Bambino: el gitano rumbero que murió dos veces y resucitó muchas más
- El de Utrera perdió la voz durante un concierto en Rota, Cádiz. Fue su última actuación
- Poco después le diagnosticaron la enfermedad que acabó con su vida, pero resucitó
- Algo salvaje: La historia de Bambino, en Imprescindibles, de RTVE
Bambino murió dos veces. La primera fue una muerte artística, la segunda fue una muerte anunciada, perdida la batalla contra la enfermedad. El 5 de mayo de 1999 el cuerpo del cantante se quedó sin vida y su voz se apagó para siempre. Moría el artista, pero nacía el mito. Hoy se le celebra y se le pone en valor, pero no siempre fue así. Bambino murió dos veces, pero tuvo muchas vidas. Lo decía él mismo: "Una noche mía es como el año de un oficinista". Exprimió la vida, se la bebió a tragos... y se cansó. Su reinado se extendió entre los años 60 y 70 del siglo XX, pero con el cambio de década llegó su declive. Luego, el olvido.
Un macabro destino
En el documental que emite Imprescindibles, titulado, Algo salvaje. La historia de Bambino, se oye la voz de Carlos Herrera, narrador e hilo conductor de una historia que no acaba bien. "En una macabra maniobra, el destino tenía reservado el más cruel de los desenlaces", dice el presentador. Bambino se cansó de subirse a los escenarios, pero no se casó de cantar. Dicen que, estuviese donde estuviese, se despertaba cada día en su Utrera natal, y allí empezó a pasar cada vez temporadas más largas. A principios de los 90, cansado del peso de Bambino, volvió a ser el gitano Miguel Vargas Jiménez. En Utrera se integró en entre sus vecinos con humildad. "Llegó a lo más alto, pero a pesar de esa personalidad arrolladora, derrochadora y consumidora, seguía siendo un niño de Utrera. Y cuando vuelve a su pueblo, tuvo la dignidad y la capacidad camaleónica de adaptarse a unas condiciones en las que, aquel gran mito, se había convertido en un vecino más. Pero un vecino, que no en todos los casos eran reconocidos por sus propios parroquianos", dice la cantante Maui de Utrera, que recoge el espíritu renovador de Bambino en sus actuaciones.
Hizo varios conciertos benéficos, pero transformó su pasión y su trabajo en un hobby. Ya nada era igual. Luego llegaron las desgracias familiares, perdió a hermano, con un cáncer de páncreas. Dicen que perdió las ganas de vivir, y luego llegó la estocada final, con la muerte de su madre. "Lo hizo polvo, los destrozó totalmente, como artista y como persona", dicen en el documental.
Y perdió la voz
Cuentan que en un concierto que daba en la localidad gaditana de Rota perdió la voz. "A Miguel le pasa algo, no le sale la voz", le decía el guitarrista Niño José Manuel a su compañero. No volvió a subirse a un escenario. Bambino se quedó en aquel camerino, Miguel fue al médico y le diagnosticaron un cáncer de garganta. Le dijeron que le podían operar, que viviría más, pero que no podría cantar nunca más. "Pues si no puedo cantar más en la vida..., cuando llegue, llegue. Para no poder cantar, no quiero vivir", dijo. "Decidió morirse con dignidad", añade Antonio Carmona, de Ketama.
Miguel Vargas Jiménez murió el 5 de mayo de 1999 a los 59 años, pero resucitó varias veces. Una vez en Tráiler para amantes de lo prohibido, de Pedro Almodóvar. Otra vez en la canción '19 días y 500 noches', de Joaquín Sabina, y ahora en el documental Algo salvaje. La historia de Bambino, de Paco Ortiz, que emite el programa Imprescindibles, de RTVE.