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¿Por qué la gripe de 1918 ha pasado a la historia como la "gripe española" si no empezó en España?

  • En 1918, la gripe infectó a más de un tercio de la población mundial
  • La amplia cobertura mediática española del virus hizo que fuera conocida como la "gripe española"
  • "El condensador de fluzo": "A dos metros de distancia" o "Grandes pandemias" ya en RTVE Play

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El condensador de fluzo - Curiosidades históricas - La gripe de 1918

En 1918, una pandemia mató a más de 40 millones de personas e infectó a más de 500 millones, es decir, un tercio de la población mundial. Era la gripe de 1918, aunque haya pasado a la historia como la mal llamada “la gripe española”. Si quieres saber por qué este nombre no hace justicia a la situación vivida a principios del siglo XX, sigue leyendo.

La gripe española no empezó en España

La asociación de España con la gripe se produjo debido al panorama bélico y mediático del momento. España era de los pocos estados neutrales de la Primera Guerra Mundial, por lo que la prensa española no ocultó ni maquilló la información sobre el virus, publicando datos sobre los efectos de la pandemia e incluso listas de personas fallecidas. Debido a la amplia cobertura mediática española del virus, frente a la falta de información de las potencias beligerantes, se pensó erróneamente que España era el origen y principal foco de propagación mundial. La gripe pasó a ser nombrada como “Spanish Influenza”, un apelativo que apareció por primera vez el 2 de junio, en una crónica enviada a The Times por su corresponsal en Madrid.

El término Spanish Influenza fue traducido a otros idiomas, como la “grippe espagnole” francesa, la “Spanishche Grippe” alemana o la “febbre spagnola” italiana, creando una asociación errónea que se ha perpetuado a la actualidad, aunque las investigaciones evidencien lo incorrecto del término. La mayoría de investigadores sostienen que la pandemia se inició en Estados Unidos en marzo de 1918. Otra hipótesis señala que los agentes transmisores pudieron ser trabajadores chinos movilizados en el frente occidental, por lo que el foco estuvo en China. Hay una tercera versión: según algunos autores, la epidemia ya se había manifestado en el ejército inglés entre 1916 y 1917.

Las imágenes de 1918 en Camp Funston (Kansas), muestran la gravedad de la primera ola de la gripe. En tres semanas, fueron hospitalizados 1100 soldados. Algunos estudios identifican incluso al primer afectado por la gripe en el lugar: Albert Gitchel, cocinero del campamento militar. Tras su aparición de en Estados Unidos en marzo de 1918, la pandemia llegó hasta Europa a través de las tropas americanas que participaron en la Primera Guerra Mundial. En abril, Francia empezó a presentar los primeros casos de gripe, que se propagó en los tres meses siguientes por toda Europa y el este de Asia. Posteriormente llegó a Sudamérica, al Pacífico Sur, a Sudafrica, India, China… Una devastadora pandemia a escala mundial que forzó a tomar medidas inmediatas.

Las medidas contra la gripe de 1918

Ante la complicada situación provocada por el estado de guerra internacional, y el riesgo de contagio que suponían las agrupaciones humanas en refugios, fue necesario tomar medidas tan urgentes como novedosas para la época. Entre otras, fue decretado el uso de mascarilla obligatoria y se exigió mantener cierta distancia social. En países como Austria o Alemania, se adoptaron también otras medidas como el cierre de cines, teatros y la prohibición de funerales.

España no se libró de los devastadores efectos de la gripe de 1918. Según los investigadores Patterson y Pyle, el virus desembarcó en mayo en la Península Ibérica por Gibraltar-Cádiz y Lisboa. Tras extenderse a todo el país, Madrid se vio especialmente afectada, alcanzando tanto a personas de bajo como de alto nivel económico, e incluso a la familia real. Se cree que hasta el propio rey Alfonso XIII contrajo la gripe, aunque recientemente se ha planteado que en realidad padeció de escarlatina.

Debido al insuficiente nivel higiénico sanitario, las medidas adoptadas en España no fueron suficientes para contener la pandemia. En el país, se llevó a cabo el cierre de escuelas y teatros para no compartir aire con los infectados, se suspendieron fiestas populares o se llevaron a cabo cuarentenas, entre otras medidas. La gravedad de la situación llevó al desarrollo desde la comunidad médica de un plan de contención con medidas muy similares a las que hemos vivido con el COVID-19, como la importancia en la higiene de manos, o la aceleración en el desarrollo de vacunas. Según el Instituto nacional de Estadística, España sumó casi 696.000 fallecidos a esta pandemia mundial que no vio su fin hasta el año 1920.