La Comarca de la Sidra, el corazón de la manzana
- Puertos con historia, huellas de dinosaurios, montañas de más de mil metros, hórreos y villas monumentales se dan cita en este territorio asturiano
- Para profundizar en cultura de la sidra podemos visitar las pumaradas, acercarnos al museo de la Sidra o apuntarnos a una cata en un llagar
Pueblos pesqueros y villas históricas, playas y acantilados que empiezan donde acaba el verde de los prados y, al lado, montañas que superan los mil metros. También hórreos, iglesias románicas, las huellas de los dinosaurios y miles y miles de manzanos. Así podríamos definir a la Comarca de la Sidra, en Asturias, el lugar al que hemos viajado en El gallo que no cesa.
Paisajes de mar y montaña
La Comarca de la Sidra se encuentra en la zona centro oriental del Principado, pegada a Gijón y al Cantábrico. Está formada por seis municipios: Bimenes, Cabranes, Colunga, Nava, Sariegu y Villaviciosa.
Destaca su paisaje verde y azul, con las montañas de la Sierra del Sueve a pocos kilómetros de la costa cantábrica, "uno de los macizos montañosos más altos cercanos a la costa de toda Europa", explica Miguel Naredo, responsable de turismo en la Mancomunidad Comarca de la Sidra.
Un poco más lejos del mar se alza la sierra de Peñamayor. "En poco menos de 35 minutos en coche pasas de estar en la Sierra de Peñamayor [...] a una altura de más de mil metros a estar bañándote en una de las playas de la comarca".
Pumaradas por doquier
El año pasado en Asturias se cosecharon 30.000 toneladas de manzana y una parte importante salió de esta comarca, así que nos vamos a encontrar manzanos allá donde vayamos., “Es uno de los lugares de Asturias con más concentración de pumaradas, que es así como se le llaman a las plantaciones de manzano, y también de llagares de sidra, las bodegas", explica Miguel.
En primavera, con la floración de los manzanos, y en otoño, durante la recogida del fruto, estos paisajes se vuelven mágicos.
Con estas manzanas se elaboran litros y litros de sidra, que más que una bebida es el elixir asturiano. Ana Soberón, vicepresidenta del clúster de turismo rural de Asturias y de sidraturismo Asturias, define la cultura sidrera: "Es una cultura única porque sí que es cierto que la sidra se consume en otros lugares […] pero en ningún sitio se hace así, el escanciado lo hace diferente".
Para conocer en profundidad el proceso de elaboración y lo que supone la sidra en esta comarca podemos acercarnos a un llagar donde se organicen catas de sidra o al museo de la Sidra en Nava, "el único que existe en Asturias que te explica esta cultura".
Mucho más que sidra
No todo es sidra en esta comarca. También hay un patrimonio muy vinculado a la historia y a la tradición. Encontramos pequeños pueblos costeros y de interior y villas con casas nobles, hórreos e iglesias románicas y prerrománicas, muchas vinculadas al Camino de Santiago que atraviesa la comarca.
Especial atención merece Llastres, un pueblo con sabor marinero que tiene además huellas de dinosaurios. Hay rutas que permiten observarlas, aunque si nos interesa el tema, lo mejor es acercarse al museo del Jurásico en Colunga.
Tazones es otro de las localidades costeras de la comarca. Pertenece al municipio de Villaviciosa y es "un puerto antiguo, precioso, colorido y donde se come y se disfruta a la orilla del mar de una forma muy interesante", describe Miguel González Pereda, cronista oficial de Villaviciosa.
Desde Tazones, podemos acercarnos a Villaviciosa, la localidad más poblada de la Comarca de la Sidra, para recorrer las calles de su centro histórico y buscar un restaurante donde probar la gastronomía local. Cuesta elegir porque el pescado, el marisco, la carne y los productos de la huerta son de muy buena calidad. Miguel nos propone "unas fabes que son de reconocido prestigio (….) y puede ser en forma de fabada o de fabes con marisco". Evidentemente, todo acompañado de una buena sidra.