España, récord en el consumo de opiáceos
- Estos medicamentos imitan el efecto de las endrofinas: controlan el dolor y aportan bienestar
- Sus efectos placenteros los hace altamente adictivos si no se usan debidamente
- Con bata blanca se emite los viernes a las 11:05 h y los lunes a las 06:30 h UTC
- Con bata blanca se emite los viernes a las 11:05 h y los lunes a las 06:30 h UTC.
Según los datos del Ministerio de Sanidad, en los últimos 7 años, España ha aumentado casi un 54% el uso de opiáceos. Estos medicamentos imitan la actividad de las endorfinas, controlando el dolor y aportando bienestar, lo que los hace altamente adictivos si no se usan debidamente.
Uno de los opiáceos de los que más se abusa en nuestro país es el fentanilo. Así, España es el tercer país donde más se consume este fármaco, tras Alemania y Estados Unidos.
“Probablemente los pacientes usan de más los opiáceos por no tener el conocimiento adecuado y demandarlos por problemas que tienen y los médicos quizá prescriben también de más por tener esa sensibilidad hacia sus pacientes y querer resolver de forma rápida sus dolencias”, opina el Dr. Alfonso Vidal, jefe de las Unidades del Dolor del Hospital Sur, La Luz y Valle del Henares de Quirónsalud. Además, existe un mercado negro donde se venden estos fármacos de manera ilegal. “Ya existía desde la época de la guerra y la posguerra con la penicilina”, asegura Vidal.
Los opiáceos más comunes son:
- Morfina, buprenorfina o fentanilo: para el dolor crónico
- Codeína y dextrometorfano: para tos y cuadros febriles
- Preparados con bismuto y opio: para tratar la diarrea
- Tramadol: analgésicos para dolor ocasional, de cabeza, traumatismos, posoperatorios…
“La manera de administrarlos, con preparaciones de liberación rápida, puede inducir a veces a problemas, porque generan una respuesta tan aguda que invita a las personas con predisposición a tener una necesidad de repetir esa sensación de ‘subidón’, con sensaciones placenteras en el cerebro”, explica el experto. No obstante, apunta que no hay que olvidar que “estos medicamentos en dosis adecuadas son una herramienta excelente: en general son bastante seguros a nivel renal, pulmonar y visceral”.