Tiene 102 años y desfiló para Balenciaga. Esta modelo perdió todos los vestidos que le regaló el diseñador
- A sus 102 años, Lolita Laporta recuerda el tiempo que trabajó como modelo para el genio de Getaria
- Lorenzo Caprile habla con la modelo en el estreno de la quinta edición de Maestros de la costura
- Conoce a todos los concursantes que participan en el programa
Cada creación de Cristóbal Balenciaga es una obra de arte, un tesoro al alcance de muy pocas personas. Hay quien los colecciona, como el desaparecido diseñador tunecino Azzedine Alaïa, y también otras personas que, por azares de la vida, los acaban extraviando. Es el caso de Lolita Laporta. El genio de Getaria diseñó el increíble vestido que Fabiola de Bélgica llevó el día de su boda, pero también vistió a Lolita, una de sus modelos. Ahora, convertida en una anciana de 102 años que no ha perdido ni una pizca de la elegancia que tenía en sus días como maniquí, recuerda el trato personal con Balenciaga, gran maestro de la alta costura.
Un vestido negro y un collar de perlas
En el primer episodio de su quinta temporada, Maestros de la costura ha viajado a su ciudad natal para homenajear al modisto. Su fabulosa carrera es de sobra conocida, pero ¿cómo era Cristóbal Balenciaga en las distancias cortas? Lorenzo Caprile ha hablado con Lolita Laporta para descubrirlo. Su testimonio es historia de España, como afirma Caprile, quien recuerda la bonita palabra escogida por la antaño modelo para definir a su jefe: "ángel".
Según Josep Casamartina, Lolita Laporta era una de las modelos fijas de Balenciaga. Vivía en Barcelona, pero llegó a hacer desfiles en Madrid y en San Sebastián. Josep Casamartina dirige la Fundació Antoni de Montpalau, que cuenta con una colección de la que forman parte los dos vestidos mostrados en una de las pruebas de Maestros de la costura.
A sus 102 años, Lolita echa la vista atrás a su trabajo con Cristóbal Balenciaga, en el que vistió verdaderas obras de arte. En una de las fotos mostradas en el programa, la modelo lucía un tocado que valía 7.500 pesetas. "¡Pero si eso era una fortuna!", exclama Caprile. "¿Eras consciente de que estabas trabajando para uno de los grandes genios de la moda?", le pregunta. "Sabía que era muy bueno", asegura Lolita, quien recuerda también una de las perlas de sabiduría del diseñador. "Una mujer puede ser elegante con un vestido negro y un collar de perlas".
Unos regalos muy especiales
En su experiencia (y a diferencia de Lorenzo Caprile, que reconoce perder los nervios en el taller) el modista "no se enfadaba". "Su sonrisa no se me ha borrado de la mente. Y estaba atento siempre a nosotras", afirma Lolita. Además de trabajar junto a uno de los grandes de la moda, la modelo disfrutaba de otro gran privilegio: "¡Cada año me regalaba un vestido!". Sin embargo, "han desaparecido". "¡Hombre, Lolita, pero si eso son joyas! ¿Cómo te va a desaparecer?", le pregunta atónito Caprile. "Pero yo he cambiado tres veces de casa. Todo ha desaparecido lo que tenía", explica ella riendo. Aunque no conserve los vestidos que Balenciaga le entregó, atesora aquellos momentos en su memoria: "Me voy de este mundo con un buen recuerdo".