las columnas de Hércules (el Estrecho de Gibraltar). En la Antigüedad clásica, autores como Plutarco, Plinio o Diodoro Sículo utilizaron este dato para elucubrar sobre la ubicación de la Atlántida.

El mapa de Athanasius Kircher y el mundo antediluviano de Ignatius Donnelly

En 1669, el jesuita Athanasius Kircher realizó las ilustraciones de su libro Mundus Subterraneus, en el que desarrolló una extensa descripción de la geografía de la Tierra, incluyendo textos e ilustraciones. En un mapa, Athanasius ubicaba la Atlántida justo en el centro del océano Atlántico con total precisión… Aunque ninguna base científica. Durante dos siglos, el mito permaneció latente, hasta que a finales del siglo XIX otro hombre volvió a popularizarlo. Su nombre era Ignatius L. Donnelly.

Congresista de Estados Unidos y escritor, Ignatius dedicó gran parte de su vida a difundir bulos y teorías conspiratorias, entre ellas, que Shakespeare no había existido en realidad. En 1882, el escritor publicó Atlantis: The Antediluvian World. En el libro exponía que la Atlántida, hundida en el Diluvio Universal, había sido el origen de toda la civilización, y que, incluso, las divinidades de muchas religiones antiguas como la griega o la hindú hacían referencia a personas reales que habían existido en la isla. El autor exponía que su historia era la “verdad real”, frente a la “verdad oficial” que trataba de negar la existencia del continente perdido. Donnelly convirtió las teorías de la conspiración en su forma de ganarse la vida, contribuyendo a perpetuar este mito sobre el que, a día de hoy, se sigue investigando.