Así son los nuevos aprendices de Maestros de la Costura 5

• Pablo, Anthony, Jesus, Caterina, Lili y MJ son los nuevos rostros de la quinta edición
• Conoce a todos los concursantes de la quinta temporada de Maestros de la Costura
• Repasa el primer programa en RTVE Play

Así son los seis nuevos aprendices

Los nuevos aprendices de Maestros de la Costura han demostrado que no se lo van a poner nada fácil a los más veteranos. Ya nos hemos tenido que despedir de uno de los rostros más conocidos de la cuarta edición del talent, Laura, que se ha convertido en la primera expulsada de la temporada al no conseguir bordar sus iniciales en su prenda. Además, los nuevos aprendices ya han presentado algunas prendas que denotan mucho nivel. ¡Vamos a conocerlos mejor!

MJ, la `Hood Princess` de Albacete

Es la princesa de su barrio y la moda es una parte más de su gran personalidad. MJ, o la Hood Princess, como le gusta que la llamen, tiene mucho talento. Le encanta “vibrar alto” y llega al taller con muchas ganas de dar lo mejor de ella misma. Ha decidido confiar en su habilidad con la máquina de coser y plasmar en todas sus prendas su sello de identidad. Así lo ha hecho en la prueba de eliminación. MJ ha seleccionado dos tejidos rosas y ha hecho una prenda que la representa a la perfección. Ha conseguido terminar la prenda no sin antes sufrir un poco la traición de los nervios. “Estoy acorá perdida”, ha avisado. Pese a que ha elegido los tejidos que le gustaban, se ha equivocado al coger el hilo de torzal, un material que nunca había usado previamente para coser. Pero ello no ha supuesto ningún problema: la jugada le ha salido muy bien.

También ha tenido algún que otro problema en la primera prueba del programa, ya que se le ha partido una uña. “Así no me pillo los dedos, me pillo la uña”, ha confesado a Raquel Sánchez Silva cuando la presentadora le ha preguntado si no le molestaban las uñas para coser.

MJ es muy creativa y una persona súper autodidacta. Sus compañeros no han tardado en buscarle un parecido: Bad Gyal. Pero ella tiene un estilo propio. Durante toda la prueba por equipos la hemos visto animar a sus compañeros y tirar del equipo. Esta actitud ha sido aplaudida por María Escoté, que ha valorado también su trabajo en talleres. Hemos conocido entonces el lado más emotivo de la aprendiz, que ha dedicado el reconocimiento a su madre, la persona que más ha creído en ella siempre. ¡MJ, nos encantas!

La lección del Caprile más comprensivo

Jesús, el profesor que quiere quitarle el puesto a Caprile

“Caprile, vengo a quitarte el sitio”, le ha dicho Jesús a Lorenzo Caprile poco después de entrar al taller. El cordobés es profesor de Lengua Castellana y Literatura en un instituto de Cabra (Córdoba), pero su gran pasión siempre ha sido la costura. Su musa es su amiga Rocío, para la que cose trajes de flamenca. Los volantes son su gran especialidad y así nos lo ha demostrado en la primera prueba de la temporada, en la que ha cogido a la perfección el bajo a una falta con volantes.

Tal es su afición por la costura que sus amigos le han apodado “la Caprila”. Aunque su alter ego realmente tiene otro nombre: Sonia Labarra. Cuando Jesús terminó de estudiar su carrera, buscó trabajo como profesor y, en un principio, no lo encontró. Por eso pensó que una buena manera de buscarse la vida era crearse un personaje y realizar actuaciones como drag. “Sonia hace cosas que Jesús en su vida cotidiana no haría”, ha destacado el aprendiz.

Jesús vive junto a su pareja -también profesor, pero de Historia- y tienen dos perros y un gato. Claro que, por ahora, los tendrá que cuidar su pareja porque Jesús se ha embarcado en una experiencia única. En el primer programa de Maestros de la Costura le hemos visto recibir una felicitación por parte de los jueces tras coger muy bien el bajo a una falda con volantes. Pero también hemos asistido a la primera reprimenda, ya que María Escoté le ha instado a esforzarse un poco más en próximos retos. El Jesús talentoso ha querido quitarse la espinita en la prueba de eliminación y ha sacado todo el partido posible a la bata que ha elegido para modificar. “Los nuevos hemos llegado pisando fuerte y que se preparen”, ha concluido.

Jesús, profesor, drag y aprendiz de Maestros de la Costura

Lili y la predicción de su futuro en Maestros de la Costura

Lili brilla con luz propia. Derrocha sinceridad y mucha ingenuidad. Por eso, nos ha conquistado desde el momento en que ha pisado el taller de Maestros de la Costura. Pese a que nació en Perú, en su vídeo de presentación explica que se trasladó a Madrid junto a su madre y a su hermano cuando era muy pequeña. En la actualidad tiene dos trabajos: por las mañanas trabaja en un taller y por las tardes es dependienta en una tienda. Además, ha confesado que habla sola y que cree mucho en el horóscopo. Piensa que todo está escrito en las estrellas e incluso se ha atrevido a comunicar algo: “Voy a ser finalista; así lo siento”.

Pese a que se guía mucho por los astros, lo cierto es que en este primer programa no le han acompañado mucho. En la primera prueba de la noche, ha conseguido acampanar el bajo de un pantalón de casualidad y en la prueba por equipos, ha hecho una elección algo mejorable de los tejidos. No ha detectado que para levantar el volumen del vestido de Cristóbal Balenciaga que su equipo tenía que replicar necesitaba tul. Tendremos que esperar a la próxima semana para comprobar si los astros, esta vez sí, se alinean con ella.

La brillante relación de Lili con los astros

Anthony, el francés que nos ha conquistado

Solo tiene 28 años, pero acumula muchos conocimientos de costura. Anthony cursó la Diplomatura de Diseño Textil en París gracias a una beca e hizo un Erasmus en Sevilla que le cambió la vida. Ahí conoció a su actual pareja y disfrutó de unas prácticas en el taller de Fernando Claro, lo que le permitió perfeccionar sus habilidades de diseño y costura. Desde entonces, ha tratado de impulsar su propia firma, aunque la pandemia no se lo puso nada fácil. Anthony ha llegado al taller de Maestros de la Costura con energías renovadas y con la aspiración de convertirse en un gran modista.

Durante el primer programa, su gusto a la hora de coser y los perfectos acabados de sus prendas no han pasado desapercibidos a los jueces. Pese a que el tiempo ha corrido en su contra, Anthony ha salido airoso de todas las pruebas. Además, el francés también ha conquistado a otra persona y es que Eduardo Navarrete no ha perdido la oportunidad de decirle lo que pensaba de él: “Freddie Mercury, ¿cómo puedes ser tan guapo?”.

Con quien ha tenido un pequeño rifirrafe ha sido con Borja. Anthony no se ha dado cuenta y ha corrido a bordar sus iniciales en su prenda a pesar de que Borja había pedido el turno. “Me ha parecido un poco gamberro lo que ha hecho hoy”, ha señalado el vasco. Menos mal que todo ha quedado en un malentendido.

Anthony, el aprendiz más elegante

Caterina, puro talento

Que los nervios juegan muy malas pasadas es algo que siempre nos recuerdan los jueces de Maestros de la Costura. En todas las ediciones hemos visto a los aprendices coser a contrarreloj para entregar las prendas a tiempo. Y es que los retos del talent no son nada fáciles, incluso para la gente con mucho talento. Caterina tiene 26 años y terminó la carrera de diseño de moda hace unos meses. Además, fue finalista en el Mallorca Design Day -evento presentado por Raquel Sánchez Silva) y también fue una de las primeras clasificadas del Concurso Futur Adlib. Sin embargo, pese a que es una crack de la máquina de coser, todavía tiene una asignatura pendiente: controlar los nervios.

En la primera prueba de la noche, se ha puesto tan nerviosa que no ha conseguido poner la prenda en el maniquí. “Es tu primera prueba”, la ha recordado Lorenzo Caprile al verla emocionarse. “Tienes que aprender a dominar tus nervios porque al final tu peor enemiga eres tú”. Seguro que lo consigue, porque Caterina se define como una persona muy resolutiva y tiene muchas ganas de enfrentarse a los retos del programa.

Su meta es ser feliz en la vida y cree que se encuentra en el camino correcto para lograrlo. Maestros de la Costura supone para ella un reto personal: “Quiero que la gente se sienta orgullosa de mí, pero sobre todo, que yo me sienta orgullosa de mí misma”.

El afán de superación de Caterina

Pablo, la estrella de los mercadillos

No cabe duda de que Pablo controla de tejidos. En su casa siempre ha estado muy presente la costura gracias a sus abuelas. Sin embargo… ¿sabías que estuvo a punto de no seguir su camino? El valenciano decidió inscribirse en la carrera de diseño de moda porque no le llegó la nota para estudiar diseño gráfico. La jugada le salió perfecta porque, de esta forma, ha dado con una de sus grandes pasiones. Además de coser, le gusta la música tecno y seguro que si hubiera nacido hace unos años, habría pisado todas las discotecas de la Ruta del Bakalao.

Si tiene que escoger su parte favorita de la moda, esa es el upcycling. No hay prenda que se le resista. Pablo es capaz de dar una segunda vida a una prenda ya usada. Se le da tan bien la transformación de prendas que comparte el resultado en su cuenta de TikTok -en la que acumula casi 17.000 seguidores- e incluso la vende en apps de venta de ropa de segunda mano.

En la actualidad, trabaja como mozo de almacén un día al mes y está muy concienciado con la contaminación derivada de la industria textil. Le encanta ir al mercadillo dos o tres veces por semana porque es “un ritual de paz mental” para él. Allí se pelea con quien haga falta por conseguir los tejidos con los que quiere trabajar.

Por lo pronto, en el primer programa los jueces han aplaudido sus primeros trabajos en Maestros de la Costura. “Te he visto con fuerza, con ganas y sobre todo con valentía de sacar un trabajo adelante”, le ha dicho María Escoté tras esforzarse mucho en la prueba por equipos. También ha solventado con éxito el reto de coger un bajo a un vestido confeccionado con una tela con la que jamás había trabajado antes. Y en la última prueba de la noche, el aprendiz ha conseguido plasmar su identidad en su dos piezas. ¡Enhorabuena!

Pablo, el rey del upcycling y de los mercadillos

Tendremos que seguir muy de cerca a los nuevos aprendices porque, sin duda, apuntan alto.